Las copas de Navidad se han convertido en encuentros de alto voltaje informativo. Ayer ofreció la suya el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien replicó a Artur Mas con una contundencia impropia de las contenidas maneras presidenciales. "¿A ver a quién le da más vértigo?", deslizó Rajoy entre los periodistas que asistieron a la recepción monclovita en alusión al desafío soberanista. En ese territorio de la testosterona sitúan Abc y El Mundo el minuto y resultado del España contra Cataluña (permítase la licencia) en el que Mas ha pedido una cita entre secreta y discreta y Rajoy propone luz, más luz que dijo Goethe al morir, y taquígrafos. Marisa Cruz firma la crónica de la recepción en El Mundo, que objeta editorialmente la posición de Rajoy. Nada nuevo. Dice el editorial: "Son palabras poco afortunadas [las de Rajoy] porque no se trata de comprobar quién frena el último ante el abismo como en la carrera de coches de 'Rebelde sin causa' en la que James Dean vence a su rival. La metáfora de Rajoy es desacertada porque no estamos en una competición entre dos corredores (...) sino ante un desafío del nacionalismo catalán a la legalidad vigente que debería ser frenado en seco mucho antes de llegar al precipicio".
Federico Jiménez Losantos resume el estado de la cuestión en el diario de Pedro J.: "Rajoy es el ruido y la furia de Shakespeare, pero sin ruido, sin furia y sin Shakespeare. Ayer, después de que Mas confirmara su voluntad separatista y, por tanto, reafirmara a la Generalidad en una situación inequívocamente golpista, el presidente del Gobernalle dijo a los periodistas: 'Tranquilidad, lo que no hay que hacer es ponerse nerviosos'. Y arrellanándose en lo que la Brigada del Aplauso llama su 'manejo magistral de los tiempos', sentenció: 'Todo terminará bien'".
En el Abc, en cambio, son partidarios del tono, los tiempos y la estrategia gubernamental frente a Mas. Confeccionan una portada con dos fotos. Mas, de espaldas y a los lejos, y Rajoy de frente, en pose retrato dni, con el dicho título del vértigo. Mariano Calleja firma la crónica y el periódico editorializa: "Si el nacionalismo catalán aún alberga alguna esperanza de que el Gobierno central ceda y tolere el referendo, debería ir quitándosela de la cabeza, porque fue el propio Rajoy quien dijo que no estaba en su mano negociar. Lo que Artur Mas llama voluntad de diálogo no es más que la incitación a una prevaricación compartida entre ambos presidentes. El criterio de Rajoy es claro y debe servir como punto de partida de una política clara de comunicación a la opinión pública catalana".
Todos los periódicos destacan la impugnación de los presupuestos de la Generalidad a cargo del PP, medida a la que se ha sumado Ciudadanos, por incluir una partida de unos cinco millones de euros para el referéndum. En El Punt Avui es incluso el tema principal de la portada. Son críticos y titulan "Palos en las ruedas". También sale en El Periódico desde portada, aunque no como asunto del día. El enfoque es similar: "El PPC pone otra traba a las cuentas de Mas". El diario del grupo Zeta apuesta como argumento principal por el tarifazo eléctrico: "El recibo de la luz subirá más del 5% en enero". "Industria carga al consumidor el déficit tarifario", advierte.
En La Razón orientan la artillería hacia Andalucía y cargan contra la gran esperanza del socialismo, Susana Díaz. Según el diario de Planeta, en crónica de C. Castro, la regeneración prometida por la presidenta de la Junta de Andalucía se ha quedado en agua de borrajas. "Susana Díaz da a UGT 7,8 millones en ayudas mientras le reclama 7,5 por las facturas falsas", titulan sobre una foto de la aludida bebiendo agua. La periodista Carmen Morodo es la autora del ingrediente catalán de la portada de La Razón. "Rajoy reforzará su presencia en Cataluña", se advierte desde la primera plana. La crónica avanza la estrategia de fondo de Moncloa:
"El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cree firmemente que la respuesta al desafío independentista de la Generalidad tiene que ser política y no económica. Y que es en este primer plano, y no en el segundo, en el que su Gobierno y el partido tienen que colocar el acento. A su juicio, por el otro camino se generarían más problemas en vez de solucionar los ya existentes. Entre otros motivos, por «la utilización victimista» que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y ERC harían de cualquier decisión en esta materia. En la línea de lo que han hecho hasta ahora, huir de sus responsabilidades en la gestión económica de la «quiebra» de Cataluña y trasladar la responsabilidad de esas decisiones y de «su mala gestión» a Madrid, según alegan desde el Gobierno".
