Vida

TV3 y la Cosa Nostra: pagos a las esposas de Pujol y Madí

El dinero procedía de la productora de "El gran dictat". Pasapalabra de Jordi Pujol Ferrusola ante la juez. Rajoy aprieta las filas y las clavijas de subalternos y monosabios. El caso López Aguilar y el mutis de Cantó.

8 abril, 2015 10:39

Mariano Rajoy podría escribir un ensayo sobre la imperturbabilidad, pero eso iría en contra de la propia imperturbabilidad e impavidez levitante que caracteriza al presidente del Gobierno y líder del PP. Impertérrito, estoico, casi zen, Rajoy ha lidiado la crisis perfecta con el estatismo por bandera, atornillado al albero, como José Tomás y su trigonometría espacial. Le dan estopa en casi todos los diarios, que se recrean en el plasma presidencial y en la aparente quietud marmórea de El Pasmo de la Moncloa, que ayer reunió a subalternos y monosabios para leerles la cartilla de la unidad, de la calma, de las siglas y de la economía, que siempre sale al rescate de Rajoy con datos y cifras inapelables para solaz de los creyentes. España emite deuda a interés cero y la prima de riesgo de desinfla mientras Rajoy mira al tendido e insiste con la derecha. ¡Al natural! gritan con la mirada los del siete, pero Mariano torea para todos, no para su lucimiento.

El titular de portada de El Mundo es un editorial: "Rajoy convence al partido de que lo mejor es no hacer nada". Y se calza la información con un texto de Cayetana Álvarez de Toledo que es una refutación de las virtudes del far niente. Sostiene la diputada: "Como tantos otros diputados y altos cargos, hasta un número cercano a los 600, ayer fui convocada, por primera vez en más de dos años, a la Junta Directiva Nacional del Partido Popular. Acudí con interés a escuchar a nuestros máximos dirigentes y también con la voluntad de tomar la palabra. Por desgracia sólo pude escuchar. Cuando el presidente acabó de hablar se dio, abruptamente, el acto por concluido, sin que ninguno de los asistentes pudiera tomar la palabra. (...) El pasado 9 de noviembre, un Gobierno regional de una democracia europea convocó, organizó, celebró y dio publicidad y cuenta de una consulta política que había sido declarada ilegal por el máximo tribunal del Estado. El Gobierno de la nación no hizo, a mi juicio, todo lo que debía haber hecho para impedirlo. Yo escribí entonces que me sentía políticamente desamparada por el Gobierno y creo que muchos españoles sintieron lo mismo".

Continúa Álvarez de Toledo: "Hace unos días, el periódico EL MUNDO publicó que el Gobierno va a adoptar una actitud distinta ante el segundo capítulo, previsto para el 27 de septiembre, de este desafío antidemocrático. Me tranquiliza que sea así. Sería un profundo error empeñarse en el apaciguamiento. Creo que los ciudadanos esperan de nosotros verdad y firmeza en la defensa de su libertad e igualdad ante la Ley.

Esto, dicho con toda humildad, señor presidente, es un ejemplo de lo que yo considero que es hacer política: la defensa de las convicciones y la convicción de que esa defensa es la más eficaz de las políticas".

En El País, Javier Casqueiro subraya la unanimidad búlgara en el asentimiento: "En su discurso ante la junta directiva del PP, Mariano Rajoy exigió ayer la paz a las facciones enfrentadas que estos días han protagonizado una crisis en la cúpula. Ante la cercanía de las municipales y autonómicas de mayo, el presidente pidió disciplina y lealtad a las siglas del partido, que es la formación “de la responsabilidad”, dijo. Advirtió en contra de ocultar la marca PP en las próximas campañas. Los asistentes —entre los que estaban la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y el vicesecretario Javier Arenas, que han protagonizado esos enfrentamientos— le interrumpieron hasta 15 veces con aplausos. Nadie, ni siquiera los dirigentes más críticos, como Esperanza Aguirre, presidenta del partido en Madrid y candidata a la alcaldía de la capital, pidió la palabra en el turno de respuestas. Rajoy también demandó fortaleza frente a la “ruleta” de los nuevos partidos como Ciudadanos, que calificó de “experimentos”".

