Daban de alta a ciudadanos chinos en la Seguridad Social como empleados del hogar, obtenían la residencia y los llevaban a Barcelona a trabajar en el sector textil. Así funcionaba una red de regularización de extranjeros que la Policía ha desarticulado este sábado. Según ha informado el Ministerio del Interior, los agentes han detenido a 57 personas.
Barcelona, Las Palmas, Valencia y San Sebastián. Desde estos sitios se gestionaba la organización, a la que los ciudadanos de nacionalidad china pagaban 8.000 euros por los servicios. La red contaba con la colaboración de una funcionaria del padrón municipal, que facilitaba los trámites administrativos.
El cabecilla de la red tenía a casi 30 extranjeros empadronados en su domicilio, mientras que la trabajadora pública contaba con cuatro padrones en su casa. También contaron con la colaboración de una gestoría, cuyo responsable también ha sido arrestado, que proporcionaba contratos y nóminas falsos.