Respecto a la presencia de Rajoy en Cataluña, Morodo escribe: "En el plano político, desde la dirección del PP anuncian que a partir de enero empezarán a poner en marcha una nueva estrategia. Con un discurso contundente en la defensa de la ley y de la igualdad, pero moderado en las formas y en su presentación ante la sociedad catalana. En este nuevo tiempo, la intención es tener una mayor presencia política en Cataluña. Con Rajoy y también con la plana mayor del partido".
Aclarada la posición de La Moncloa, entre el vértigo retórico y la moderación práctica, estamos en disposición de abordar los cambios en La Vanguardia. Màrius Carol ya es el director del periódico y un destacado de la portada afirma: "El nuevo responsable del diario accede al cargo con el voto del 85% de la redacción". Felicidades. No hace falta aclarar que había más candidatos (siempre hay más candidatos), pero no disponían del aval del propietario. La popularidad es indispensable. Carol abraza un ejemplar de La Vanguardia a la altura del corazón. La fotografía es de Pedro Madueño. José Antich se despide de los lectores con una carta titulada "Feina feta" en la que se enorgullece del incremento de difusión, tirada, influencia y publicidad acontecidos durante su mandato, de trece años y nueve meses, el más largo durante la democracia, se subraya en la doble página dedicada al asunto en la sección Tendencias. Escribe el conde: "Me consta que quienes nos siguen valoran nuestro espíritu independiente, riguroso y plural. A todos ellos les quiero decir que no les defraudaremos, de eso pueden estar seguros". Debuta como articulista en La Vanguardia y en sustitución de Francesc de Carreras el catedrático emérito y expresidente del Consejo de Estado Francisco Rubio Llorente, quien principia así:
"Doy por supuesto que la honrosa invitación a colaborar con La Vanguardia tiene alguna relación con mis opiniones sobre el problema de la independencia de Cataluña (...) Creo que la independencia de Catalunya sería trágica para Cataluña y para España, y que quienes la alientan cometen un gravísimo error, pero el Estado no puede oponer a su libertad más límites que la ley y no puede tacharse de inconstitucional el propósito de alcanzarla mediante la reforma de la Constitución. Esta habría de ser acordada por el pueblo español, titular de la soberanía, pues los catalanes por sí solos no tienen derecho a decidirla, ni como derecho moral ni como derecho jurídico. Es difícil sin embargo no concederles el derecho moral a ser consultados sobre cuestión que tanto les importa y en consecuencia, si a través de sus representantes legítimos expresan su deseo de serlo, nuestros gobernantes deberían esforzarse por encauzar jurídicamente ese derecho moral por alguna de las vías que ofrece nuestro derecho positivo. Por ejemplo mediante una reforma de la ley sobre distintas modalidades del referéndum. Junto por el respeto a los principios, la consulta también me parece aconsejable por razones de oportunidad. La más inmediata, no dar razones al sempiterno victimismo de los independentistas; la más importante, hacer posible una deliberación amplia entre quienes desean la independencia y quienes, dentro o fuera de Catalunya, nos oponemos a ella"
La tercera vía de Rubio Llorente dará que hablar. Lo que decía el conde de Godó, "no les defraudaremos". Rubio Llorente fija posición en La Vanguardia a favor de la consulta. De entrada, Pilar Rahola se ha quedado muda al compartir página con un ex presidente del Consejo de Estado y dedica su artículo a Siria. En cuanto advierta que su "colega" de página está por la celebración de una consulta legal seguro que le dedica un artículo en plan "no-todos-los-españoles-son-iguales".
En El País han decidido aliviar por un día a sus lectores del expediente catalán y abordan desde arrancada un asunto propio: "Blesa al hijo mayor de Aznar: 'Caja Madrid no es mi cortijo'". Es un asunto relativo a la "recomendación" de Aznar al entonces presidente de la entonces Caja Madrid para que comprara los fondos de un amigo fallecido, a la sazón artista. Se opuso Spottorno, ahora en la Casa Real, y hubo cruce de mails entre concejales, familiares, altos cargos y demás. Siguen con lo de Messi (como en El Mundo) y aseguran que el astro habría declarado a la Guardia Civil: "Yo no cobré, fue mi fundación". El joven delantero tiene madera de político. Al menos responde como ellos.
En el diario de Prisa ha encontrado acomodo Francesc de Carreras tras su salida en La Vanguardia. Hoy destaca su colaboración en la edición catalana del diario madrileño. Se titula: "¿Estado? ¿Qué Estado?". "Se habla con entusiasmo por parte de los nacionalistas de dar a conocer la pregunta en el mundo internacional para que comprendan y ayude a legitimar el llamado proceso de independencia. Me temo que este mundo internacional, a poco que reflexione, considerará que los gobernantes catalanes que la han propuesto son unos amateurs de la política que no se aclaran ni entre ellos mismos: la pregunta no solo no alcanza el requisito de la claridad sino que cae en la pura contradicción. Las prisas tienen sus riesgos, la ineptitud sus costes", afirma el profesor De Carreras.