Vida

Sostres regresa al 'Avui' y anuncia que es "hijo de Pujol"

El doctor Trias tiene un plan para el control digital absoluto de los barceloneses, según El Periódico. Las interioridades de los nueve fiscales de Cataluña, al descubierto en El Mundo. Barcelona y las estatuas.

19 noviembre, 2014 10:38

No tenía suficientes problemas Jordi Pujol y le nace un octavo hijo. Y no un hijo cualquiera, sino uno que afirma que "escribir es meterse en problemas". Este octavo pasajero del clan Pujol-Ferrusola es ni más ni menos que Salvador Sostres, firma habitual en El Mundo, y que ha pedido regresar por un día a la que fuera su casa de toda la vida, el Avui (ocho años y medio de felicidad, afirma), para revelar la exclusiva de día, que no es otra que se considera hijo del presidente catalán. Y con ese bombazo firma una colaboracion bajo el título "Yo, el hijo del presidente Pujol". Tras agradecerle la educación integral en catalán, la creación de TV3 y de un "paisaje institucional", Sostres carga la pluma y se explica: "Si he pedido, aunque sólo sea por un artículo, regresar hoy a mi diario -afirma Sostres- es porque no he podido aguantar, sencillamente no he podido, ver como después de la confesión, el catalanismo mediático y político, con los convergentes al frente han procedido a su linchamiento y a la demolición de su legado".

Y remata: "Yo soy el primero que podría echarle en cara tanto cinismo. Pero me llamo Salvador Sostres, tengo 39 años, soy hijo del presidente Pujol y si hemos llegado hasta aquí fue porque él nos construyó un país allá donde sólo había socialstas acomplejados y españoles, hablando de folclore y autogestión".

Tras la ampliación de la familia Pujol, nada en los periódicos resulta tan sorprendente, pero ahí vamos.

El sainete de los fiscales, las teorías metropolitanas del general Jaime Dominguez Buj, los comentarios del portavoz Floriano y el "jet-lag" de Mariano Rajoy son el pasto y las bellotas de los periódicos. El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, se reúne hoy con sus subordinados para recabar apoyos a su querella catalana. En el ámbito jurídico se llaman «querella catalana» las acciones encaminadas a entorpecer un proceso; a parecer inocente cuando se sabe que se va ser acusado de algún delito (dar antes de que te den, dicho a la llana) o también a las demandas penales para conseguir una peritación gratuita en caso de haberse presentado una primera demanda en la vía civil, de la que se infiere una peritación privada y, por tanto, a pagar.

La fuente de autoridad jurídico-periodística que es María Peral escribe en El Mundo sobre las interioridades y bizantinas controversias de los fiscales catalanes: "La culpa de que se aprecien "obstáculos jurídicos" para querellarse contra el presidente de la Generalitat, Artur Mas, por desobedecer al Tribunal Constitucional, la tiene el propio Tribunal Constitucional. Así se desprende del informe elaborado por los miembros de la Fiscalía Superior de Cataluña, para los que es "discutible" que haya habido una "orden" del TC para que la consulta soberanista se llevara a cabo".

