Tormenta, tempestad o terremoto. Las categorías de los escándalos políticos, de la corrupción, se establecen por sus efectos en la moral pública. La confesión de Pujol el 25 de julio fue un temblor de tierra con réplicas recurrentes. La última es que David (el sandalio) Fernàndez será el presidente de la comisión parlamentaria sobre el particular. Tempestades serían las peticiones, indagaciones y sospechas de un juez de Liechtenstein sobre las actividades del patriarca del catalanismo. Lo mismo que las tarjetas opacas fueron un terremoto, lo de Rato es tempestad y lo de Ángel Acebes, último imputado ilustre, es una tormenta, fenómeno que puede quedar en amago de tempestad o principiar un huracán tras el choque de un anticiclón (la Audiencia Nacional), con una borrasca latente (Bárcenas).
En politica, aquí y allí, jarrea a mares y las rachas de viento rasgan los paraguas. Es un chaparrón marrón, como cuando las particulas en suspensión se combinan con el agua y llueve barro por no decir otra cosa a estas horas. Algunos periódicos aprovechan la irrupción en escena de Ángel Acebes, ex ministro de Interior y ex secretario genral del PP, para saldar viejas cuentas. Así, El País titula "Acebes, primer secretario del PP imputado por la caja de Barcenas". El texto corre a cargo de Fernándo J. Pérez, que escribe: "El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz elevó este martes el listón de la responsabilidad penal en el caso de los papeles de Bárcenas, sobre la contabilidad secreta del PP. En un auto —resolución razonada— emitido este martes, el magistrado citó como imputado a Ángel Acebes, secretario genreal del PP entre octubre de 2004 y junio de 2008. El juez sospecha que el antiguo número dos de la formación conservadora y exministro de Justicia e Interior autorizó el uso de 446.300 euros de la contabilidad b entre 2004 y 2005 para comprar acciones de Libertad Digital. Acebes, el primer secretario general que tuvo Mariano Rajoy al acceder a la presidencia del PP en octubre de 2004, es el más alto cargo del PP imputado tanto por el caso Gürtel de corrupción como por los papeles de Bárcenas, investigación derivada de aquella. Sus antecesores en el puesto Javier Arenas y Francisco Álvarez-Cascos y su sucesora y actual secretaria general, Dolores de Cospedal, han comparecido también ante el juez, pero siempre como testigos".
La Vanguardia también lleva este asunto a su primera página y es el tema de la carta habitual de Màrius Carol, que pasa factura a Acebes por el 11-M. Escribe el director del diario de Godó: "Ángel Acebes, aquel hombre que nos dijo que había dos líneas de investigación cuando los servicios secretos de medio mundo sólo atendían a una tras el atentado del 11-M del 2004, está viviendo los peores años de su vida. (...) Ayer la Audiencia le volvió a implicar por suscribir acciones de un medio digital con cargo a la caja B de Bárcenas. Esta vez sí que hay dos líneas de investigación y una carrera política descarrilada".
¿Y qué dice Libertad Digital? ¿Dará esta noticia? ¿Explicará alguna cosa al respecto? Pues sí que la da. Durante buena parte de la tarde de ayer abrió la portada del "medio digital" y aún hoy está entre las destacadas. Bajo la firma de Libertad Digital, el texto apunta: "El magistrado ha imputado a Acebes un delito de apropiación indebida en su modalidad de "comisión por omisión" por "su responsabilidad respecto al eventual conocimiento y autorización de la operación", enmarcada en la ampliación de capital de Libertad Digital, y al hecho de que estos fondos acabaran "siendo detraídos por sus iniciales destinatarios aprovechando éstos la opacidad de los mismos". De hecho, el auto detalla cómo la compra de acciones de Libertad Digital se utilizó presuntamente como una pantalla para detraer esos fondos, ya que los compradores las vendieron poco después para presuntamente quedarse con el dinero más la plusvalía generada o bien devolver el dinero a la caja B del PP. Así se detalla en el auto:
Francisco YÁÑEZ compró un total de 1.100 acciones por valor de
121.000,00€ el 29.10.04, las cuales consigue vender el 21.12.04 por el mismo importe a la empresa PLANYCON 2002 SL CIF B-83599860 cuyo administrador es Antonio VILELLA JERÉZ, retornando el dinero obtenido de la transmisión de nuevo a la caja B del PP.
