Ni Francia ni Cataluña: estos son los pueblos donde se rodó 'Estrany riu', la única película catalana presente en el Festival de Venecia

El festival de cine de Venecia ya está en marcha y, pese a que este año no hay ninguna película catalana en la Competición Oficial, sí hay cineasta novel que se ha colado en la sección Horizontes, Jaume Claret Muxart.

El cineasta catalán ha llamado la atención de los seleccionadores de la Biennale con su film Estrany riu, una cinta de tono afrancesado, pero que no se rodó ni en Francia ni en Cataluña. El director ha viajado hasta Alemania para recordar los viajes que hacía en su juventud y transformarlos en una historia de descubrimiento y a descubrir.

El rincón favorito de Miguel Ángel Muñoz en Cataluña: "Todos los años intento ir"

Estrany riu cuenta la historia de Dídac, un joven de 15 años que, durante unas vacaciones familiares por Alemania, vive un viaje paralelo, el de su autodescubrimiento. Entre viajes en bici y acampadas, el chico verá como una extraña criatura que se le aparece en las aguas del Danubio parece seguirle. Dar con ella va a ser conflictivo y revelador.

El protagonista, interpretado por el debutante Jan Monter, va a pelear con sus padres y sus hermanos, descubrirá algunos secretos y huirá para volver transformado. Aunque lo importante es la poesía visual que despliega Muixart que parece beber de Apichatpong Weerasethakul y transportar al espectador, no tanto a Alemania como a un estado anímico que lo agarra y no le llega, compartiendo así un viaje transformador.

Dónde se rodó

El paisaje alemán también ayuda. El equipo de la película viajó hasta el estado federado de Baden-Württemberg, cerca de la Selva negra, y allí dio con los paisajes que necesitaba para el film.

La zona, obviamente, es un lugar que el realizador conoce bien. Él mismo reconoce que Estrany riu nace de allí y de sus propias travesías familiares en bici por Europa: escenas de descanso, perfiles fluviales, el sonido del viento y del agua, que él ha convertido en film. Una película rodada en 16 mm y en catalán que conforman un relato visual y emocional inspirado en el paisaje, que ya ha conquistado Venecia.

A orillas del Danubio

La película se rodó, especialmente en dos municipios y sus alrededores, por un lado, Beuron, por el otro, Sigmaringen, y, en menor medida, tierras de Ulm. En pocas ocasiones entra a los municipios, se queda en las zonas de acampada y en el arroyo del Danubio, donde todo adquiere un tono místico, poderoso, fluido y hasta espiritual.

La película ofrece la oportunidad de descubrir estos lares sin salir de la propia ciudad donde se vea la cinta. Una ocasión única para conocer otra Alemania no tan popularizada por el cine.

Beuron

En las primeras fases del viaje de los protagonistas, la cámara recorre Beuron, un pequeño pueblo que se encuentra dentro del Parque Natural del Alto Danubio. Su entorno no puede sr más idóneo para la cinta.

Allí, más allá de contemplar los primeros pasos del Danubio, también se puede disfrutar de una imponente abadía benedictina. Reconstruida en el siglo XIX, es uno de los hitos culturales del lugar.  A eso se le suma la carga cultural del municipio. Beuron fue el foco de la Escuela de Arte de homónima y cuenta con un museo de la Biblia.

Sigmaringen

La otra localidad alemana donde se han rodado varias escenas es Sigmaringen, capital del distrito homónimo y lugar donde se erige un majestuoso castillo del mismo nombre, que fue sede histórica de la nobleza Hohenzollern-Sigmaringen. 

La fortaleza se encuentra en lo alto de una colina desde que se ve el río, donde Dídac va a encontrar a esta figura extraña que le cambiará para siempre.

Ulm

Por último, y aunque no tenga tanto protagonismo en la cinta está la ciudad de Ulm, un enclave universitario y tecnológico famoso por su catedral. Ulmer Münster exhibe la torre más alta del mundo, con 161,5 metros.

Otro de sus atractivos es su casco antiguo, que conserva rincones medievales como el barrio de pescadores (Fischerviertel), la torre de los carniceros y un Ayuntamiento con reloj astronómico. 

Fotograma de 'Estrany Riu'

Pero si por algo destaca Ulm es por ser la ciudad donde nación Einstein y, de hecho, en la película se menciona. El padre de Dídac en la película, es arquitecto y lo llevan a visitar la Hochschule für Gestaltung (HfG Ulm), es decir la escuela de Ulm, conocida por su particular diseño.

Construida en 1953, su principal impulsor fue el arquitecto, artista y diseñador suizo Max Bill. Fue, como cuenta el film, un discípulo de la Bauhaus, que quiso dar continuidad a ese espíritu vanguardista interrumpido tras la Segunda Guerra Mundial. 

Una escuela particular

La escuela se centró en disciplinas como el diseño industrial, la comunicación visual y la arquitectura, convirtiéndose en un referente internacional por su método pedagógico innovador, que combinaba teoría, práctica y un fuerte componente social.

Desde 1968 la escuela permanece cerrada, pero durante las dos décadas en las que funcionó, marcó profundamente la evolución del diseño moderno europeo. Y, parece, que a Muixart, que la ha usado de escenario para una de las escenas finales de Estrany Riu.