El volcán islandés Bardarbunga ha dejado de expulsar ceniza, que amenaza el tráfico aéreo , pero ha expulsado más lava el pasado miércoles en la región de Holuhraun. Las grietas abiertas lanzan lava a 50 metros de altura y una columna de gases y vapor de agua se eleva a cuatro kilómetros de altitud.
Las autoridades han bajado un escalón el índice de peligro por cenizas volcánicas de la aviación pasando de la máxima, la roja, el pasado domingo, a la naranja. La agencia meteorológica ha asegurado que la erupción se mantiene en un nivel estable aunque ha advertido que no se debe bajar la guardia.
En cuanto a la erupción, ya cubre un área de 6,2 kilómetros cuadrados y avanza hacia un río del noreste y la actividad sísmica se mantiene.
El volcán Bardarbunga es el segundo más alto de Islandia, con unos dos mil metros de altura, y se encuadra dentro de un sistema volcánico situado debajo del glaciar Vatnajökull, en el centro del país.