En el tenis, un error no forzado es una doble falta (estrellar la bola en la red de saque dos veces seguidas). En los toros, el equivalente sería entrar a matar y pinchar en hueso. Y en el lenguaje más universal de todos, el del fútbol, se trata de un gol en propia puerta. Lo de El Mundo y el padre del hijo de Sánchez-Camacho es eso, pero no es eso. Hablamos (hablan) de una criatura de siete años, de un menor, no de cualquier menor pero a la vez de todos los menores, cuya protección es un índice moral categórico sobre el grado de civilización de una sociedad. No se trata de periodismo. El periódico aludido lleva una fotografía del líder de Ciudadanos con el titular: "Albert Rivera siembra su expansión estatal", por encima de lo "otro". Todo pasa y todo se olvida.
Tomas otro periódico, el Ara, por ejemplo, y te encuentras un caso redondo de exclusiva basura, aunque apta para el horario infantil. Insisten -con el eco pertinente ayer en TV3 y Catalunya Ràdio- en una supuesta financiación irregular del partido de Albert Rivera. Primera conclusión: el Doce de Octubre de "els quatre gats" preocupa más de lo que se pensaba en el sector soberanista. Segunda conclusión: el Estado propio que pretenden conseguir se parece más a un Estado policial que a una Suiza del Mediterráneo. La Sindicatura de Cuentas, que es el órgano acusador, forma parte de la Generalidad y depende orgánicamente del Parlamento autonómico. En Ara añaden otro dato: "La Oficina Antifraude no renuncia a investigar Tribuna Cívica". Por partes, Tribuna Cívica es la presunta Fundación Tony Manero con sede en Madrid que pagaría los taxis en Ciudadanos; la Oficina Antifraude es lo que ya se sabe, un invento del tripartito. Y todo esto, el mismo día en el que el juez del caso Palau dobla a 6,6 millones de euros la suma desviada a Convergència. Otra aclaración indispensable. La actual dirección del Palau renunció a acusar a Convergència en su denuncia sobre el saqueo.
En comparación con todo esto, lo de arriba y lo de abajo, los demás periódicos del día casi resultan como una novela de Pablo Tuset, algo bien escrito y muy recomendable para la salud mental. Exagero, pero sólo en lo de los periódicos del día. El plante del presidente de la Generalidad a la vicepresidenta del Gobierno y la posibilidad creciente de una explosión en CiU son los temas catalanes serios del día. Para La Razón se trata de un "Desacato de Mas". En Abc aclaran que "Artur Mas planta a la vicepresidenta porque él quería clausurar el acto". En La Vanguardia exclaman "Mas planta a Santamaría por diferencias de protocolo". Y así en general. ¿Es que habían quedado Mas y Santamaría para tomar café y hablar del proceso? No, para nada. Se entregaban las medallas de Fomento del Trabajo y el protocolo del Estado indica que el presidente de la Generalidad es el representante ordinario del Estado en ausencia de autoridades de mayor rango, entre las cuales figuran el Rey, el presidente del Gobierno (en carne mortal o en funciones) y el presidente del Congreso de los Diputados. Mas ya se llevó un rebote del quince en la misa de Tarragona (la de la beatificación) porque acudió Jesús Posada, presidente del Congreso, y le tocó hacer de segundón. Y ayer decidió que una y no más, porque como el presidente del Gobierno está en Panamá (Cumbre Iberoamericana), la presidenta del Gobierno en funciones era "Sorayita" (según la nombran quienes no son partidarios del PP, lo que parece ser que no es incompatible ni con el más acendrado feminismo ni con el respeto a las personas) y hasta ahí podíamos llegar. Las crónicas de La Razón (Marcos Pardeiro) y de Abc (María Jesús Cañizares) ilustran el asunto.
