Vida

"Ocho apellidos catalanes", las versiones impresas de "Societat Civil"

En El Periódico el titular es de cine; en La Vanguardia, la noticia es que existe "España en Cataluña". Anson predice y propone la reforma de la Constitución. Santamaría, una vicepresidenta maltratada.

24 abril, 2014 09:36

La prensa recoge con amabilidad la reconfortante jornada de los juegos florales del 23 de abril. El amor está en el aire y en la portada del Ara. Los besos siempre funcionan. En la primera página del diario soberanista hay hasta un Wally en el centro, es uno de los pelirrojos de la camiseta de rayas. "Sant Jordi imparable" calan en la fotografía, firmada por Manolo García. En El Periódico, la versión de la diada es aún más complaciente: "Sant Jordi une". Las fotografías componen un mosaico de besos, libros, multiculturalidad y continuidad biológica de la especie, que son un abuelo y su nieta. Sant Jordi, según la imagen principal del diario del grupo Zeta, también sería el día de la mujer mundial de Calamaro. Todo son ellas inclinadas sobre los libros, como en La Vanguardia, cuya foto es de Àlex Garcia. "La primavera del libro" y "un mar de libros" son los prosaicos titulares. Azúcar en vena.

La noticia política, el hecho relevante, lo único que se sale del guión ha sido el mitin del Victòria, suceso acontecido ayer por la tarde en el Paralelo (43) de Barcelona. "Ocho apellidos catalanes" titulan en El Periódico. La crónica sobre la puesta de largo contra el soberanismo de "Societat Civil Catalana" (SCC) es de Rafa Julve, que no tiene piedad:

"Media de edad, de 40 y pico para arriba. Ideología predominante: simpatizantes del PP y de Ciudadanos. También algunos socialistas. Traducido eso a la representación política, casi una decena de populares (la candidata a las europeas Andrea Levy y los diputados José Antonio Coto y Sergio Santamaría entre ellos); más o menos los mismos de Ciudadanos (Matías Alonso, Carina Mejías, Carmen de Rivera) y el diputado en las Cortes por el PSC Joan Rangel. También fueron Ramón de Veciana (UPyD) y Santiago Abascal (Vox), lo que evidenció lo que los portavoces de la entidad quisieron ensalzar: no ha sido fácil lograr la unidad entre quienes defienden la unidad porque la amalgama de pensamientos es una torre de Babel. 'Los soberanistas se han aprovechado de la división de los contrarios a la independencia', avisó el historiador Joaquim Coll".

En La Vanguardia, el titular es "España en Cataluña" y la crónica, de Carles Castro, que también centra su mirada en el público y sus preferencias: "Los mayores aplausos los cosecharon los argumentos emocionales y las afirmaciones tajantes: 'El separatismo es una enfermedad' (Josep Ramon Bosch); la independencia 'es un delirio' (José Domingo) o 'una obsesión enfermiza' de los nacionalistas (Joaquim Coll)". Al final, Castro afirma: "En definitiva, Societat Civil nace para 'unir frente al soberanismo' a todos los que defienden 'una Cataluña abierta en una España de todos'". En Abc, El País, El Mundo y La Razón dan cumplida cuenta del sorprendente afloramiento de un grupo social disidente, contestatario y puede que hasta activo.

Alejandro Tercero firma la noticia en este diario digital y en su texto no sólo están reflejadas las emociones, sino los datos concretos y las afirmaciones de los intervinientes en su contexto, así como un listado de asistentes y una galería de fotos en una de las cuales se puede apreciar el gentío a las puertas del teatro, cuyo cartel principal, nada que ver con los organizadores del acto, anunciaba sin reparos: "Las mejores voces de la Galaxia actúan aquí". Los oradores no estuvieron mal, son de las mejores voces de la galaxia unionista. A tenor de los mimbres de SCC cabría debatir si no se acomodaría más el término "realistas" para agrupar a quienes se oponen a la independencia, dadas las razones económicas, sociales y culturales que no la recomiendan. "Soberanistas" contra "realistas" equilibraría un tanto el choque nominal. "Unionista" es un mote acuñado por el "soberanismo", que es otro alias difundido por los mismos y que, además, es como les gusta que les llamen, mucho más que independentistas o separatistas. Como el nombre no hace a la cosa necesariamente, el mínimo común de SCC es la resistencia frente a la imposición del discurso único y la retórica mediática del derecho a decidir y la obligación de escoger.

El presidente de la plataforma, Josep Rosiñol, se presentó como un tipo de Ripollet, población de la que dijo que nunca sale en TV3 porque no se atiene a los criterios de pureza cultural del catalanismo "pota blava", nuestro pollo de concurso. La mayoría silenciosa habría dejado de serlo, lo de silenciosa. Como por Sant Jordi se reivindica un mito, la leyenda de SCC es la de una Cataluña previa al momento Mas, un sueño definido por los caracteres inclusivos de las sociedades abiertas y desacomplejadas. Pues a lo mejor existió tal Cataluña. De hecho, sí hubo un tiempo en que para no ver la que se nos cernía bastaba con mirar para otro lado y desconectar de la política. Los años buenos de El Bulli y Ronaldinho.

