Vida

El ojo morado de Júnior, una mujer y Granados, el del trabuco

El hijo mayor de Pujol practica el pocholismo (sin mochila) a los mandos de un Lamborghini Pajero, como el todoterreno. Corrupción en Madrid. Artículo de Francesc de Carreras en El País. ¿Nacionalismo español?.

10 marzo, 2015 10:37

El síndrome de Estocolmo y el de Münchhausen colisionan en el parlamento catalán. ¿Cómo no conmoverse ante la imagen de Mireia Pujol Ferrusola en estoico voto de silencio? ¿Y cómo no presentarse cual víctima de los apellidos, de los prejuicios, del padre ausente y la madre omnisciente? El paisaje en la comisión después de los Pujol es desolador. Aquello es un secadero de preguntas sin respuesta, de respuestas sin pregunta, de diputados sin guión y de "acusados" con "coartada". ¿Dónde estaba usted la noche en que su padre recibió el archifamoso y misterioso "legado de los Pujol"? "Yo tenía 17 años e iba en vespa, you know?", respondió desde Miami, traje Armani, corbata negra y perfecto "catenglish" el señor Josep Pujol Ferrusola.

Sin embargo, los periódicos se olvidan de Josep y se centran en Oleguer, el broker inmobiliario que según el doctor Trilladas va de hipster, aseado pero informal. Nadie tiene tres mil millones de euros, clama el benjamín. Su hermana calla hasta que estalla contra fray Carrizosa. La historia concluye con la deposición de Josep, MBA, utilities, recruiting, consulting y parapuenting. Reconoce que es rico, que tiene fondos. No está imputado. Es el único. Niega formar parte de una "mafia": "Cada uno va por libre", dice, pero suscribe de la cruz al punto el mitin de su hermano Júnior.

Desde lo de Ernesto de Hannover en la boda de Felipe VI y Doña Letizia no se había visto cosa igual en la Cerdaña. Júnior es como Pocholo y Das va a parecer Formentera en noche de luna llena. O Saint Tropez. Ahí va, al volante de su Lamborghini Diablo el mayor de los Pujol. Apartado "Dicen, dicen, dicen". En El Periódico, versión web sostienen esta singular noticia: "Según ha podido saber EL PERIÓDICO, el primogénito del 'expresident' cenó el sábado en el restaurante 1219 de Das, el mismo restaurante en el que Jordi Pujol júnior celebró el bautizo de su nieta (hija de su hija Mercè Pujol Gironès) el pasado mes de agosto. Acudió acompañado de una mujer y otra pareja, e iba con el brazo en cabestrillo y un ojo morado. Asimismo, este diario ha averiguado que el empresario pagó la cena con billetes de 100 euros".

Y más aún: "El pasado viernes, su automóvil fue detenido por agentes de la Gendarmería francesa en un control en la carretera N-20, entre las localidades de Latour-de-Carol y Porta. El diario 'La Razón' publicó que Pujol júnior llevaba en ese momento 10.000 euros en efectivo, extremo que sus abogados desmintieron categóricamente".

Diez mil euros no es nada, calderilla. Es fama que papá Pujol nunca llevaba dinero encima y sus colaboradores tenían que pagar de su bolsillo los cafeses y las "cocacolas negras" del "president", para quien una fanta era una cocacola naranja o amarilla. Todo es muy confuso. ¿Se puede conducir una bestia parda como el Lamborghini Diablo con un brazo en cabestrillo? ¿Qué le ha pasado a JPF en el ojo? ¿Una mujer? ¿Billetes de cien euros? Y lo más sorprendente: ¿de verdad pagó Pujol?

Esta revista de prensa ha podido saber de buena fuente que Júnior conducía por una carretera comarcal con las ventanillas bajadas y los AC/DC a tope, brazo izquierdo sobre la puerta y lanzando al viento billetes no de cien, sino de quinientos euros que los campesinos de Bolvir recogían con una inclinación de cabeza.

