Los amantes de los trenes rápidos japoneses están de enhorabuena. Un centenar de personas han podido vivir la experiencia de subirse a un tren experimental Maglev (Shinkansen) y alcanzar una velocidad de más de 500 kilómetros por hora durante un trayecto de unos 43 kilómetros entre las poblaciones japonesas de Uenohara y Fuefuki.
Lo que diferencia al tren Maglev del conocido ‘tren bala’ japonés, que llega a los 320 kilómetros por hora, es que el primero se fundamenta en una tecnología de levitación magnética que reduce mucho la resistencia al movimiento que ofrece los raíles.