De cualquier manera, lo de Sant Jordi (en catalán en este original) es un día que sí tiene pinta de lo que dice El Periódico, una jornada para limar asperezas y darse a la contemplación bucólica de la venta de rosas y libros. Mandan las rosas y las parejas felices, pero quedan los libros. Y las librerías de lunes a sábado. Si frecuentan alguna, una recomendación: El llibre dels misteriosos fets de Montserrat, de Pere-Màrtir Brasó, publicado por Voliana Edicions. Ovnis, apariciones, griales y sagas saharianas en el Triángulo de las Bermudas catalán, entre Mataró, Manresa y La Pobla de Mafumet. Mejor que L'analfabeta que va salvar un país de Jonasson y con "santos" o ilustraciones del mismo autor, cosa que no puede decirse de Las tres bodas de Manolita, de Almudena Grandes.

De vuelta al plano de las noticias diarias, el proceso no registra grandes novedades en la parte del sisí. Según El Mundo, Mas se ratifica, en este caso no por pasiva sino por misiva. Lo cuenta Víctor Mondelo, que arranca con una media columna alta desde la portada: "Mas promete por carta a los funcionarios que en 2014 habrá consulta". Escribe Mondelo que "Artur Mas continúa trasladando que la consulta se celebrará. El presidente de la Generalidad aprovechó la festividad de Sant Jordi para asegurar por carta a sus funcionarios que '2014 será el año en el que el pueblo de Cataluña será llamado a las urnas para decidir democrática, pacífica y libremente su futuro colectivo'. En la misiva -a la que este diario ha tenido acceso- el presidente [autonómico] catalán da por segura ante los empleados públicos la convocatoria de la consulta para el próximo 9 de noviembre, como ha venido sosteniendo después del portazo que las Cortes Generales propinaron a sus aspiraciones secesionistas. 'Espero, deseo y confío en que sabremos ejercer nuestros derechos de manera ejemplar, y que lo haremos con pleno respeto a las legítimas y libres opiniones de todos', añade Mas en la carta que envió anteayer a los trabajadores de la Generalidad".

En la carta se puede leer que "2014 será el año en que el pueblo catalán será llamado a las urnas para decidir democráticamente, pacíficamente y libremente su futuro colectivo". A pesar de todo, hasta el más refractario podría apreciar una grieta en el ánimo, una duda y un instante de vacilación en el presidente de la Generalidad. Es lo que podría deducirse del final del texto de Mondelo: "Sin embargo, Mas asumió que sus pretensiones pueden verse finalmente truncadas y volvió a responsabilizar de antemano al Ejecutivo liderado por Mariano Rajoy de la frustración independentista que pueda generarse. 'Quiero que quede muy claro, tanto en España como en Cataluña, como en Europa, como en el mundo, que si esta consulta el 9 de noviembre no se puede hacer, a diferencia de lo que pasará en Escocia el 18 de septiembre, es porque no hay voluntad política', ahondó el president".

Cómo será el asunto que tras admitir que tal vez no haya consulta, Mas hizo como si no pasara nada, según el texto de El Mundo: "Realizadas estas advertencias, Mas evitó la carga política en su habitual mensaje institucional de Sant Jordi. Al contrario que el pasado año -en que apeló a 'ejercer el derecho a decidir, para poder cuidar nuestra rosa sin tutelas'- el presidente de la Generalidad soslayó las referencias a la consulta. Mas lanzó un mensaje conciliador y llamó a los catalanes a 'celebrar lo que los une' sin dejar de 'ofrecer al mundo' una imagen de 'diversidad'".

¿Celebrar lo que nos une? ¿Unionismo y realismo? ¿Mas? No todos los días son 23 de abril, fecha que los independentistas prevén para la proclamación de la república independiente, lo que no sería bueno ni para los libreros ni para los floristas.

Sin salir de El Mundo, Luis María Anson exhibe sus dotes prescriptivas y predictivas en un artículo titulado "Cataluña, prevenir, no curar". Sostiene el maestro:

"Dos son las fórmulas sobre las que trabajan Rajoy y Rubalcaba para curar la enfermedad secesionista. La primera, deriva de la aplicación del artículo 155 de la Constitución. De acuerdo el PP y el PSOE, el Congreso podría suspender cautelarmente la autonomía catalana. Así se hizo por dos veces en Irlanda como parte del juego democrático y la aplicación de la ley. La segunda fórmula es más sutil y seguramente más eficaz. Se trata de abordar la reforma constitucional que exigen las nuevas generaciones, al término de la cual, y conforme al artículo 168 de la Constitución, los catalanes ejercerían su derecho a decidir en referéndum junto al resto de los españoles. Se trata de una operación muy compleja y llena de aristas porque será muy difícil conseguir un consenso amplio que es lo que exige una reforma constitucional, en la que habrá que preservar los principios sustanciales de la Carta Magna. Pero eso es la política: negociar hasta la extenuación para sacar a España del albañal, porque el régimen está agotado y hay que integrar en el sistema a la juventud, cada día más divorciada, cada día más indiferente, cada día más asqueada de la situación".

