El astronauta Donald Pettit, durante su conferencia en el II Foro de Excelencia Lloret.

El astronauta Donald Pettit, durante su conferencia en el II Foro de Excelencia Lloret.

Vida

Donald Pettit, astronauta: “Pasará mucho tiempo antes de que un humano aterrice en Marte”

El astronauta en activo más veterano de la NASA ha pasado más de 370 días en el espacio, y se encuentra ahora a la espera de que le asignen una misión para volver a viajar

14 junio, 2016 00:00

Ni la Luna, ni Marte, ni los asteroides; el único destino en el que aterrizan los cohetes en la actualidad es la Estación Espacial Internacional. Allí se ha dirigido el astronauta de la NASA Donald Pettit en sus tres viajes al espacio. De momento, ha pasado más de 370 días fuera de la Tierra en tres misiones. Ahora, espera a que le asignen una nueva misión para volver a viajar al espacio exterior.

A sus 61 años, Pettit es el astronauta en activo más veterano de la agencia estadounidense. Fue seleccionado en 1996 y realizó su primer viaje en 2002. Solo 46 personas forman parte de este grupo selecto, y es que superar todas las pruebas y mantenerse en activo no es nada fácil.

“Siempre estamos entrenando para el espacio, pero cuando nos asignan la misión es cuando empieza el entrenamiento a tiempo completo, tanto físico como mental; 10 horas al día durante dos años”, explica. Pettit es un astronauta carismático, y, a pesar de la gran cantidad de tiempo invertido en su trabajo, encuentra momentos para dar charlas y conferencias, como hizo el fin de semana en el II Foro de Excelencia Lloret.

Alta exigencia

No solo el físico se tiene que trabajar para atravesar la atmósfera y dejar atrás el planeta Tierra. Clases, apuntes, exámenes... “Es como estar de vuelta en la universidad y hacer cuatro cursos en dos años”. La exigencia es muy alta, porque “en el espacio hay muy poco margen de error; cuando cometes un error no te quitan 10 puntos, lo pagas con sangre”. Un pequeño descuido a la hora de ponerse el traje espacial y salir de la nave puede provocar la dislocación de un hombro o la desintegración de las uñas.

Los paseos por el espacio son precisamente una de las actividades que causa más fascinación. Para prepararse para ellos, los astronautas se meten en una piscina con el traje puesto y practican bajo el agua. Las pruebas físicas son variadas: desde cómo hacer volar una nave, pasando por arreglar equipamientos de la estación internacional, hasta cómo ponerse los trajes.

Y una vez en el espacio, el físico cambia. “Vuelves mucho más fuerte, pero el equilibrio se pierde mucho y al principio cuesta volver a acostumbrarse a las condiciones de la Tierra”, asegura. Aunque depende mucho de cada persona, al aterrizar él va directo al hospital, donde pasa dos días ingresado. Después, necesita hasta seis meses para recuperarse por completo.

Marte, un futuro lejano

“Sería fantástico, pero va a pasar mucho tiempo antes de poder hacerlo”. Donald Pettit se refiere así a la posibilidad de que los primeros humanos puedan aterrizar en Marte. Si la NASA preveía el septiembre pasado empezar a llegar al planeta rojo en 2030, el astronauta asegura que actualmente no se invierte el dinero suficiente para cumplirlo. “Sabemos cómo ir, entendemos la tecnología necesaria, pero no se está desarrollando”.

Motores para los cohetes, trajes espaciales avanzados, transbordadores, vehículos de aterrizaje, soporte vital avanzado, vehículos de exploración espacial... La lista de instrumentos imprescindibles para conquistar Marte es larga. “Cada tecnología necesita 10 años de diseño y fabricación, y si lo construimos por series tardaremos 100 años en llegar”. Es por esto que se tendrían que trabajar todas estas tecnologías a la vez, cosa que Pettit asegura que no se hace.

Pero Marte no es el único plan de futuro para la NASA. El astronauta considera que los asteroides tienen que ser una prioridad en investigación. “Si no los incluimos en la ecuación, la humanidad se extinguirá a largo plazo, como pasó con los dinosaurios”. Las recetas para evitarlo, encontrar los asteroides para desviarlos de la órbita de la Tierra y tener bases en otros planetas.

Un día en el espacio

Unos seis meses suelen durar las misiones en la Estación Espacial Internacional. Los días son largos y productivos. La jornada empieza a las 7 de la mañana y dura 14 horas. “Allí estamos de guardia o fuera de servicio; no tenemos tiempo libre ni vacaciones”, pero los breves momentos en los que no están trabajando, los aprovechan para dormir el máximo posible.

¿Cómo es dormir en el espacio? “Muy fácil, fantástico; por la mañana te despiertas como nuevo”. Uno no tiene que preocuparse de la almohada ni de dormir en mala posición, simplemente “flotas dentro de tu saco de dormir”. En cambio, otras tareas cotidianas pueden ser complicadas de llevar a cabo con gravedad cero. Beber café es una de ellas.

Es por esto que Pettit ha inventado una taza que, por su diseño, funciona en el espacio. “Cuando te pasas seis meses bebiendo de una bolsa con una pajita y comiendo en paquetes que se cocinan con agua caliente, te planteas muchas cosas”.