Continúa la crónica: "En el dictamen, conocido por EL MUNDO, los fiscales de Cataluña llegan a sostener que "la convicción del TC" a la hora de parar la consulta "ha resultado limitada" porque la medida cautelar viene impuesta por la Constitución, "y con ello cabe plantearse si podemos hablar propiamente de una desobediencia a la 'voluntad' del órgano decisorio". El informe suscrito por unanimidad por la Junta de Fiscales de la Fiscalía Superior de Cataluña parte de la afirmación, como "hecho notorio", de que el pasado 9 de noviembre se celebró en Cataluña una "consulta [sic] planificada y auspiciada por el Govern de la Generalitat", en la que se llamó a los catalanes a "pronunciarse mediante voto escrito y secreto sobre el futuro político de Cataluña, y en concreto, sobre si debía constituirse en un Estado y si ese Estado debía ser independiente de España"". La culpa de que se aprecien "obstáculos jurídicos" para querellarse contra el presidente de la Generalitat, Artur Mas, por desobedecer al Tribunal Constitucional, la tiene el propio Tribunal Constitucional. Así se desprende del informe elaborado por los miembros de la Fiscalía Superior de Cataluña, para los que es "discutible" que haya habido una "orden" del TC para que la consulta soberanista se llevara a cabo.En el dictamen, conocido por EL MUNDO, los fiscales de Cataluña llegan a sostener que "la convicción del TC" a la hora de parar la consulta "ha resultado limitada" porque la medida cautelar viene impuesta por la Constitución, "y con ello cabe plantearse si podemos hablar propiamente de una desobediencia a la 'voluntad' del órgano decisorio".El informe suscrito por unanimidad por la Junta de Fiscales de la Fiscalía Superior de Cataluña parte de la afirmación, como "hecho notorio", de que el pasado 9 de noviembre se celebró en Cataluña una "consulta [sic] planificada y auspiciada por el Govern de la Generalitat", en la que se llamó a los catalanes a "pronunciarse mediante voto escrito y secreto sobre el futuro político de Cataluña, y en concreto, sobre si debía constituirse en un Estado y si ese Estado debía ser independiente de España". Los nueve fiscales de Cataluña también dan por cierto que una página web de la Generalitat sirvió "de órgano institucional de referencia para difundir los mensajes propagandísticos de la Generalitat en los que se animaba a los ciudadanos a participar en la consulta". Desde ese sitio web se organizaron aspectos de la consulta, como la propia papeleta a utilizar, que se ofrecía en formato descargable".

Esto es que la culpa fue del chachachá y de todo lo demás. Los fiscales catalanes quieren actuar, pero actuar para nada es tontería, alegan. Han pasado de la rebelión, la desobediencia y el motín a la sutil refutación de la conveniencia de actuar contra Mas. En eso coinciden, casualmente sin duda, con los pronunciamientos editoriales de los medios de comunicación catalanes. Eso es lo que se confunde en Madrid con la "contaminación" y que no es más que el alegre, plácido y masivo discurrir de los acontecimientos en Barcelona. Qué ciudad, qué clima, qué de matices, del foie con mermelada de cerezas de pastor a los aires de boletus con crema de cabalaza y trompetas de la muerte. Mas es un tipo legal que no ha desobedecido a nadie porque nadie le dio orden ad hominen alguna.

El nacionalismo está que se sale, cabalga de triunfo en goleada desde el 9N. El nacionalismo es Mas, porque las bofetadas en las CUP y en ERC son de antología. Arrufat y Fernàndez discrepan abiertamente, así que mientras el primero escudriña un "pacto de las élites" del Puente Aéreo (el foro empresarial, no la discoteca), el segundo se deja fotografiar rozándose con Mas entre sonrisas. El lenguaje corporal entre ambos es de una cercanía impropia de caracteres antagónicos, pero así son las cosas. En cuanto a Junqueras, no llora ni mama, sino que brama, ruge y a ratos delira en la trampa para elefantes tendida por el capitán Mas.

El "relato" principal, sin embargo, es coincidente. Algo no funciona en la contraparte más allá incluso del clásico "guest star" que tanto gusta en Cataluña, el militar en camisa de once varas cuyas "aportaciones", convenientemente cocinadas, elevan la moral de victoria de la coronela de papel. La gallina de piel, se les pone. Como a Cruyff.

