Juegos Florales. Una cursilada monumental entre el "hastag" de poliestireno expandido y el tono Barrio Sésamo, según lo describe Sergi Pàmies. Una hora y cuarto de reloj se tiró Junqueras de charleta informal con una parroquia que a ratos tuiteaba en #meaburro de cabezada en cabezada. Ha sido el no a algo (lo de la "lista de país") más largo de la historia. Encerrona y cencerrada, lo de los discursos sobre la mecánica cuántica de las cartas de navegación entre ninguna parte e Ítaca expresa a las claras la irresponsabilidad, frivolidad e intemperancia de los conferenciantes. Son los nuevos guitarristas locos del rock, los que rompen las "stratocaster" y presentan planes para cargárselo todo, hasta el calendario.
El hecho de que Junqueras haya dado clases en la universidad no sólo alude a sus tablas improvisatorias sino al lamentable estado de los estudios superiores en España. La elasticidad de las identidades es el concepto a seguir, el truño mojón de quien además presume de católico practicante, amante del urdú, admirador del mandarín y profeta de la independencia. El plan en sí es bastante completo y consiste en hacer como hasta ahora: elecciones, "estructuras" de Estado y a vivir que son dos días. Lo de las "estructuras" les delata. Sólo hablan del ministerio de Exteriores y de la Agencia Tributaria, con lo que el paisanaje que vaya quedando se puede dar por advertido. Embajadas e impuestos para financiar más embajadas. De las estructuras de la sanidad catalana no hablan porque quién más y quién menos de todos los partidos tiene un primo o un cuñado al que le va de madre el desmantelamiento y la privatización de los hospitales. Ni de la miseria tampoco hablan. De la corrupción sí, pero a los Pujol ni mentarlos que aún hay clases.
En lo que tiene razón Junqueras es que por separado suman más, porque ni un elector de las CUP va a votar a un partido único con CiU y el pijerío mediático-artístico del star system català, y a muchos votantes de CiU se les gira el duodeno sólo con ver a Fernández y su colección de camisetas, en la que se debe dejar una verdadera pasta puesto que casi nunca repite.
Y ahí estaba Mas, en la fila cero, tomando notas como un periodistilla, concentrado a tope. Y arriba Junqueras, poniéndose en evidencia, delatando su ausencia absoluta de relación con la realidad. Por mucho que visite fábricas de bielas y bujías y se pasee por su pueblo como un alcalde de los años cuarenta, vientre al frente, Junqueras ya se cree el ungido, primer paso para acabar como otro Oriol, el hijo de Pujol y ex futuro presidente de la Generalidad. La grosería de no llevar papeles a una conferencia es menor que la de empezar en plan parabólico con el yo como medida del mundo. Ese rollito de "me encontraba visitando una fábrica (y a punto estuvo de decir que tal factoría estaba en la comarca de la que es cacique) y me se ocurrió una idea". Desde luego, lo de Mas la semana pasada estuvo mejor organizado. El "president", además, ha tomado un curso acelerado de dramatismo con ligeras dosis de humor que representa a la perfección la imagen del capitán atribulado, pero sereno. Mas es más Apostolos Mangouras que Francesco Schettino. Mangouras estaba al mando del Prestige y le cayeron nueve meses por desobediencia grave a la autoridad. Schettino es el fenómeno que ejercía sus dotes de capitán y seductor en esa parodia trágica de Vacaciones en el Mar que fue el Costa Concordia, con 32 muertos. El inefable Schettino, al que se juzga en estos días, ha descargado toda la responsabilidad del naufragio en sus oficiales.
Sólo faltó el pequeño Nicolás a la conferencia que sale en todas las portadas de Madrid y Barcelona. Unidad en la diversidad, portazo a Mas y separados pero unidos son los vectores de titulares y crónicas. También copa primeras planas el nombramiento de Alfonso Alonso como ministro de Sanidad, que se interpreta como una victoria interna de la vicepresidenta Sáenz de Santamaría. Alonso fue alcalde de Vitoria y portavoz en el Congreso.
Antes que lo de Junqueras y lo de Alonso pasó lo de Andreu Mas-Colell y los presupuestos autonómicos para 2015. Sí, han leído bien. Estamos que nos vamos de España pero por si acaso vamos a hacer como que nos quedamos o quedemos. La historia es de una complejidad absoluta que Àlex Gubern, en el Abc, acierta a condensar en pocas líneas: "Sin apoyos políticos para sacarlos adelante, y con un agujero contable de 2.500 millones de euros. La Generalitat de Cataluña presentó ayer el proyecto de presupuestos para 2015, unas cuentas que en otras circunstancias podrían explicarse como los números del inicio de la recuperación, pero que en el contexto actual pueden acabar convertidas en un proyecto fallido. De entrada por la posibilidad de que el adelanto electoral obligue a enterrar el proyecto y obligue a prorrogar las cuentas de 2014, y en segundo lugar porque anota en la previsión de ingresos hasta 2.500 millones que en buena parte están condicionados a la negociación con el Gobierno. Lo explicó el consejero de Economía, Andreu Mas- Colell: «Son unos presupuestos intensamente políticos»".
Tan políticos que parecen de Podemos en lo impracticable. Y eso que como denuncia El Periódico rebajan los servicios sociales al nivel de gasto de hace una década. Semejante obscenidad no impide a CiU teorizar sobre las longanizas y los perros.
Ha bajado el paro en 14.000 personas, el mejor dato de un mes de noviembre desde 1996. ¿Comienza la recuperación? No está del todo claro, pero se insiste en la idea de un cierta creación de empleo, si bien de baja calidad, como cuando los contratos basura.
Dice Joaquín Luna en La Vanguardia que le han dicho que Podemos se quiere cargar los toros, la Fiesta de los Toros, también dicha Nacional. Se exclama el columnista: "Hay que prohibir los toros en la Nueva España. Y el gin-tonic floreado, las tertulias plurales de TV3 y las cenas de empresa. Conviene empezar de cero y olvidarse de las tonterías de Mayo del 68 –“prohibido prohibir”– que han marcado Occidente. Como aficionado catalán, lo agradecería porque en lugar de viajar a Olivenza, Pamplona o Madrid descubriría Dax, Mont-de-Marsan o Arlés y comería queso con Juliette. El toro bravo para los carteles de Osborne y que la Nueva España garantice una sociedad mejor en la que los mejillones puedan morir sin ser escabechados y los percebes vivan dignamente en una roca como idiotas".
3 de diciembre, San Francisco Javier, patrón de Navarra y de las misiones. Agrícola, Claudio, Crispín y Jasón.