El pueblo a una hora de Lleida ideal para escaparse en otoño, Alquézar

El pueblo a una hora de Lleida ideal para escaparse en otoño, Alquézar WIKIPEDIA

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El pueblo a una hora de Lleida ideal para escaparse en otoño: "Un capricho urbano de callejones empedrados", según National Geographic

El acceso limitado al municipio ha ayudado a preservar su aspecto original

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El otoño es el momento perfecto para conocer el territorio cercano. Ya no hace falta ir a la playa y la nieve aún va a tardar. Por eso, nada mejor que buscar destinos de proximidad para una escapada corta.

Los pueblos siempre son una buena opción, especialmente si tienen algo particular. Las revistas especializadas saben cómo sacarle partido a estos lugares y National Geographic ya ha dictaminado cuál es “el pueblo más bonito al que escaparse este octubre”.

Está a tan solo una hora de Lleida y combina arquitectura, historia y paisajes únicos. Como no podía ser de otra manera, se trata de una villa medieval rodeada se abren sobre el cañón del Vero (Huesca).

Esta, más allá de sus callecitas y casas hechas de piedra, tiene sus particularidades. Está entre cañones y montañas y, según National Geographic es un “capricho urbano de callejones empedrados”.

Dónde está

La zona ayuda. Está en medio del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, en una zona montañosa. Su construcción tuvo que adaptarse a la orografía y así ha surgido este trazado de calles estrechas, pasadizos y miradores cuyo nombre es Alquézar.

Conocida como la  “capital esteta” del Somontano de Barbastro, la villa parece colgada de una ladera. Eso sí, está vigilada por de cerca por la fortaleza-colegiata de Santa María la Mayor, que corona el pueblo.

Origen árabe

Como se suele decir en estos casos, Alquézar parece detenido en el tiempo. Así lo han procurado sus vecinos. El acceso al pueblo es limitado, lo que ha ayudado a preservar su aspecto original.

Su nombre, en cambio, si ha ido cambiando con el tiempo. El término Alquézar procede del árabe al-qasr, que significa “fortaleza”. 

Colegiata de Santa María la Mayor de Alquézar

Colegiata de Santa María la Mayor de Alquézar WIKIPEDIA

Esta denominación tiene que ver con su historia. La localidad nació en el siglo IX, cuando Jalaf ibn Rasid mandó construir un castillo para frenar el avance cristiano hacia Barbastro. 

Durante dos siglos, el castillo que corona el lugar cumplió su función hasta que, en 1067, fue conquistado por Sancho Ramírez, hijo de Ramiro I de Aragón. Tras la conquista, la fortaleza se transformó en un espacio religioso. 

Un castillo para la defensa

A finales del siglo XI se levantó la primera colegiata románica en el interior del castillo. De esa época apenas se conservan algunos capiteles del siglo XII que representan escenas como la creación de Adán, la tentación de Eva o el Diluvio Universal. 

El claustro trapezoidal, reconstruido en el siglo XVI, combina elementos románicos y góticos tardíos y mantiene frescos con episodios del Nuevo Testamento.

Pasadizos medievales

Este fortín protege Alquézar, cuyo trazado siempre estuvo marcado por la complejidad del terreno. Las calles siguen las curvas de nivel y se enlazan mediante pasadizos conocidos como callizos. 

Estos túneles cubiertos permitían comunicar viviendas y aprovechar el espacio para ampliar habitaciones sobre las casas. Asimismo, desde fuera, ayudan a protegerse del clima adverso, especialmente en invierno.

Uno de los más emblemáticos es el Pasador de Casa Lailla, apodado “la eslizadera” por el desgaste de su pavimento de roca. A pocos metros se encuentra la plaza porticada de Rafael Ayerbe, centro de ferias y mercados desde el siglo XVI. 

Desde este punto parten caminos hacia los miradores del cañón del Vero y hacia la conocida ruta de las pasarelas. Y es que este accidente geográfico, esculpido durante siglos en la Sierra de Guara, ofrece uno de los paisajes más espectaculares de la zona

Rutas por pasarelas

A comienzos del siglo XX, aquí se instalaron pasarelas para dar servicio a una central hidroeléctrica. Hoy se han convertido en un circuito turístico de unos 3 kilómetros.

Mucho de sus visitantes, amantes del senderismo, optar por hacer este recorrido de dos horas, que parte en la plaza Rafael Ayerbe y desciende hasta el barranco de la Fuente. Desde allí, las pasarelas metálicas permiten caminar suspendidos sobre el río, en algunos tramos a más de 20 metros de altura. 

Otros caminos por recorrer

Pero este sendero de las pasarelas no es la única. Desde El casco urbano de Alquézar parten otras rutas como el Camino Natural del Somontano de Barbastro, que conecta la villa con Colungo a través de un circuito de 17 kilómetros. 

El itinerario atraviesa enclaves históricos como las Balsas de Basacol, antiguos aljibes musulmanes, y el puente de Villacantal, de origen medieval. También incluye el puente del Diablo, levantado sobre el barranco de las Gargantas y rodeado de leyendas.

Murallas de Alquézar

Murallas de Alquézar

Colungo es, además, la puerta de entrada al Parque Cultural del río Vero, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO gracias a sus pinturas rupestres de hasta 20.000 años de antigüedad. 

Cómo llegar

Todo esto ayuda a que National Geographic lo considera un plan perfecto para escaparse en otoño. Y más si uno se encuentra en Lleida o alrededores.

Desde la capital ilerdense se llega en una hora. Lo más práctico es ir por la autovía A-22 en dirección Barbastro y después por la carretera A-1232 hasta allí. Desde Barcelona, ya son tres horas, yendo por la AP-2 hasta Lleida y continuando por la A-22.