Álvaro DE LAPUERTA compró el 29.10.04 un total de 1.270 acciones por valor de 139.700,00€. Fue titular de éstas hasta el 20.03.2007, momento en el que las vendió a la propia empresa LIBERTAD DIGITAL como autocartera por importe de 209.550€ (precio de venta 165 euros por acción) obteniendo unas plusvalías de 69.850€, no constatándose, de lo hasta ahora actuado, un retorno a la caja B de la formación política de los fondos obtenidos.
En el caso de Rosalía Iglesias, esposa de Luis Bárcenas, el dinero anotado por la compra de acciones de LD fue de 149.600 euros, pero las vendió poco después de adquirirlas, sin que conste que ese dinero retornase a las arcas del partido. El juez investiga si ese dinero fue destinado a la compra de una casa en la estación de esquí de Baqueira en Lérida en el año 2005 por exactamente la misma cantidad: 149.000 euros".
De la transparencia a lo negro. En el apartado Rato, la irrupción de Barcenas afloja la presión sobre los detentadores de las tarjetas opacas. El Mundo, La Razón y Abc destacan en sus portadas el expediente Pujol en Liechtenstein, que en síntesis de Janot Guil para el Abc es: "En su escrito, que llegó el pasado 14 de octubre al Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona, la Policía Nacional informa que, a través de Interpol-Vaduz, ha recibido hace unos días una comunicación electrónica en la que comunica la existencia de «un procedimiento penal abierto por la Pricely Court of Justice, con el número 14 UR.2014.405». La causa, añade el escrito, se ha abierto por unas «sospechas de blanqueo de dinero» contra una persona identificada como Jordi Pujol, de nacionalidad española y nacido el 9 de junio de 1930. Posteriormente Interpol-Vaduz confirmó que se trata del expresidente catalán. En el escrito remitido por el juez de Liechtenstein no se precisa en qué se sustentan las sospechas de blanqueo ni se detalla ninguna información de la investigación sobre el posible origen –lícito o no– del dinero que Pujol habría blanqueado en este país".
En El Mundo, Germán González añade: "El objetivo de la petición de Interpol-Vaduz, sostiene la Policía Nacional, es solicitar, a instancias del juez Michael Jehle que investiga el caso, "que puedan facilitarse en su caso registros de antecedentes y condenas". Según el oficio de la Interpol española, en un escrito posterior del pasado 8 de octubre, Liechtenstein precisó que el requerimiento tiene la finalidad de "preparar una solicitud de comisión rogatoria", por lo que pide información sobre la autoridad judicial que tenga abiertos procedimientos en España contra Jordi Pujol".
En La Razón no sólo destaca en portada este caso, sino una comparecencia en esa casa de Carlos Lesmes, a la sazón presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, que afirma: "La ley actual está pensada para el 'robagallinas' y no para el gran defraudador". No es una noticia, sino la enésima confirmación de que con estos bueyes hay que arar y de que en España la responsabilidad personal, en este caso la de los jueces, no vale nada, no cuenta, no existe. Siempre hay una explicación elusiva, lo que no sólo es una especialidad de la política catalana. Eso sí, aquí se cultiva como las espumas (que primero fueron aires) en tiempos de Ferran Adrià.
Con esa ley actual que no está pensada más que para joder a los robagallinas tipo El Lute y proteger a los capones tipo Al Capone, Laporta y unos cuantos directivos más pueden acabar embargados por las pérdidas de una remota temporada del Barça y hasta Núñez padre y Núñez hijo podrían ingresar en prisión por causas ajenas, en este caso, al más que un club.