Más noticias. La troika cambia de nombre para volver a Atenas, dice El Periódico. En la portada de La Vanguardia, De Guindos y Varufakis, frente a frente. El ministro de lo nuestro abraza al de los griegos, que sonríe. De Guindos es como el fiscal de la lucha canaria, el pollo del pinar a punto de derribar al ex hombre de moda hace un mes. Varufakis ha pasado de Varufucker a Varujodido por culpa del vil metal y la liquidez. El talón de Tsipras, que no tiene fondos.

Corrupción en Madrid. Portada del Abc y texto de Javier Chicote. Crónica de Francisco Granados, el niño de la coima de la partida de El Ecijano a tenor de la información: "Francisco Granados y su socio, David Marjaliza, diseñaron el negocio perfecto para lucrarse mediante la construcción de colegios concertados. Según testigos y documentos presentes en la investigación de la trama Púnica, el ex secretario general del PP de Madrid y su amigo constructor cobraban una «mordida» de entre 900.000 y 1,2 millones de euros por cada colegio concertado que ponían en marcha. El pagador era Alfedel, una sociedad registrada en Valdemoro que se dedica a promover colegios concertados y luego venderlos a las cooperativas de profesores que los gestionarán. El dueño de esta empresa, Alfonso Ferrón del Río, está imputado por estos pagos. ABC ha intentado recabar su versión de los hechos pero no ha habido respuesta. En cuanto a Granados y Marjaliza, números uno y dos de la trama, están en prisión incondicional desde el estallido de la operación Púnica, el pasado 27 de octubre".

Más madera, portada de El País sobre el comisario Villajero. Escribe Javier Ayuso: "El comisario José Manuel Villarejo Pérez, quien ha sido noticia con frecuencia en los últimos meses por diversos asuntos políticos y judiciales (especialmente por la investigación sobre el ático en Estepona del presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González), compagina su labor de policía con una actividad empresarial. Junto a su actual esposa, Gemma Alcalá Garcés, y el abogado Rafael Redondo Rodríguez participa, y en algunos casos figura como presidente o administrador único, en 12 sociedades que suman un capital social superior a los 16 millones de euros, según datos recogidos por EL PAÍS del Registro Mercantil. Villarejo asegura que todo es normal y que tiene autorización de su jefe directo: el comisario Eugenio Pino, director adjunto operativo de la Policía. Sin embargo, en el Ministerio del Interior no quieren confirmarlo ni desmentirlo; se limitan a explicar que el actual equipo no tiene nada que decir".

En El Mundo, la batalla por el control del PP en Madrid. Esperanza Aguirre "cuenta con Maria San Gil y critica el derroche de Gallardón", se lee en primer página. En la prensa catalana manda la lucha grecorromana y la intervención draconiana de Atenas. Damocles y la espada.

Opinión. Artículo de Francesc de Carreras en El País, en "La Cuarta Página". Le preguntan si existe un nacionalismo español y tras distinguir entre nación identitaria y nación jurídica, sostiene: "Establecidos estos presupuestos, contestemos a la pregunta formulada en el título: ¿existe el nacionalismo español? Naturalmente que sí. Con toda legitimidad democrática, muchos ciudadanos de este país son nacionalistas españoles. Ahora bien, ¿el nacionalismo español es hoy predominante en la sociedad, en el mundo cultural y en el sistema jurídico y político? En todo el siglo pasado, y en buena parte del anterior, tanto el debate social como el intelectual estuvo muy centrado en esta cuestión. Asimismo, la acción política del Estado, un Estado muy centralizado, intentó “nacionalizar” a los españoles, imbuirles de una ideología nacionalista identitaria. La influencia del nacionalismo español fue, entonces, muy predominante".

