La Ronda Litoral es una de las vías de acceso a la capital catalana más transitadas a diario. Transcurre entre el Nudo del Llobregat y el Nudo de la Trinitat, con lo que une la ciudad de Barcelona de una punta a otra y se convierte, como consecuencia, en una de las carreteras de circunvalación por las que tanto transportistas como ciudadanos eligen para circular.
Por ese mismo motivo, también es una de las vías con más atascos. El gobierno de Trias acordó con el Ministerio de Fomento una ampliación para descongestionar el tráfico tras hacerse público el Estudio informativo de ampliación de la Ronda Litoral (B-10) en el tramo de Zona Franca-El Morrot, elaborado por el Gobierno central, dotado con 100.000 euros en los presupuestos de 2015.
Desbloquear la zona del Morrot --terminal terrestre de contenedores situada en el Puerto de Barcelona-- es clave para lograr el desatasco así que, de las dos alternativas que había sobre la mesa, se optó por trasladar la estación de Morrot a Can Tunis y liberar el espacio donde se construirían los laterales de la nueva ronda Litoral.
Paseo marítimo
El acuerdo establecía que el ayuntamiento cedería gratuitamente los suelos para la ampliación de la ronda a la Demarcación de Carreteras del Ministerio de Fomento. Adif entregaría una finca de 88.844 metros cuadrados al consistorio para desarrollar un nuevo Plan Urbanístico y éste asumiría los costes de traslado de las nuevas instalaciones ferroviarias por un importe de 43 millones de euros. El Ministerio de Fomento, por su parte, asumiría y ejecutaría las obras del nuevo trazado.
De esta forma, Barcelona ganaría 88.844 metros cuadrados de suelo para la transformación urbanística del entorno portuario. La conexión del barrio de La Marina con el resto de la ciudad, como la Zona Franca, la fachada marítima de Montjuïc o los muelles de cruceros serían otros de los beneficios de las obras, además de convertir el actual vial de cornisa en un paseo marítimo.
No es prioritario
Se trata de un proyecto cuyas obras debían haberse iniciado en septiembre de 2015, pero que el actual gobierno municipal mantiene frenado tras la reunión que tuvo la alcaldesa de Barcelona con la exministra de Fomento, Ana Pastor. “Colau no está de acuerdo con la ampliación, no considera que sea prioritario. Ellos lo único que pretenden es que pasen menos coches por allí” explica a Crónica Global la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Ángeles Esteller. “Hay un proyecto de tres años de trabajo parado y es una infraestructura muy demandada tanto por el sector económico como por los ciudadanos”, añade.
“Ese tiempo que la gente pierde en la ronda tiene un impacto en la economía y, por lo tanto, es un tema prioritario. Este gobierno tiene que dejar la pasividad absoluta, dejar de hacer política con las infraestructuras y proponer otro proyecto, si es que lo tiene”, sostiene Esteller. La finalización del proyecto total estaba prevista para el año 2021 y su presupuesto rondaba los 103 millones de euros.
La Cámara de Comercio de Barcelona alertaba hace un mes de que la congestión en los accesos a la capital catalana habían aumentado por culpa de la falta de inversiones en infraestructuras. Tachaba de episodios “cada vez más severos” los atascos en las vías y alertaba de que, desde finales de 2013, se está registrando un aumento significativo de los desplazamientos en vehículos privados.