En el caso catalán propiamente dicho, la novedad es la desunión total, la dispersión absoluta, el retorno de las CUP a sus orígenes y la reunión de hoy entre Mas y Junqueras, última oportunidad para restaurar la unidad, último acto para acabar de tirarse las porcelanas de la abuela por la cabeza o el comienzo de una renovada amistad. Cualquier cosa es posible, incluso la confirmación "fatal" de que lo de CiU y ERC es imposible. La bronca de los periódicos catalanes a los políticos alcanza cotas morales dantescas. Hay quien casi llega a la blasfemia y hay quien supera esa barrera. La ínclita Pilar Rahola resume el desencanto y la furia ante el uso de la unidad en vano. Da pánico, mucho más que una amonestación de Forcades, una bronca de Casals o una mirada de Forcadell. Escribe Rahola, en La Vanguardia, claro, lo siguiente: "Y no se salva ni Dios, porque tanto montan los de la bicicleta, que ahora les da por no querer votar en una votación ciudadana –ellos que van de adalides de la participación–, como los republicanos, que tienen una necesidad algo infantil de marcar paquete ante los convergentes, como los susodichos que, en boca del amigo Homs, últimamente callados estarían más bonitos. A excepción de los de la CUP, que siendo los más puretas de todo resulta que son los más prudentes, estamos viviendo una explosión de palabras sobrantes y una acuciante escasez de silencios inteligentes. Mucho ruido y ninguna nuez, por reinventar el clásico".
¿El amigo Homs? Pobre consejero. ¿Qué sabra él de estar callado?
"En tiempos de confusión" es el nombre del artículo de Francesc de Carreras en El País. Es, como siempre, una pieza brillante y algo de luz en los orígenes del quilombo catalán actual: "Lo que está sucediendo estas últimas semanas en la política catalana no puede sorprender a quien haya estado atento a su evolución de los últimos años. Una de las claves para entender esta situación está en que quien lleva la batuta, directa o indirectamente, es ERC, un partido que nunca ha engañado a nadie excepto a aquellos que ingenuamente se han dejado engañar: primero el PSC, después CiU, siempre —al menos hasta ahora— ICV".
Continúa De Carreras: "En efecto, el partido que hoy dirige Junqueras es independentista y republicano, es decir, un partido antisistema, no en el sentido económico y social —como los de extrema izquierda— sino constitucional: nunca ha considerado a la Constitución como propia, siempre como la de un Estado ajeno del que quiere separarse para formar otro Estado y aprobar otra Constitución. Quien se arrima a ERC ya sabe a lo que se expone: en cualquier momento puede ser víctima de su deslealtad que no es otra cosa que un reflejo de la fidelidad, por encima de todo, a sus ideas y principios. El lema ¡Todo por la Patria! no es solo patrimonio de la Guardia Civil de antaño".
El pronóstico del profesor de derecho constitucional es inquietante para los partidarios del proceso: "A esto hemos llegado: los identitarios de siempre, los económicos al estilo de la Liga Norte, los engañados por el derecho a decidir y los antisistema socioeconómico que sienten empatía por otros antisistema muy distintos e intentan sacar provecho de ello. Un batiburrillo ciertamente caótico aunque de momento eficaz. Hasta hace muy poco todo ha sumado y hasta multiplicado, ahora todo esto empieza a dividir, quizás pronto todo comience a restar. Aunque, en tiempos de confusión, nunca se sabe lo que puede llegar a suceder".
Ha fallecido Ben Bradlee, director The Washington Post, que supervisó la cobertura del Watergate. El periodista, que tenía 93, quería decir que ha muerto de alzheimer. Y el santoral: 22 de octubre, Juan Pablo II, Marcos, María Salomé y Melanio. Tal día como hoy de 1978 inició su pontificado Karol Wojtila, san Juan Pablo II.