Párrafos después, escribe: "Pero esto empezó a cambiar hacia los años sesenta y, definitivamente, a partir de la aprobación de la Constitución de 1978. Allí se definió una concepción de nación española en sentido jurídico, entendida como pueblo español, como conjunto de ciudadanos españoles iguales en derechos, sin connotaciones identitarias. España era considerada como un Estado Social y democrático de Derecho, la soberanía nacional residía en el pueblo, en el poder constituyente, y la unidad era compatible con la autonomía política de las nacionalidades y regiones. Esta estructura territorial, la de la España de las autonomías, apenas nadie la rechaza hoy, no hay peligro de vuelta al Estado centralista. Pero además de descentralizarse internamente, España se abrió también hacia el exterior con la entrada en la UE, al ir transfiriendo incesantemente competencias a Bruselas; entre ellas, nada menos que la de emitir moneda. Por otro lado, la fuerte inmigración de los últimos quince años no ha dado lugar a un nacionalismo xenófobo español, no hay partidos de extrema derecha, ni antieuropeos ni antiinmigración, como sucede en la mayor parte de Estados de la UE".

En el Abc destaca el análisis de Hermman Tertsch sobre la botella medio derecha: "No recuerdo bien el dibujo de Mingote en La Codorniz, pero sí aquella célebre frase que decía una de las figuras, no sé si hombre o mujer. Era una frase que cuando más se oyó fue cuando, antes de la muerte de Franco, se decía medio en serio, medio en broma, poco antes de que pasara a ser pura sorna. Era aquella de «Si aquí todos somos de derechas». Hoy estamos en una situación en la que parece cierto todo lo contrario. España es el único país que no tiene una derecha, lo que viene a ser una sana, razonable, lógica, amable, sensata y democrática derecha política. Aquí no hay ya una opción política que se distinga por su defensa de la propiedad y la libertad, de la defensa de la ley y el Estado de Derecho, la unidad y sus símbolos y las instituciones, el respeto a la tradición y el culto a la historia común, de la libertad religiosa, del derecho a la vida, los fundamentos judeocristianos, culturales y de civilización, libertad económica y guerra a la fiscalidad abusiva, fin del despilfarro y racionalización de la administración y territorialidad, defensa de la libertad de educación y de los derechos inalienables del individuo y un compromiso inequívoco en la defensa occidental. No lo hay. Al menos en el Parlamento. Al menos de momento. El ridículo complejo del franquismo les tiene paralizadas las meninges. Cuando no es pensamiento débil es puromiedo. Ni para pedir el voto se atreve ya el PP a hablar de la derecha".

Cultura. Todos los diarios anuncian la exposición de Leopoldo Pomés en La Pedrera, una cita obligada. En La Vanguardia firma la crónica y el avance Teresa Sesé: "A propósito del famoso anuncio del coñac Terry, con la modelo Margit Kocsis cabalgando a lomos de un caballo blanco, los pies desnudos, decía Manolo Vázquez Montalbán que había que agradecerle a su creador, Leopoldo Pomés (Barcelona, 1931), el haber colaborado en la erotización de la España gris y pacata de los 60. Vista la estupenda retrospectiva que le dedica ahora la Pedrera, Flashback, habría que añadir que sin el imaginario visual de Pomés, el país habría sido también menos elegante, sofisticado, luminoso, moderno, bello, divertido, misterioso e inteligente. Una estimulante vuelta al mundo Pomés a través de 140 fotografías -muchas de ellas inéditas-, desde sus tempranas andanzas con los artistas de Dau al Set a los retratos de los que él llama “irrepetibles”, arquitectos, escritores, pintores, modelos, con los que mantiene una relación cercana, cómplice, amorosa (“para hacer una fotografía hace falta amor”, dirá él), que acabará determinando su mirada. “Eso es lo que da a sus fotografías una dimensión y una magia tan particulares. Si no se entiende eso, no se entiende la profundidad de su trabajo”, resume el comisario de la muestra, el escritor e historiador de la cultura Julià Guillamon".

Leopoldo Pomés, sabio y artista, auténtico señor de Barcelona.

10 de marzo, santoral del Abc: Santa María Eugenia de Jesús Milleret de Brou, Attalo, Droctoveo, Macario de Jerusalén y Víctor mártir.