Una llamada alertó de un chico con una pistola que estaba asustando a la gente en una zona de juegos infantiles. No obstante, la persona que llamó no sabía si era un arma de fuego real. El joven no amenazó a los agentes –que según la policía no habían escuchado los detalles de la llamada- ni les apuntó con una réplica de una semiautomática Airsoft sin el círculo naranja que la identifica como tal.
El chico, identificado como Tamir Rice, recibió dos disparos el pasado sábado por la tarde y murió en el hospital durante la madrugada del domingo. Los hechos están siendo investigados por la familia de Tamir que, en caso de observar que los derechos de Tamir hubiesen sido violados, iniciarían una demanda contra la policía.