Vida

Sostres destripa 'La Vanguardia' y señala a Rahola, Barbeta y Álvaro

12 diciembre, 2013 09:30

Ya es oficial. Lo admite en portada La Vanguardia con una foto del conde de Godó y el titular "Carol relevará a Antich al frente de 'La Vanguardia'". La foto de la nota es para el conde. El pie aclara el tratamiento debido: Javier Godó, conde de Godó. El cambio está decidido, pero quedan los flecos protocolarios. El conde lo tiene que comunicar al consejo de administración primero e informar al consejo profesional del periódico. ¿Y si el consejo profesional del peródico dijera que no lo ve? ¿O si se registrara una mínima oposición al relevo en el consejo de administración? Es como preguntarse qué pasaría si la tierra se saliera de su órbita, si los rusos hubieran ganado la guerra fría o si Elvis estuviera vivo.

No dice más La Vanguardia sobre sus quehaceres domésticos. Salvador Sostres, en El Mundo, dedica su columna al suceso (no se habla de otra cosa entre los periodistas) que conmociona la capital catalana y abunda en las encomiendas que le esperan al nuevo director. Escribe a tumba abierta: "El problema no es que Antich sea independentista -que no lo es-, sino que Godó sabe que Mas está acabado y necesita a un director más manejable que sacrifique a las tres piezas clave con que Antich se ha asegurado el dinero convergente. Pilar Rahola, biógrafa y cheerleader de Mas; Jordi Barbeta, jefe de Política del periódico y de propaganda del Govern; y Francesc-Marc Álvaro, columnista orgánico y considerable macarra".

Tras las pedradas, la anécdota simpática. Sostres en modo making friends: "Un día me dijo: 'Salvador, estoy muy enfadado porque Godó ha fichado a un chófer que se llama como yo y cuando desde su despacho grita ¡Màrius, nos vamos!, nunca sé a quién de los dos está llamando'".

El País de hoy presenta sobrecarga catalana, menú degustación de temporada. De lo más esclarecedora resulta la pieza que firma Jesús García en la portadilla catalana del diario. Titula así: "Oriol Pujol asegura al juez de las ITV que colocó a 46 altos cargos". La información se basa en el escrito de defensa que ha remitido el propio imputado al juez. Según dicho escrito, Oriol Pujol pide el archivo de la causa porque lo de nombrar gente a dedo, enchufar compromisos y colocar peones es lo suyo. Cuenta Jesús García que "Pujol niega que cometiera delito alguno y argumenta que, dada su condición de secretario general del partido naconalista, no era 'extraño ni atípico' que propusiera a candidatos para cargos de confianza del ejecutivo". O sea, lo normal siendo el número dos de Convergència y apellidándose Pujol. En el escrito, Pujol relaciona a los colocados con nombres y apellidos, entre los que destacan Gordó, Homs, Vilajoana y Xavier Solà, otro imputado, en su caso por malversación de fondos en la Asociación Catalana de Municipios.

La defensa de Pujol no se anda por las ramas y califica todo esto, según la crónica de El País, de "lo normal" en la actividad política. ¿Normal? Oriol Pujol es una síntesis depurada de dos estilos, la sobriedad de Bustos y la elegancia de Fabra, el de las gafas de sol.

Destaca también en El País la colaboración de Mercè Vilarrubias en las páginas de Opinión. Titula su artículo "El español en la inmersión lingüística" y afirma: "Lo que sí llevaría a un desarrollo sólido y óptimo del español para los alumnos catalanes sería el poder relizar algunas asignaturas en esta lengua porque ello les permitiría practicar y usar la lengua. Pero esta posibilidad no existe en el currículum escolar catalán". Uy, lo que ha dicho Vilarrubias. Apunta, Homs.

Dará que hablar también la portada del Abc, que titula "Mentiras del nacionalismo catalán" y recoge una selección contemporánea de mitos a cuenta de un panfleto destinado a los charnegos de primera generación. Es una información de Àlex Gubern sobre una campaña de propaganda de Convergència para catalanes "con raíces" fuera de Cataluña. Menos paro, doble nacionalidad y vigencia del euro son algunos de los anzuelos soberanistas que destaca la información. En la misma línea de mitos, leyendas y parábolas, pero sobre el congreso de historia que ha comenzado hoy, se manejan todos los periódicos, sin excepción.

En primer lugar, enhorabuena para los organizadores. La han montado parda. Esto sí que es una rave y no lo de Bibiana Ballbè. A Jaume Sobrequés le dejas al frente del Primavera Sound y se merienda al Carnaval de Río y a la tomatina de Buñol. Es que ha renovado el género. Antes se decía "congreso de historiadores" y el bostezo era la reacción consecuente. Ahora, ni un festival de tebeos manga en la Fira concita tanta expectación.

A Sobrequés y a sus colegas de simposio les caen palos por todos los lados, lo mismo que a Mick Jagger cuando sale de gira o a Bernie Ecclestone, el de la Fórmula 1. ¿Y qué? En El País la crónica es de Pere Ríos, que titula: "CiU se queda sola en la defensa del simposio 'España contra Cataluña'". Revela que ni si quiera ERC está convencida de la conveniencia de la cosa y que en lugar de encabezar así el congreso hubieran optado por la fórmula "El Estado español contra Cataluña". Primero, raro que Junqueras, que también pertenece al gremio de los druidas historiadores, no se haya manifestado. ¿Cómo es que no le han encargado ninguna ponencia, por cierto? Él, que hasta conoce los secretos del Vaticano, o eso cree. Segundo, cambiar España por Estado español a estas alturas denota hasta qué punto están dispuestos a no ponerse de acuerdo ERC y CiU en la pregunta de la consulta.

La tercera consideración a la que llegan los diarios más ponderados es que el bloque soberanista se ha pegado un tiro en el pie con tan histórica celebración o que los actos del Tricentenario empiezan con mal pie, valga la redundancia. Todo es demasiado evidente, grosero y torpe. En El Punt Avui, sin embargo, lo tienen claro y como en el chiste, si van a setas se dejan de rolex. "Trescientos años de hechos. España contra Cataluña" titulan en portada. Incluyen un amplísimo informe y firma la crónica de entrada Marc Bataller, quien sostiene: "Los ponentes se limitarán a profundizar en hechos que explican por qué nuestro país está en la situación actual. En estas páginas, los lectores encontrarán el resumen de algunos de estos episodios, casi siempre de carácter represivo, perfectamente documentados pese a que algunos revisionistas se empeñen en negarlos o dulcificarlos".

Da la impresión de que estamos ante un avance editorial: "La historia de Cataluña jamás contada". Cada domingo en el quiosco, con el cucharón de esferificaciones de los hermanos Adrià.

En El Periódico escribe Josep Fontana, el ponente inaugurador, lo que aprovecha el diario para llevar el tema en un pequeño titular de portada (el diario del grupo Zeta apuesta por el asunto de los niños robados con un reportaje con una joven que acaba de descubrir a su madre biológica) en el que el historiador afirma: "La nuestra es una historia de perseguidos, más que de perseguidores".

En Ara van de otro palo, en concreto le atizan a Alicia Sánchez-Camacho por contratar al abogado Carlos Rey González, uno de los penalistas más reputados de Barcelona, en el asunto Método 3. Rey González fue, según la noticia que firma Ferran Casas, el redactor de la sentencia de muerte de Salvador Puig Antich. Han hablado con el letrado y no lo niega. Era la legalidad de entonces, sostiene. En la misma crónica se advierte que Rey González también ha sido contratado para defender a altos cargos de Ferrocarriles de la Generalidad.