En El País, Maiol Roger y Miquel Noguer firman un texto titulado "Mas pide a la UE que ayuda a dar con una 'solución' para Cataluña". Es la constatación del bloque mental de CiU y el rastro del encuentro de Mas con los corresponsales de la prensa internacional en España:

"La Generalidad continúa decidida a convocar sí o sí la consulta soberanista el 9 de noviembre. El Gobierno está igual de decidido a impedirla por todos los medios legales. Las vías de diálogo entre ambos están torpedeadas, como demostró ayer la visita de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que no incluyó contacto alguno con la Generalidad. En este ambiente de absoluto enquistamiento de la crisis independentista catalana, Artur Mas cree que la Unión Europea y la comunidad internacional acabarán jugando un papel importante para encontrar una salida. Así lo expuso ayer en un encuentro con periodistas extranjeros en Barcelona. El presidente pidió a la UE 'que ayude a buscar una solución buena para todos'".

En el texto del diario de Prisa, la visita de Santamaría tuvo un carácter técnico:

"La vicepresidenta soslayó cualquier contacto político y se reunió con el Gremio de Editores. En el encuentro, que según los presentes no tuvo contenido político, se habló de la ley de propiedad intelectual, del IVA cultural y de las ayudas al libro en catalán. Santamaría tomó nota de las reivindicaciones de los editores y prometió afinar la lucha contra la piratería y mejoras en la fiscalidad. 'Ha sido una sesión técnica, de trabajo, en la que se ha hablado del sector editorial y de los problemas del libro', valoró el presidente del Gremio de Editores de Cataluña y delegado de Edhasa, Daniel Fernández. Los anfitriones agasajaron a Santamaría cumpliendo con la tradición de Sant Jordi: le regalaron un libro —Todo lo que hay que saber sobre la literatura catalana— y dos rosas".

Ramon Tremosa, el candidato de CiU en las elecciones europeas, no se mostró partidario de la presencia de Santamaría, lo que contradice el espíritu abierto e integrador del que blasona el nacionalismo convergente. Según la crónica de El País, "(Tremosa) tildó de 'colonial' que la vicepresidenta no se viera con Mas. Y Jaume Ciurana, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, también le dio un poco cordial recibimiento: 'Si tiene ocasión, ya que está aquí, que pasee por la ciudad, vea el estallido de catalanidad y que aprenda muchas cosas', dijo en TV3". Ciurana, archivo de cortesía.

Es realmente asombroso. Te regalan un libro en plan todo lo que hay que saber (que es como decirte que no tienes ni idea y no lo sabes) y encima un concejal te señala con un "ya que estás por aquí..." tan agradable. Deben dar ganas de volver cada día. De hecho, hoy nos visita Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, quien tampoco se reunirá con nadie de la Generalidad, salvo omisión, sorpresa o tropezón, pero eso ya será materia de los diarios impresos de mañana.

Aún en hoy, tal como suena, el Abc no atisba en la visita de la vicepresidenta los caracteres tenebrosos y coloniales que le atribuye el soberanismo, sino una forma de "tender puentes", tal como explican en la portada para la edición de Cataluña, con una fotografía, de Alejandro García de Efe, en la que aparecen la delegada del Gobierno, Llanos de Luna, y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. David Morán titula "Malos modos de CiU en la visita de Santamaría", cuyos objetivos, además de tender puentes, eran calibrar la situación sobre el terreno y reforzar la visibilidad del Estado en Cataluña. "No nos intimidarán", replica Junqueras desde la portada de El Punt Avui, en plena sinergia con la televisión homónima.

Oriol Junqueras, el líder de ERC, debería ajustar el periscopio. Como la suposición de que algún día presida la Generalidad no es descabellada, no le vendría mal algo menos de realismo mágico y más sentido práctico, toda vez las evidentes diferencias que hay entre una visita de Montoro y unas maniobras de la Legión en La Panadella. Y es difícil saber qué mete más miedo, si un inspector de la Agencia Tributaria o un sargento con una cabra. Aplicado al caso Santamaría, el correlato militar sería una exhibición aérea de la patrulla Águila, los ases del aire. ¿Intimidar? Nada más lejos. Una ocasión perdida, tal vez.

24 de abril, San Fidel de Sigmaringen, torturado por los calvinistas.