Según la matemática catalana (Pitágoras era de Cambrils), en la concentración de la plaza de Cataluña de este domingo había 380.000 personas, cifra que se obtiene de la multiplicación por diez del número de asistentes que calcula la Guardia Urbana de Barcelona. En las matemáticas normales, las del resto del mundo, las 38.000 almas son el dato que nadie cuestiona. Claro que si la manifestacion hubiese sido un acto de afirmación soberanista, indepedentista, separatista o "referendumdista" en lugar del Doce de Octubre en la capital catalana, del medio millón no bajaba ni la Guardia Urbana, ni TV3, ni el Meteosat de Oriol Pujol, además de los organizadores, la Generalidad, la ANC, Òmnium Cultural y Manolo el del Bombo.

Es una batalla perdida. Un catalanista vale por diez, es más alto, más disciplinado y mucho más visible. Así que además de silenciosa, la mayoría catalana corre el riesgo de convertirse en invisible. Lo dice claro Francesc Marc Álvaro en su habitualmente ponderada, objetiva y constructiva colaboración en La Vanguardia: "El grupo Societat Civil Catalana (SCC) no se salió ayer con la suya a la hora de llenar la plaza Catalunya, a pesar de tener la colaboración de la mayoría de medios públicos y privados de España, el apoyo de los dos grandes partidos españoles, y muchos recursos, el origen de los cuales –por cierto– todavía no se ha explicado". ¿Grupo? ¿Muchos recursos? Una banda y que España nos roba.

Contínúa Álvaro su magnífica pieza analítica, una muestra antológica del pensamiento dominante: "El fracaso de la convocatoria de los unionistas muestra el problema de fondo. SCC hace dos batallas a la vez: contra cualquier consulta y contra la independencia. La ausencia de grupos relevantes que defiendan una Catalunya dentro de España pero acepten la consulta pone de manifiesto que el unionismo catalán organizado no tiene fe alguna en sus propios argumentos y que sólo se fía del poder condigno del Estado. Si tienes a favor los tribunales, los inspectores de Hacienda y la Guardia Civil, no haces ningún esfuerzo por decir nada nuevo. Te limitas a presentar el soberanismo como “una forma de populismo” y esperas que el TC ponga en marcha la apisonadora y que nada se mueva". Ahí está, el "fracaso".

La tesis de Álvaro en La Vanguardia es el "relato informativo" de El Periódico, que dedica una doble página para advertir que "El 12-O se estanca". Hubo más gente que el año pasado, es la Fiesta Nacional en Barcelona y continúa el torpedeo propagandístico del Tricentenari. ¿Y el 12-O se estanca? Esa fiesta, y en Barcelona, es un milagro, un hecho tan singular, inaudito y extraordinario que por sí solo ya da para cuestionar la mitad de los presupuestos del totalitarismo nacionalista.

Nada, ayer no pasó nada. En cambio, en lo que no son los "unionistas", la fe es absoluta. Artur Mas descansó, declinó hacer declaraciones, pronunciamiemtos, discursos o entrevistas, que es de lo que habla María Jesús Cañizares en Abc: "Las garras las reserva Terribas para Alicia Sánchez-Camacho. ¿Por aquello de que la mujer es una loba para la mujer? Quizá. Lo cierto es que la presidenta del PP catalán fue recibida por periodistas «de la casa» vestidos con camisetas de la «V» independentista de la Diada del pasado 11 de septiembre. (...) Obviamente, cada uno viste como quiere, pero cabe preguntarse qué pasaría si el presidente Mas fuera recibido en TVE o RNE con símbolos sobre la unidad de España".

Fenomenal. "Periodistas" con la samarreta de la causa, la de la V que es nuestra cruz gamada, el símbolo omnipresente junto al 9-N y la cubana. Este es el nivel Manuel. Apuntes del tiempo. Toni Bolaño, en La Razón, se confiesa creyente y afirma que "San Pedro es constitucionalista", que es como titula su pieza sobre el Doce de Octubre. Se carcajea de la previsiones meteorológicas de TV3 y recuerda, de paso, lo de Oriol Pujol. TV3 no es Polonia. TV3 es Pionyang con ¿periodistas? uniformados y partes meteorológicos adulterados.

En El Mundo, Fernando Lázaro sigue tras los pasos del clan Pujol e informa: "El Principado de Liechtenstein sigue teniendo el apellido Pujol entre sus objetivos policiales. EL MUNDO desveló el pasado mes de septiembre que el paraíso fiscal había enviado información a España sobre posibles vínculos societarios entre Artur Mas y Jordi Pujol. Ahora Interpol de aquel país reclama datos a la Policía española sobre el ex president de Cataluña. La colaboración para destejer la trama de corrupción que salpica a todo el clan continúa. En concreto, Interpol de Vaduz, la capital de Liechtenstein, ha solicitado colaboración policial a sus colegas de Interpol España. En concreto, el pasado miércoles día 8, los responsables policiales de aquel país remitieron un correo electrónico al estamento policial competente del Ministerio del Interior en el que reclamaban información policial sobre Jordi Pujol. Según informaron a EL MUNDO fuentes cercanas a los remitentes, los investigadores de Liechtenstein piden los antecedentes penales o policiales e información sobre las pesquisas que están abiertas sobre Jordi Pujol. En el escrito remitido por los responsables de Interpol en Vaduz no se incluye el segundo apellido del Jordi Pujol que está en su punto de mira. Pero sí aporta una fecha en el correo: 9-06-1930. Pocas dudas ofrece, pues, sobre quién se está refiriendo Interpol-Vaduz".

Arcadi Espada, en el mismo periódico, aborda la Fiesta Nacional o "La fiesta nacional", que es como encabeza su artículo. Y escribe: "El hermano borde, aunque gemelo, de la España Imperial, del Faro de Occidente, de la España que descrubió el Atlántico y conquistó Perejil es este país que se propone cada día a sí mismo como la agonía dee la civilización y el dorso de la democracia (...) España no es una gran nación, sino algo mucho más importante: una nación normal. Una nación del primer mundo donde tratar a los enfermos de ébola acarrea los mismos problemas, y las mismas letales incompetencias, que en Tejas".

De Cataluña y la celebración del Doce de Octubre se ocupa también Federico Jiménez Losantos, que comienza así su columna: "Mientras decenas de miles de catalanes, incluidos los que militan en su partido personal (PP), se manifestaban en Barcelona defendiendo la nación española y la condición de españoles de millones de catalanes que viven acorralados por la violencia diaria del separatismo, Rajoy los apuñalaba con un articulejo en elpais.cat del que no se sabe qué asombra más, si la forma roma del bobo solemne sin criterio o el fondo de solemne traición a la nación y a su Constitución que juró cumplir y hacer cumplir. Sólo una involuntaria nota de humor amenizaba su estropajoso peñazo: que la salida de elpais.cat «es una excelente noticia para la lengua catalana». Si es como el catalán oral exhibido por Joan Lluís Cebriá en la puesta de largo del invento, con la Vicetodo de grupie y Pedro Sánchez de grumete, me parece un acto de agresión totalmente injustificado, aunque a la luz de las cuentas prisaicas que cuida soraia.cat resulte comprensible. El «relaxing cup of café con leche» es una oda de Keats comparado con el catalá de Cebriá".

Esta semana es la semana, según la prensa local. ¿A ver cómo explica Artur Mas que no hay 9-N?

13 de octubre, Chelidonia, Florencio, Geraldo, Ángel, Jenaro, Rómulo y Marcial.