La ruta de dos horas que lleva a una de las construcciones naturales más bonitas de Cataluña: un Bien Cultural de Interés Local en Girona

Nos atraen las rutas naturales en Cataluña porque combinan desconexión y descubrimiento en un territorio muy variado y cercano: en pocos kilómetros cambian los paisajes, los aromas y la luz, y eso convierte cada salida en algo nuevo.

Los itinerarios suelen estar bien señalizados, con desniveles y duraciones para todos los niveles, lo que facilita ir en familia o con amigos sin complicaciones. Además, el clima templado permite disfrutarlas casi todo el año y cada estación ofrece su propio espectáculo --floraciones, colores otoñales y cielos limpios--.

El bonito nombre catalán del hijo de Rafa Nadal y Mery Perelló: significa "¿quién es como Dios?" y es muy común en Girona

La ruta de Girona

Las Cabanes de Argelaguer, también llamadas Cabanes d’en Garrell, se han consolidado como una de las excursiones más sorprendentes de la provincia de Girona. A poco más de hora y media de Barcelona, el itinerario se adentra en un bosque que funciona como escenario de arte, imaginación y juego para toda la familia. Un recorrido pensado para descubrir sin prisas un paisaje intervenido de forma creativa.

El secreto se desvela al llegar al municipio de Argelaguer, donde aparece este insólito poblado de madera y piedra. Su autor fue Josep Pujiula, conocido como el Tarzán de Argelaguer. Durante más de cuatro décadas convirtió ramas, tuberías y materiales reciclados en torres de más de 30 metros, laberintos, pasarelas y cabañas de aire fantástico. El resultado es un conjunto único que invita a explorar, subir y mirar el bosque desde perspectivas poco habituales.

Las Cabanes de Argelaguer WIKILOC

Un arquitecto catalán revela cuál es el problema de la vivienda en Cataluña: "Dedicamos mucho tiempo a cosas que no son trascendentes"

Itinerario circular

La visita se organiza en una ruta circular de tierra, fácil, bien señalizada, libre y gratuita durante todo el año. En otoño, cuando la vegetación tiñe de ocres el sotobosque, el plan es, especialmente, atractivo para familias y senderistas curiosos. El paseo se completa en unas dos horas, tiempo suficiente para detenerse a observar las construcciones y disfrutar del entorno natural sin perder detalle.

El conjunto está concebido como un ejemplo de land art y arte espontáneo, con estructuras que se funden con la naturaleza. Entre los rincones más llamativos figuran la Cova del Tossut, un túnel de 15 metros con símbolos tallados en la roca; la fuente con sus canalizaciones de agua y monolitos; y el singular 'cementerio del 4L', una pieza levantada sobre un viejo Renault que añade un punto de ironía y memoria popular al recorrido.

Con el paso del tiempo, parte de las estructuras se han deteriorado, pero todavía pueden admirarse torres, galerías y huertos en terrazas, que evidencian la inagotable inventiva de Pujiula. Desde 2014 el enclave cuenta con la protección de Bien Cultural de Interés Local, una figura que ha permitido cierta preservación del espacio y de su espíritu original.

Accesos

El acceso es sencillo: desde el centro del pueblo basta con seguir la señalización. El trazado suma unos cinco kilómetros y apenas 30 metros de desnivel, por lo que es una excursión accesible incluso para los más pequeños. A lo largo del camino, hay paneles informativos que ayudan a reconstruir la historia del creador y del proyecto. Se recomienda no entrar en las estructuras más frágiles para evitar daños y preservar la seguridad.

Con la llegada del frío y los colores del bosque, la ruta se convierte en una alternativa ideal para pasar una jornada distinta en familia. Su mezcla de aventura, historia y naturaleza convierte a las Cabanes d’Argelaguer en un destino imprescindible para quienes buscan escapadas originales cerca de Barcelona.

Cómo llegar

Si se quiere ir directo, el acceso comienza en el propio municipio de Argelaguer, en La Garrotxa: desde el Ayuntamiento se toma la GIV-5231 en dirección a Tortellà hasta el desvío de la Font de Morató. A partir de ahí, una pista asfaltada enlaza con un tramo de camino de tierra, que desemboca en las cabañas. El coche se deja en el pueblo y el resto --5 km y 30 m de desnivel-- se hace a pie.