El nacionalismo catalán ya celebra la inminente proclamación de la república catalana. Lo anuncia en la portada de El Mundo el propio Oriol Junqueras, líder supremo de ERC y llamado a ser el faro del oriente ibérico. Àlex Salmon y Salvador Sostres entrevistan al dirigente republicano en el diario de Casimiro G. Abadillo y titulan así: "En 2016, como muy tarde, podremos poclamar la República catalana". Según Junqueras, una vez constituida Cataluña como Estado, Europa la acogerá sin problemas, se vivirá mejor, se pagarán menos impuestos, estarán mejor administrados y este rincón de la península será la luz que alumbre una nueva conciencia.
En cuanto a las dificultades legales, ninguna sombra se cierne sobre el futuro. Dice Junqueras: "Queremos votar y decidir nuestro futuro y votaremos amparados en el derecho. En los principios generales del Derecho que claramente señala que en caso de conflicto, prevalece la democracia. Nos amparan los derechos humanos y el derecho internacional". ¿Y España?, le preguntan: "Yo quiero mucho a España. Es el país de muchos de nuestros militantes y votantes. España tiene una lengua y una cultura por la que siento un profundo respeto, un sincero afecto y mucha admiración".
2016. España ya no existe. Otra entrevista apunta en la misma dirección. El gran triunfador de las elecciones es Pablo Iglesias, de "Podemos", cuya irrupción en el panorama político se destaca en El Periódico. Dice Iglesias que "Cataluña será lo que decidan los catalanes". La entrevista es de Iolanda Mármol, que presenta así al personaje: "El éxito le prestó solo tres horas para dormir, así que llega agotado a la décima entrevista de la jornada. Pablo Iglesias, cabeza de lista de Podemos en las europeas, se ha convertido en la revolución de unos comicios que no parecían interesar a casi nadie. En solo 130 días inscribió su organización en el registro de partidos y ha conseguido cinco eurodiputados. Se va a Bruselas con sus camisas de cuadros y su coleta. Dice que volverá, si se lo piden, para presentarse a las generales. De momento, hoy, a las nueve, vuelve a madrugar y deja la épica para los titulares de los periódicos. Del mitin, pasa al aula de la Universidad Complutense de Madrid, donde da clases de Geografía Política".
Geografía política y aritmética parlamentaria. La entrevista tiene tres preguntas y tres respuestas claves:
"-Ustedes son la séptima fuerza en Cataluña. ¿Es mucho más complejo encajar ahí?
-Es muy complejo. Cataluña está en un momento histórico muy particular. Tiene que operar la democracia y Cataluña tendrá que ser lo que decidan los catalanes y las catalanas.
-Entiendo entonces que son partidarios del derecho a decidir.
-Sí, claramente partidarios. Nos parece un chiste que una fuerza como CiU, que destruye sistemáticamente las bases de la soberanía que son los servicios públicos, plantee cuestiones soberanas. Si algo han demostrado las derechas, vasca, catalana y española, es que solo tienen una patria: su dinero. Por eso nos resulta extraño que los que privatizan hablen de soberanía. El derecho a decidir debería llevarse a todo y en particular a la economía.
-En todas las papeletas electorales estaba el logotipo del partido, salvo en la de Podemos, que era su cara. ¿Es necesario ese liderazgo?
-Es un síntoma más de debilidad que de fortaleza. Fue decisión del equipo de campaña, nada cómodo en lo personal para mí. Teníamos 100.000 euros para hacer esta campaña, los partidos de la casta tienen millones. Nosotros tenemos a un tipo con coleta. Cuando crezcamos hay que apostar por formas de protagonismo más corales. Y te confieso que yo en lo personal lo agradeceré".
Si hasta "el tipo con coleta" está por la labor, la cosa no necesita más explicaciones. España se bate en retirada y los trescientos mil votos menos del PSC y los cien mil menos del PP en Cataluña son la demostración palmaria del ocaso de un país en quiebra moral. Es lo que se deduce de las interpretaciones electorales de La Vanguardia, Ara y El Punt Avui. En el diario de Godó esa es la tesis de Isabel Garcia Pagan, de David González y de Miquel Roca. El soberanismo es la fuerza hegemónica, incontestable e indiscutible. Escribe Garcia Pagan: "Para los republicanos, se trata de la definitiva normalización del espacio político catalán: la coexistencia de un partido de centroderecha y otro de centroizquierda de estricta obediencia catalana. La magnitud del éxito no hará descarrilar el guion fijado por Junqueras. La racha en la que están inmersos los republicanos es ganadora. El president Mas asume todos los riesgos: si el 9 de noviembre hay consulta, misión cumplida. ERC gana. Si no hay consulta y Mas acaba por convocar elecciones, ERC tiene desde el domingo en sus manos la mayor de las encuestas. ERC gana. Se acabó la campaña. Empieza la campaña. La procesión va por dentro".