Paz mariana y experimentos ni con bicarbonato, pero según El Mundo no hubo turno de réplica. Eso no era el Congreso sino un "minicongreso" de partido, una arenga en plan "tengan cuidado ahí fuera y procuren no dispararse en el pie". La Razón y La Vanguardia avalan con sus titulares a Rajoy. El primero afirma: "Rajoy pide al PP que exhiba su orgullo". En la foto, Cospedal y Rajoy. En el diario condal: "Rajoy pone orden en las filas y esgrime su gestión como aval". Hay que vender siglas y recuperación, la marca Rajoy.

En Cataluña, el lodazal arroja novedades sobre el clan Pujol y añade nuevos personajes a la saga, gente inmaculada, respetada y muy valorada. Jesús García explica en El País los enjuagues con las señoras de y con "la nostra", esa TV3 tan plural e informativa. Escribe García: "El caso ITV en el que permanece imputado el exdiputado de CiU Oriol Pujol, es una caja de sorpresas. La Agencia Tributaria ha revelado, en un nuevo informe aportado a la juez, que un exgerente de la televisión catalana y empresario audiovisual pagó elevadas sumas de dinero, presuntamente sin justificar, a las esposas de Pujol y de otro ex alto cargo nacionalista, David Madí, que fue secretario de Comunicación con el último gobierno de Jordi Pujol y estrecho colaborador de Artur Mas hasta 2010, cuando éste alcanzó la presidencia de la Generalitat".

Sigue: "El informe de Hacienda, al que ha tenido acceso EL PAÍS, destaca los “presuntos ingresos irregulares” que obtuvieron las mujeres de Pujol y Madí a través de Oriol Carbó Seriñana en 2008 y 2009, y que ascienden a casi 200.000 euros. Carbó administra la empresa Triacom Audiovisual, que en esa época “obtenía la mayor parte de esos ingresos” de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales, el ente que gestiona TV-3 y Catalunya Ràdio. Triacom logró, por ejemplo, la contratación del popular programa El gran dictat".

El gran dictado, el gran dictador, al dictado, el diktak, un programa "educativo", el pasapalabra catalán. Pasapalabra es lo que dice Jordi Pujol Ferrusola cada vez que le preguntan por el origen del tesoro. En La Vanguardia lo explica Santiago Tarín: "Jordi Pujol Ferrusola llevaba las cuentas del legado que su abuelo dejó a su madre y hermanos, y que llegó a alcanzar la cifra de ocho millones de euros, “en un papelito que dejaba en el banco”. Así lo declaró ante la juez de Barcelona que investiga la fortuna familiar oculta en Andorra el pasado 26 de marzo, agregando que con las inversiones buscaban “la opacidad absoluta”. (...) En su testimonio describió la evolución de la fortuna: cuando murió el abuelo, en 1980, era el equivalente a 843.000 euros; cuando le traspasaron a él la tarea, en 1990, ya alcanzaban la cifra de tres millones de euros, y cuando finalmente la repartió equitativamente entre sus hermanos y su madre, en 2000, habían llegado a los ocho millones de euros. “Una fantástica gestión”, espetó irónicamente la juez, que el imputado atribuyó a la alta rentabilidad de las inversiones, del doce por ciento, a las devaluaciones de la peseta y a la inflación. Esta multiplicación fue rebatida por el abogado del Estado, quien señaló que era “sorprendente” que en quince años – de 1992 a 2010, cuando se regularizó- las inversiones no crecieran ni el 1 % y en cambio de 1982 a 1992 aumentaran un 300%. “No sé qué contestarle”, dijo".

