La Iglesia aspira a superar este año los 250 millones que obtiene con la X de la renta
La Conferencia Episcopal está convencida de que las campañas publicitarias ayudan a que el 35% de los contribuyentes le entreguen el 0,7%
5 abril, 2016 23:36Como los turrones vuelven a casa por Navidad, tampoco falla la campaña de la Conferencia Episcopal Española tras abrirse hoy, miércoles, el plazo de la declaración del impuesto de la renta.
La propaganda, incluso pagada, persigue que el contribuyente marque la X en su famosa y polémica casilla, y arañar lo máximo de las arcas que gestiona Cristóbal Montoro. Objetivo: superar la recaudación del año pasado, 250 millones euros, 20,8 mensuales, que el Ministerio de Hacienda le ingresa religiosamente.
Los obispos tienen motivos para estar contentos. Se ha más que asentado la excepcional fórmula regalo de Rodríguez Zapatero de 2006 para que dejaran de meterse con él y aspirar a su imposible mayoría absoluta. Permite al contribuyente, con una simple cruz, darles el 0,7% de su IRPF.
Solo Podemos lo cuestiona
Esta llamada asignación tributaria por sus receptores no parece peligrar. Solo Podemos y sus confluencias o partidos minoritarios radicales, que difícilmente llegarán solos a la Moncloa, son partidarios de acabar con este único y singular impuesto finalista estatal.
La recaudación, que seguirá reflejada cada año en los Presupuestos Generales del Estado, ha ido subiendo poco a poco a pesar de la crisis. En el último ejercicio fiscal, 2014, la institución eclesial captó al 35% de los contribuyentes. La adhesión fiscal se tradujo en nada menos que 7.291.771 declaraciones. El buen dato es fruto de los 23.174 nuevos declarantes que logró reclutar la Iglesia para su causa. Desde el 2006, 775.000 personas más han marcado la casilla.
Según los sondeos del CIS, un 10% de los españoles puede ser considerado católico practicante. De donde cabe deducir que para muchos ciudadanos marcar la X es una manera de cumplir con la Iglesia.
Más campañas
El Episcopado, según su vicesecretario de asuntos económicos, Fernando Giménez Barriocanal, considera que aún hay techo para seguir captando equis a favor. Y que las inversiones publicitarias terminan siendo rentables.
Con todo, los 250 millones del IRPF son solo una pequeña parte del dinero público que las administraciones destinan a financiar a la Iglesia en España. Hay que sumar las subvenciones de ministerios, comunidades autónomas y ayuntamientos, exenciones tributarias como la que disfruta respecto del IBI, conciertos con sus 2.601 colegios educativos, 68 hospitales y 801 asilos, y el mantenimiento del patrimonio de la Iglesia.
11.000 millones en total
Un reciente cálculo de Europa Laica asegura que el Estado le aporta, a través de ellas, más de 11.000 millones de euros anuales. El Gobierno de Zapatero cifró el dinero público entregado anualmente a la Iglesia en 5.000 millones.
La Conferencia Episcopal rebate estos cálculos y vende en su campaña que “solo en educación los centros de la Iglesia ahorran casi 3.000 millones a las administraciones”, y que su labor social ha quedado manifiesta en estos años de crisis, junto a quienes más la sufren, en los que mantiene abiertos más de 8.000 centros asistenciales. Todo sea, aunque hasta Francisco lo pone en duda a veces, por el apoyo a los más pobres y desfavorecidos.