Más madera, a cargo de David González: "Y, sin embargo, el semblante serio de Oriol Junqueras y Marta Rovira en la noche electoral transmite que la de ERC fue una victoria algo amarga. ERC ha capitalizado electoralmente la fase actual del proceso soberanista pero operativamente sabe que sin el presidente [autonómico] Artur Mas al frente no puede llevarlo adelante. Es el hecho de que sea una fuerza de orden como CiU la que está al mando lo que confiere al proceso su empuje en la calle, y en las urnas. De ahí que a ERC le inquiete todo lo que pueda desestabilizar a Mas, incluso ella misma. Además de serlo de los soberanistas de CDC y de Unió, Mas es el principal activo electoral de ERC, de la actual ERC, la que no juega a los tripartitos, ni desestabiliza al Gobierno [autonómico]. Mas está al timón y Junqueras no va a amotinarse. Por eso hay quien votó a ERC, o a CiU, echando la moneda al aire".
Si sale cara, República; si cruz, más República. Es una moneda de dos caras. Hasta el abogado de la Infanta Cristina, Miquel Roca, lo tiene claro: "En Catalunya la victoria de ERC no es irrelevante; ni lo es que los partidos comprometidos con la propuesta de la consulta hayan obtenido conjuntamente una clara mayoría, apoyada por una participación electoral más alta que la media de España. Estos resultados no abonan la tesis de los que creen que estas elecciones cambiarían el sentido o la dirección del proceso. La cuestión está planteada tal como lo estaba antes del domingo 25 de mayo; el resultado ha dado más fuerza a la pretensión. Hará falta hablar en Europa. Hablar en España. Y hablar sobre Cataluña. El cambio no llega cuando se quiere, sino cuando la realidad social lo pone en la mesa del debate político. Y ha llegado ese momento".
Pues llegados hasta aquí, que la Cataluña del "volem votar" sólo supere en dos puntos la participación media en el resto de España es irrelevante. El proceso continúa, ni un paso atrás, tararí, tarará. La realidad es lo de menos y no va a alterar en absoluto los planes soberanistas, se pongan como se pongan en Madrid, en la Moncloa, en Ferraz y en la Zarzuela. Es lo que hay y no tiene vuelta de hoja, ni marcha atrás ni Fainé que lo enderece. Es el poder de la calle, el pueblo que habla, las urnas en llamas y el parlamentario David Fernández (CUP) montando escraches al PP y plantándose delante de los Mossos en el desalojo de la casa okupada en Sants mientras arde una unidad móvil de TV3. Y punto.
Como ya sabrán, Alfredo Pérez Rubalcaba se marcha. O eso dice. La idea, según subraya la prensa de Madrid, es dejarlo todo atado y bien atado para encumbrar vía primarias a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz. Carme Chacón y Eduardo Madina piden que se celebren ya dichas primarias, pero no es presumible que Rubalcaba se retire en desbandada y con flecos pendientes. En El País, Lourdes Lucio presenta a la nueva esperanza blanca del PSOE, la presidenta andaluza:
"Apenas lleva ocho meses como presidenta de la Junta, tras la inesperada dimisión de José Antonio Griñán, y seis como secretaria general de los socialistas andaluces. Un corto periodo de tiempo en el que la sevillana de 39 años ha deslumbrado en un partido ayuno de referentes institucionales —solo gobiernan en Andalucía y Asturias— y de liderazgos orgánicos. Los resultados cosechados por la papeleta encabezada con el nombre de Elena Valenciano en la Comunidad andaluza se interpretan como un espaldarazo a la gestión de Díaz y al 'proceso de renovación' emprendido en julio del pasado año, cuando la socialista concurrió a unas primarias exprés que no fueron tales porque sus rivales no pudieron reunir los avales suficientes. Díaz ha hecho una campaña como si fuera ella la candidata, llenando todos los aforos que ha pisado. El PSOE andaluz ha aportado el 26% de los votos cosechados en toda España por Valenciano, cuando el peso de la población andaluza es del 17,8%. Es un dato del que presumió el secretario regional de Organización, Juan Cornejo, pero que otros dirigentes consideran como 'un síntoma de que el proyecto socialista en España va mal'. Solo en Andalucía, Asturias y Extremadura los socialistas han sido los más votados, pero en el caso andaluz por algo más de nueve puntos de ventaja sobre el Partido Popular".