Como siempre, la carta de navegación con las mejores anotaciones sobre bajíos, barreras coralinas y formaciones rocosas es el artículo de Francesc de Carreras en El País en el que comenta las cuatro décadas de vida que ha cumplido Convergència, partido, movimiento, secta y eje sobre el que pivota la pelota del proceso. Escribe el profesor: "No fue Pujol un buen gestor. Pero cometió otro error aún más grave: no sólo gobernó unas instituciones políticas, sino que controló a los catalanes. Convirtió a una comunidad autónoma en un régimen: además de ser un buen ciudadano, es decir, cumplir las leyes, había que ser también un buen catalán y quien definía el grado de catalanidad era él".

Concluye el autor: "Pujol tenía una idea prefijada de Cataluña que al fin se ha cumplido. José Bono, en sus memorias, explica que Pujol le confesó un día a Paco Fernández Ordóñez lo siguiente: “La independencia es cuestión de futuro, de la generación de nuestros hijos. Por eso los de la actual generación tenemos que preparar el camino con tres asuntos básicos: el idioma, la bandera y la enseñanza”. Se olvidó de los medios de comunicación. Pero 40 años después, no hay duda que a la situación actual no nos ha conducido ni ERC, ni el PP, ni el TC, ni Zapatero. Es el triunfo —o la derrota, ya veremos —de la CDC de Jordi Pujol".

La última hora del dilema electoral la sirve Alfons Quintá en Crónica Global. Según sus calibres, higrómetros y más que fiables fuentes, a estas horas Mas ha decidido que aprovechará la conferencia del próximo martes para anunciar el adelanto de las elecciones.

La actualidad local tiene dos grandes jalones en la prensa del día. Quim Monzó, en La Vanguardia, se solaza con el resultado de cierto concurso de popularidad de las estatuas de Barcelona, una encuesta ciudadana para determinar a la miss o mister escultura o conjunto escultórico de la Ciudad Condal. Estatuas y Barcelona suena a lejía con limón. Es como si en Madrid hicieran un concurso con sus mejores playas urbanas. En cualquier caso, a Monzó le interesan menos las estatuas que contribuir a la causa, por lo que distingue al presidente del grupo municipal del PP en Barcelona, Alberto Fernández, como enemigo jurado del buen gusto barcelonés. Afirma el columnista y escritor: "Para mí, la sorpresa ha sido que los votantes hayan escogido también David y Goliat de Antoni Llena, situada en la Vila Olímpica, en la plaza dels Voluntaris, junto a la torre Mapfre y el hotel Arts. Creo que es una de las mejores esculturas públicas de la ciudad. El día que la execrada Homenaje a los castellers de la plaza Sant Miquel, también obra de Llena, entre en la lista de esculturas preferidas de Barcelona, al incomparable Alberto Fernández Díaz –que abominó de ella con el recurso chapucero de compararla con el alambre de un tapón de champán– le sobrevendrá un eccema seborreico".

Alberto Fernández también es reo de haber llamado abrevadero a la zanja de Els Jardinets de Gràcia, que es mejor no traducir, no como Vic, que en español es Vich. Por otro lado, predecir un eccema seborreico es comprar muchos números para que el karma te devuelva un forúnculo purulento en la ingle. Esculturas y Barcelona... Más café.

El problema en Barcelona no es considerar escultura a una mierda de perro, sino los inquietantes planes del doctor Trias, que desvela en El Periódico Carmen Jané: "Los miles de datos sobre los barceloneses que es capaz de generar el Ayuntamiento de Barcelona convergerán en un único sistema informático capaz de cruzar esta información y proporcionar conclusiones que mejoren la gestión de la ciudad. El proyecto, encabezado por el Institut Municipal d'Informàtica, que dirige Manel Sanromà, pretende poner orden en lo que ahora es una multiplicidad de fuentes, proveedores y sistemas, que no siempre pueden trabajar juntos".

Lo tienen todo y lo van a saber todo. Las aplicaciones del ingenio son peores que las funciones de Robocop. Es el totalitarismo 2.0, una pesadilla hecha realidad gracias a la munificencia municipal.

19 de noviembre, Abdías, Baldomero, Crispín, Dionisio y San Simón.