Lo de las horas contadas de la federación nacionalista también es un tema general. En El País, abunda Miquel Noguer bajo el título de que "CiU se precipita hacia su ruptura por la agenda soberanista de Mas y ERC". Daniel G. Sastre analiza el particular en El Mundo y titula: "El plan independentista de Mas puede acabar con la federación CiU 35 años después". Interesante crónica también de Fernando Garea y Miguel González sobre la última tenida del Consejo de Estado. Explican que Zapatero ha impedido un cambio de nombre que sugería el PP. España seguirá siendo el Reino de España en los tratados internacionales, gracias a Zapatero. Y es que casi todos los ex presidentes aspiran a ser duques.
En La Vanguardia, Rafael Nadal habla en general del proceso y en particular de los partidos: "No se equivoquen. Los acontecimientos llevan inercia propia y esta vez el desenlace llegará, será rotundo y resultará inapelable. Pero en ningún sitio está escrito que será a favor de unos o de otros, o que no puedan salir derrotadas las dos opciones a la vez". En el Avui (El Punt Avui), que lleva toda su vida escrutando a CiU y a ERC, advierten de que la candidatura unitaria para las elecciones europeas no está tan clara. M. Ballesteros y A. Etxearte firman la crónica de las dificultades para trabar un pacto soberanista. La culpa es de Unió, claro.
Las dos frases del día son del banquero Botín y del presidente de Freixenet. El primero dice que "el dinero llega a España de todas partes, es un momento fantástico". Así, casi sin haber desayunado, ¿qué quieren que les diga? El segundo, según recoge nada menos que The New York Times (algún día habrá que hablar, por cierto, del prestigio de la prensa internacional), el presidente de Freixenet, José Luis Bonet Ferrer, afirma: "Cataluña es parte esencial de España". ¡Toma! Y Mas en plan gamberro con la vicepresidenta y las patronales.
Sobre economía y sobre casi todo lo demás (como Rafael Nadal) escribe Rafael de Ribot un artículo en El Punt Avui: "De hecho, una de las cosas que hemos aprendido en los últimos años es que vivimos en un entorno volátil e inestable en el que las cosas pueden cambiar rápidamente y tomar una dirección imprevisible e inesperada". Aunque lo parezca, no es de CiU o de la independencia de lo que habla, sino de "refundar un modelo financiero propio que por encima de los beneficios busque beneficiar a su entorno". Tiene razón, en lo primero y puede que en lo segundo también, porque hasta un modelo "propio" sería mejor que el actual, entre el "nasdaq" y el "nikkei".
Y sigue la bronca por lo del torero Padilla y el cantautor Albert Pla (no sé si ayer quedó claro que a muchos nos gustan los toros y también Albert Pla o que se puede querer a dos mujeres a la vez y no estar loco, Machín dixit). Un ejemplo de gol en propia puerta se lo mete Pilar Rahola, que en un destacado de su colaboración en La Vanguardia defiende a Trias: "Sólo faltaría que la alcaldía no pueda escoger la foto que mejor concilia los valores de la ciudad". La articulista recuerda casos de prohibiciones y retiradas de estatuas en otros lugares de España y con eso se carga de razones para justificar que el alcalde de Barcelona haga con un fotógrafo (porque la foto no es de Padilla, sino de un fotógrafo, Daniel Ochoa de Olza) lo mismo que el alcalde de Gijón con Albert Pla. ¿Ojo por ojo? Sobre este tema de boicotear a los artistas por sus opiniones o por sus fotos anuncia María Güell en Abc el regreso de Els Joglars a Cataluña siete años después de su última función por estos pagos.
Vista la prensa en general y en particular, no queda más remedio que admitir que hay días en los que es mejor ser empleado de banca (vender preferentes, hipotecas y desahucios) que periodista, torero o cantautor. Aquello de dile a mi madre que trabajo de pianista en un burdel o eso de que más cornadas da el hambre, que sentenció El Espartero (el diestro, no el general). Pregunten a Padilla si no me creen.