Iñaki Ellakuría explica las consecuencias de la renuncia de Rubalcaba en el plano catalán del PSC:
"La reunión de ayer fue un reflejo de la preocupación socialista y estuvo marcada por el anuncio de renuncia de Alfredo Pérez Rubalcaba a seguir al frente del PSOE, lo que avivó la sensación de que es necesario 'hacer algo'. En su análisis del mapa electoral resultante del 25-M, el núcleo duro de la dirección señaló la abstención de su electorado tradicional, en buena parte por la falta de tirón de la propuesta del PSOE, la crisis de la socialdemocracia europea y la irrupción del 'populismo de izquierdas'. Esta explicación no satisfizo a destacados dirigentes del PSC. El líder socialista de Barcelona, Jaume Collboni, el alcalde de Lleida, Àngel Ros, el diputado en el Congreso, Francesc Vallès, el ex alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, reclamaron 'cambios estructurales', tanto en la estrategia, la organización, el discurso y la política comunicativa. Con dos puestos claves: la elección de un nuevo secretario de organización, el encargado de estar en la sala de máquinas, que goce de un reconocimiento amplio de todos los sectores del PSC, y la de un portavoz que encarne ese cambio de discurso. En el debate de la ejecutiva, Ros fue incluso un poco más allá y pidió que, si no se convoca un congreso extraordinario, el partido debería celebrar sin dilación una conferencia política para redefinir su cuerpo ideológico y una 'agenda propia' respecto al PSOE. Y Collboni pidió una posición 'menos frentista' y que se trate de buscar un acuerdo con los sectores críticos. En este sentido, el único representante de Avancem en la ejecutiva, Jordi del Río, pidió 'coliderazgos' que integren a los críticos que se reunieron por la tarde para preparar nuevos actos en la dirección del partido y del grupo parlamentario. Asimismo, varios dirigentes afirmaron que 'en condiciones normales', si Cataluña no estuviera enfrascada en un proceso soberanista, la cúpula del partido 'debería poner sus cargos a disposición'".
En CiU tampoco están tan contentos como pretenden, según desvela María Jesús Cañizares en su crónica del día después en el Abc:
"Aunque previsible, la victoria de los republicanos en las elecciones europeas ha provocado desconcierto en la Ejecutiva de Convergència i Unió (CiU), reunida ayer. (...) La invitación del presidente Artur Mas a que la formación que lidera Oriol Junqueras entre a formar parte de su Ejecutivo sigue vigente, pero los republicanos se resisten a compartir el desgaste gubernamental y ya han comenzado a trabajar en las elecciones municipales de 2015, una vía para lograr poder territorial ante un previsible anticipo de los comicios autonómicos cuando el Estado prohíba la consulta secesionista. Una consulta que Mas se ve obligado a celebrar por la presión que supone el triunfo republicano, máxime después de haber asegurado que no piensa dar ni un paso atrás en su proyecto. Para Mas, compartir gobierno con Junqueras implicaría neutralizar a quien ahora marca la hoja de ruta separatista, pues se vería obligado a aplicar medidas ingratas contra la recesión económica".
El caso es que además de las reticencias de Junqueras está la oposición de Duran. Continúa Cañizares:
"Unió no quiere que los republicanos entren en el Ejecutivo [autonómico] catalán y, aunque el propio líder socialcristiano y portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, aseguraba ayer que la puerta está abierta y que son los republicanos quienes no han querido hasta ahora cogobernar con CiU, lo cierto es que UDC se ha convertido en interlocutor de sectores empresariales inquietos ante un posible regreso de ERC al poder. La experiencia del tripartito –PSC, ERC e ICV– fue traumática y todavía escuece en un sector que ante esta espiral de euforia separatista ha sustituido la prudencia por la advertencia. Fue UDC la que evitó que CiU se presentara a las elecciones europeas coaligada con ERC, lo que irritó al sector más independentista de Convergència. Pero los equilibrios en la federación son cada vez más difíciles y Duran prefiere centrar el debate no en el peso republicano en el mandato de Mas, sino en la celebración de la consulta. Por eso, instó al Gobierno español a 'mover ficha' ante el triunfo de las fuerzas partidarias del derecho a decidir, en las que CiU incluye a ERC, ICV y Podemos".
