La virulenta epidemia vírica en Cataluña afecta a 48 niños en la región.

La virulenta epidemia vírica en Cataluña afecta a 48 niños en la región.

Vida

La epidemia vírica en Cataluña ya afecta a 48 niños

La Consejería de Salud lidia con una cepa virulenta de enterovirus que afecta al habla y movilidad de los menores

19 mayo, 2016 13:00

La virulenta epidemia vírica en Cataluña afecta a 48 niños en la región. La Consejería de Salud, que comanda Toni Comín, lidia con una agresiva cepa de enterovirus. En total, 21 menores de seis años están siendo tratados en hospitales del territorio, y dos de ellos permanecen en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Además, el departamento investiga una posible muerte por la infección neurológica en Tarragona.

El subdirector del Servicio Catalán de Salud (CatSalut), Josep Maria Argimon, ha indicado este jueves que "la prioridad ha sido siempre la respuesta asistencial", ya que "no hay tratamiento farmacológico" contra la afectación.

Dos cepas

El facultativo ha señalado que un serotipo del virus, el A71, es el más prevalente entre los 48 casos. Los efectos sobre los niños "son leves en 999 de cada mil casos", ha precisado la consejería. 

No obstante, en los 48 casos detectados la infección ha provocado romboencefalitis, una inflamación cerebral que afecta al habla, a la capacidad de tragar y respirar y, en algunos casos, a la actividad cardíaca.

Además, Sanidad "cree posible" que un menor en Tarragona haya fallecido por la misma causa, aunque las autopsias realizadas hasta ahora han arrojado resultados no concluyentes.

¿Qué hacer?

La Consejería de Salud ha conseguido aislar los dos tipos de virus y tratar a los 48 menores, que presentaban afectaciones neurológicas "graves o moderadas" y parálisis parcial. Todos ellos han recibido tratamiento contra los síntomas. 

En este escenario, el departamento recomienda a los padres "hacer vida completamente normal", extremando las medidas sanitarias --como el lavado de manos--.

"Los niños tienen que ir a la escuela, de colonias, no hay que caer en la alarma", ha concluido Argimon.