Esto que parece un sainete y una broma fue ley en Cataluña durante tres décadas. Pujol, el molt honorable y la insoportable tendencia del refranero a cuadrarla: dime de qué presumes y te diré de qué careces. Jamás se oyó a Pujol fardar de dinero, pero aunque la mona no se vista de seda. O ese otro: a quien buen árbol se arrima le llenan de cagadas los pájaros.

Pujol era la ley y la trampa y Margarita Riviére pudo ver su novela publicada porque vivió para contemplar a Ubú contra las cuerdas. Francesc de Carreras lo cuenta en su artículo de El País: "Margot ha dejado como testamento su novela, su primera novela, su única novela. Consciente desde hacía años de que su tiempo se estaba acabando, un periodo que ha sobrellevado con una elegancia moral insuperable, cuatro días antes de morir presentó Clave K (Icaria, Barcelona, 2015). ¿Una novela más en la actual sobreabundancia del género? No, una novela peculiar, con historia, una historia significativa y reveladora: fue escrita a mediados de los años novena, hace unos 20 años, y no ha podido ser publicada hasta ahora. ¿Por qué? ¿No encontraba editorial que la publicase? Al contrario, fue un encargo, pero la editorial se negó a publicarla. ¿Estaba mal escrita, no tenía interés o no se ajustaba al encargo? Tampoco. Está excelentemente bien escrita, tiene gran interés, entonces y ahora, se ajustaba al encargo. ¿Entonces?".

"Pues entonces, y ahí está lo revelador, e indignante, la novela no se publicó porque la editorial no se atrevió a publicarla. ¿Por qué razón? Por miedo, simplemente por miedo. ¿Miedo a qué? Miedo a que no complaciera a la Cataluña oficial, a los gobernantes del momento, a las represalias. La K del título es el nombre camuflado de Jordi Pujol, también el nombre de Cataluña y del catalán. Se trata de un roman a clef sin apenas disimulo, tan claras son las alusiones a personas y a hechos conocidos que no precisan explicación alguna. Con permiso de Valle-Inclán, la Corte de los Milagros catalana está ahí perfectamente retratada, justo después de las elecciones de 1984, tras la primera mayoría absoluta, en los comienzos de su esplendor".

El Gran K y el gran dictat. Vaya timo. Los periódicos también hablan de la denuncia por violencia doméstica que pesa sobre Juan Fernando López Aguilar, ex ministro de Justicia. En El Mundo, Jiménez Losantos y Santiago González coinciden en un detalle. Escribe el primero: "Cuando se votó esa burda norma, convertida hoy en envilecida herramienta de litigio sobre pensiones y custodia de los hijos en los casos de divorcio, que no cumple su supuesto fin de proteger a las mujeres maltratadas y que se ha convertido en excusa técnica de todos los maltratadores, dijo Don Juan Fernando: "Las denuncias falsas son un coste asumible de la Ley de Violencia de Género". La injusticia no puede ser nunca un "coste asumible", salvo quizás como escarmiento para el legislador. El ex ministro, diputadísimo y eurodiputadérrimo, tras asumir su ley a medias, debería escarmentar del todo. Y pedir que se cambie la ley". Y González recalca: "Pero supongamos que es inocente, tal como proclama, y que está siendo víctima de una denuncia falsa. Habría sido víctima de su propia ley, que lo permite. Recuerden que al ya exdiputado Toni Cantó le cayó hace un par de años la intemerata de manos socialistas (Carmen Montón, Elena Valenciano, Ángeles Álvarez, Eduardo Madina y Miguel Ángel Cortijo, un suponer) por haber dicho en Twitter que la mayor parte de las denuncias eran falsas, aunque cuatro horas después retirase la generalización".

Pues eso, que Toni Cantó ha dimitido de diputado y de candidato de UPyD mientras Rivera prosigue su gira triunfal por España.

8 de abril, santoral de La Vanguardia: Juan de Organyá, Macaria, Amancio, Concesa, Herodión, Máxima, Jenaro, Edesio.