¿Y el PP? Àngels Piñol, en El País, da la última hora de los populares en Cataluña. El titular es concluyente: "El PP (catalán) no ve motivos para abrir una crisis tras perder cien mil votos". Escribe Piñol:
"La senadora (Alicia Sánchez-Camacho) asistió ayer al comité nacional en la calle Génova y hoy la dirección de Cataluña analizará el resultado. Los populares fiaron su campaña a exprimir el mensaje de las consecuencias de una posible Cataluña independiente pero el desfile de ministros y dirigentes no causó el menor efecto. El resultado demuestra que el PP no ha logrado atraer ni movilizar a los electores contrarios de la consulta. No todos los comicios son extrapolables pero en 2012, en las elecciones tras la multitudinaria manifestación de la Diada, obtuvo 471.197 votos. Los datos no son muy alentadores porque, por ejemplo, se ha desplomado en los dos municipios en los que gobierna y que son su principal tesoro: Badalona y Castelldefels. En los dos casos, pasaría hoy a ser cuarta y tercera fuerza en favor del PSC más alicaído de la historia. La dirección no cree que sea nada significativo. 'Hemos perdido 100.000 votos y debemos seguir trabajando, pero estoy convencida de que eso no pasaría en unas generales o autonómicas', reiteró ayer la popular cuando iba a reunirse en Madrid. No habrá por tanto crisis interna pese a que el PP ha roto de forma abrupta un ciclo electoral exitoso que empezó con la llegada de Camacho en 2008. A lo sumo, la idea de que el PP debe actuar y hacer cosas para remontar. Su plan es reforzar la estructura directiva que ahora se concentra en dirigentes que a la vez son cargos públicos y que no pueden destinar energías al PP. El proyecto se fraguó en diciembre y está desvinculado de estas europeas".
Dos apuntes sobre los grandes triunfadores de la noche electoral. Arcadi Espada, en El Mundo, retrata el método catódico de Pablo Iglesias:
"Durante las pocas semanas que el muchacho Jesús Cintora fue capaz de soportarlo pude discutir en un programa llamado Las mañanas de Cuatro con el hoy diputado europeo, Pablo Iglesias. La impresión fue formidable. La cabeza de Iglesias funcionaba adherida a la estructura general de esta tertulia sin precio. Las cosas funcionaban más o menos así. El muchacho Cintora, prologado en risitas, daba a conocer, por ejemplo, unos números económicos del Gobierno, modestamente positivos, referidos al paro, al déficit o a la prima de riesgo. Una vez volcados los números se iniciaba el contraataque, porque el muchacho Cintora tenía el prurito de la verdad, eso creía y decía, y lo que es peor, sinceramente. (...) Iglesias es diputado gracias a la información basura y nadie puede esperar que su política reniegue de lo que le dio el ser. La pregunta es cuánto tiempo va a aguantar la democracia española esta zafia contradicción de distribuir el tiempo dedicado a cada partido en la información electoral en razón de su fuerza parlamentaria, mientras en las tertulias, allí donde la opinión cristaliza, algunos candidatos (no solo Iglesias) exhalan su ínfima demagogia sin límite de tiempo ni delirio".
A Josep Maria Terricabras lo retratan en la página "germinansgerminabit". Bajo el seudónimo Oriolt, un avezado informador da cuenta de su currículo, más católico, por decirlo de alguna manera, que catódico: "Lo que muchos ignoran es que su cabeza de lista, Josep Maria Terricabras, es doctor en teología. Sí señores: doctor en teología católica por la universidad alemana de Münster. Este dato no se recoge en su biografía oficial, pero lo conocen todos los allegados al flamente eurodiputado. En su currículo oficial se oculta el hecho y se nos presenta como doctor en filosofía por la citada universidad germana y, a la vez, como doctor en filosofía por la universidad de Barcelona. (...) Y es que Terricabras iba para cura; no en vano ingresó en el Seminario gerundense y más tarde fue profesor de filosofía en el mismo".
27 de mayo, San Agustín de Canterbury, el apostol de Inglaterra.