Una pareja que navegaba por las gélidas aguas de Newfoundland, en Canadá, admirando la belleza natural del paisaje, fue sorprendida por el repentino desplome de una enorme masa de hielo en forma de arco, a unos 30 metros de distancia, que provocó una ola de aspecto amenazador con dirección hacia su embarcación.
A continuación, Wanda Stead, asustada por la ola que surgía del desplome de agua y hielo y el estruendo del colapso del bloque, empezó a gritar a su marido Rick 'corre' y 'vamos' de forma repetitiva y desesperada. Afortunadamente la cosa no pasó del susto y asegura a la 'CBS' que compartió su experiencia en YouTube para aleccionar sobre qué puede pasar si una persona desprevenida se acerca demasiado a un iceberg.