Desde que estalló el proceso se han practicado tres grandes autos de fe políticos en Cataluña. Alicia Sánchez-Camacho fue la primera en sufrir las consecuencias del tribunal nacionalista del derecho a decidir a cuenta del espionaje de Método 3. Después fue Pere Navarro, a quien le cayó la del pulpo y la del inglés por nadar a contracorriente del antedicho derecho. Y ahora Duran, contra quien se arremete en la prensa con una saña a lo Torquemada en Fuenteovejuna. Al líder de la democracia cristiana en Cataluña y presidente del "Grupo Catalán" en Madrid, que así se llama lo de CiU en el Congreso, le escriben auténticas necrológicas políticas, todas con un punto de duda, de no caerá esa breva de que Duran dimita y se vaya, fin de la historia y de las pijadas de Duran. La crudeza de los directores del Ara y El Punt Avui es la de los caníbales ante un pollo descabezado. Carles Capdevila, de Ara, afirma que Duran "es el fino analista de la realidad que no acierta nada". Xevi Xirgu, en el Avui, se malicia que lo del dos de CiU es la manida táctica duraniana de amenazar con irse, pero se felicita porque este vez puede ser verdad.
Al parecer, Duran ya no es nadie. Se acabó el swing. La tribu le ha condenado. Pero no sería la primera vez, como bien dice Xirgu, que el del Alcampell va de farol. De momento, debe estar midiendo el grosor de las descalificaciones, las condiciones de la intemperie y sus propias fuerzas. Y todo esto en un momento en el que Susana Díaz acaba de anunciar que renuncia a liderar el PSOE, con lo que el quilombo adquiere proporciones que justifican el uso del adjetivo colosal, ergo quilombo colosal.
Pese a la velocidad con la que se suceden las réplicas del terremoto del 25 de mayo (unas europeas, poca cosa, decían...), la crónica sobre el estado de ansiedad en el PSOE de La Razón no pierde actualidad. Escribe Toni Bolaño que la sucesión de Rubalcaba ha propiciado el afloramiento de un republicanismo de pandereta. Sería el caso del aspirante Eduardo Madina, que se ha envuelto en la bandera tricolor para relanzar sus parcas expectativas de hacerse con el control del PSOE e incluso de Pedro Sánchez, que no es partidario de aforamientos reales. Aparece en escena también Carme Chacón, dispuesta a recoger el testigo o medio testigo.
En el plano "monarquía versus república", resulta particularmente recomendable la cuarta página de El País, a cargo del profesor De Carreras, quien aclara no pocos extremos. Escribe:
"En los últimos tiempos, muchos opinaban que el rey Juan Carlos debía retirarse y dar paso a su hijo. Tras la abdicación, otros, quizá los mismos, o bien consideran que debe celebrarse un referéndum sobre la alternativa Monarquía / República como forma de Estado, o bien sostienen que el futuro Felipe VI debe ser capaz de solucionar todos los problemas de nuestro país. Antes de que nos machaquen el cerebro con tan geniales ideas quizá deberíamos aclarar otras más fundamentales. Veamos. En España la Monarquía no es una forma de Estado. Tal como dice el artículo 1 de la Constitución (CE), 'España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho': ésta es nuestra forma de Estado. Las formas de Estado se determinan por dos factores: quién es el titular originario del poder —quién es el sujeto de la soberanía— y cuál es el modo de ejercerlo. En nuestra Constitución el titular de la soberanía es el pueblo español —el poder constituyente— y el poder se ejerce de acuerdo con los principios del Estado de derecho, establecidos en el artículo 9 CE, y desarrollados en el resto de la Constitución y del ordenamiento jurídico. (...) Éste será el primer reto de Felipe VI: ganarse la auctoritas, que no es tener poder, sino suscitar confianza. Juan Carlos I la obtuvo impulsando la democracia en la Transición, derrotando a los golpistas y actuando después de acuerdo con la Constitución. El todavía príncipe Felipe se encuentra en circunstancias muy distintas, menos épicas aunque también complicadas. En los próximos meses debe demostrarnos que es capaz de navegar con discreción entre los escollos mediante las sutiles funciones que tiene asignadas".
En Abc quieren la coronación con misa y algo de boato. "España quiere una proclamación sin complejos", clama el diario en portada. La tesis es que lo cabal es mostrar el rito con fuste y marcialidad frente a ese acto de toma de posesión de la secretaría municipal de Almendralejo que diseña el equipo médico habitual.
En El Mundo se mira hacia Cataluña y aquel ya remoto 25 de mayo del aleteo de la mariposa emerge de nuevo con los perfiles de lo propio y catalán, el multireferéndum. Explica Fernando Lázaro la unidad de acción entre los convocantes del ensayo de democracia popular, directa y cibernética y los departamentos afectos al derecho a decidir de la Generalidad. En síntesis:
"'Difusión reservada'. 'A todos los voluntarios de las mesas'. Era un comunicado de urgencia con un claro afán, calmar a aquellos voluntarios que iban a participar en el multireferéndum convocado en Cataluña para la misma jornada electoral europea. Fue remitido por la 'Coordinació Tècnica Multirreferèndum'. Y lo que subyace de estas instrucciones es una negociación previa entre los organizadores de esta iniciativa y la Consejería de Interior del Gobierno [autonómico] de Artur Mas. Y la carta electrónica se remitió en la víspera de la convocatoria para tranquilizar a aquellos que se prestaran a esta iniciativa, para convencerles de que su participación no tendría consecuencias ni sanciones. 'No habrá identificaciones por parte de la Policía. El consenso es no generar tensión por ninguna parte', apuntaba el texto. Arrancaba el escrito explicando que se había producido un 'acuerdo' con el Departamento de Interior catalán. 'Escribimos este comunicado de urgencia para tranquilizar a todo el voluntariado', indicaba. (...) Aseguraba que el compromiso inicial era que los Mossos no llevarían a cabo 'una retirada forzosa de urnas y mesas'. Finalmente, tras la decisión de la Junta Electoral, comunicada el mismo día de los comicios, la policía autonómica sí retiró las urnas, aunque no se registraron incidentes".
Sí señor, por la mañana levantaban actas, pero la orden tajante de la Junta Electoral obligó al departamento de Interior a ordenar el levantamiento de mesas, entre lo testimonial y lo gráfico. Un insistente rumor recorre Barcelona. La cesión en Can Vies es uno de esos peajes que en el prelaportismo el Barça pagaba a los boixos nois, una manera de tener contentas a las vanguardias del proceso. Todo es posible. Ya se sabe que desde que se producen eclipses papales, que es cuando se cruzan por el pasillo Bergoglio y Ratzinger, cualquier cosa...
10 de junio, San Asterio de Petra.