El enternecedor "ejercicio de transparencia" de los propagandistas del Rey afila el colmillo de los vaticanistas de la Corona más avezados. Lástima que al llegar a sus redacciones se encuentren con todo el espacio cubierto de pormenorizados gráficos de caderas humanas, detalladas descripciones de los maleolos reales, profusos análisis sobre los plazos de recuperación y publicidad de clínicas, prótesis y ortopedias. Más que un Rey parece un mediocentro roto, lo que inevitablemente acrecienta las dudas, alimenta las sospechas y aumenta el desasoiego institucional. El peso del antecedente "situacional" (aquella flebitis) anima el debate entre quienes sostienen que se ha de dotar al príncipe de un "estatuto" y quienes viven (en todos los sentidos) de los anzuelos de Zarzuela y presentan a "Su Majestad" como un caso raro de Cuerpos embarazosos, un programa de TV en plan urgencias bizarras.
Todos los diarios convierten la Corona en imagen de portada, salvo el Ara y El Punt Avui, en un singular ejercicio de estilo que, según se alega, los buenos lectores aprecian. ¡Pero qué finos y agudos que son! Volviendo a lo de los periódicos, Abc y La Razón compiten en benéficos deseos mientras El Mundo cede la imagen de portada al príncipe y Letizia. En Barcelona, La Vanguardia muestra su sentido institucional con un titular informativo: "El Rey supera con éxito la operación"; y El Periódico habla de la "octava reparación". En Madrid, sin embargo, se tiene por certificado que son más de quince las veces que el monarca ha pasado por el taller.
En el plano corto de la política catalana, hasta la prensa de Madrid confía en asistir hoy a un sustancial debate en el Parlamento autonómico de Cataluña. Vísperas de mucho, días de nada. Las crecientes tensiones entre Unió y Convergència, de Duran y Mas y de sus peones de brega facilitan agudas interpretaciones en el papel, que lo aguanta todo. Entre ellas resulta destacable la de El País, que asegura que "Mas maniobra para contentar a Unió y al PSC sin ceder en la consulta". Imposible de desmentir, verdad absoluta. Todos los políticos maniobran. En la crónica, sin embargo, ofrecen una acertada cartografía de la cosa catalana. Afirman que en Convergència echan chispas contra Duran, pero confían en que se imponga la línea oficial. "Hay gente de Unió que ha estado en la cadena", dicen los convergentes. Pues sí, como Joana Ortega, nuestra vicepresidenta. ¿Y? Cuentan también en el diario de Prisa que esos mismos convergentes se quejan de que puestos a negociar en serio con Madrid "no hay nadie al otro lado". En otros periódicos y en ese mismo, afirman por el contrario que Rajoy ha hecho unas declaraciones sobre la crisis y lo de Cataluña en el The Wall Street Journal antes de irse a la Asamblea de Naciones Unidas. Es raro que en CDC no sepan donde anda Rajoy con lo aficionados que dicen que son a leer prensa extranjera. Se referirán al Abc.
En el Ara y en El Punt Avui las fotos de portada son para el Barça. Menos dudas aún ofrece su interpretación de lo de Duran, que vendría a ser el facilitador socialista para "erosionar" el pacto con ERC y entorpecer desde dentro el camino hacia la consulta. Un quintacolumnista, directamente.
Un vistazo a la portada de El Mundo sugiere la reapertura del expediente lingüístico. "Modificación clave: el español será 'vehicular' en toda España", profetizan a cinco columnas. Pero en las primeras líneas de la crónica ya se desinfla el suflé y se aclara que se trata de una moción del partido de Rosa Díez que el PP ha recogido en la "Ley Wert". Cuentan la historia como si la citada legislación se fuera a aplicar en Cataluña, lo que a estas alturas resulta harto improbable. También cabe en El País, Abc y La Vanguardia la oferta de Alicia Sánchez-Camacho para formar una alternativa al nacionalismo a patronales, sindicatos, partidos y público en general. De momento, sólo Ciudadanos, que ha lanzado un S.O.S. parecido, habría dado señales de estar por la labor. No parece previsible que el Círculo de Economía, Fomento del Trabajo o Justo Molinero respondan.
Escaso en referencias, pero muy ilustrativo resulta el espacio que los periódicos dedican a la opinión. Se llevan la palma Joan Barril en El Periódico y Rocío Martínez Sampere en El País. El primero se hace cruces por la sacralización del texto constitucional y reprocha a PP y PSOE que confundan la Carta Magna con la verdad revelada de la Biblia. Qué razón tiene Barril. Pena que no le haya quedado espacio para explicar lo del Estatuto, otro ejemplo, y no menos relevante, de interpretación coránica de un manuscrito del Mar Muerto. En cuanto a la diputada autonómica Martínez Sampere, despacha una carta abierta a Rajoy con la ayuda del politólogo José Fernandez Albertos. En ella, informan al presidente del Gobierno que lo de Cataluña es grave y le piden que facilite la consulta. "Apreciado presidente", comienza un artículo que a partir de ahí se precipita por los derroteros del flower power línea Dolors Camats. "La consulta no es un trámite para la independencia sino una oportunidad", le comentan a Rajoy.
En La Vanguardia, Francesc de Carreras se encarga del obituario que nadie, absolutamente nadie, ha hecho de García de Enterría. En el mismo periódico, Florencio Domínguez explica en una espléndida columna algo así como la intemperancia de los mossos buscando ultraderechistas mientras los bancos de Barcelona reciben paquetes bomba del anarquismo greco-latino. Mención especial requiere también el artículo de Jordi Gracia en la edición catalana de El País: "La brecha que ha abierto el poder de la Generalidad alentando por todos los medios la movilización del independentismo es una brecha real, es tangible, no es retórica ni forma parte de las cábalas de pesimistas profesionales ni de patriotas de otra patria". Pues eso.