La montaña que inspiró a Gaudí para hacer la Pedrera

La montaña que inspiró a Gaudí para hacer la Pedrera CRÓNICA GLOBAL

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La montaña que inspiró a Gaudí para hacer la Pedrera: puerta de entrada al Pirineo para exiliados, comerciantes y viajeros

Se trata de una de las formaciones naturales más singulares del norte de Lleida

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Hay montañas que inspiran. La misma Montserrat sirvió de inspiración para la otra Sagrada Familia de Cataluña. En cambio, hay otro monte, mucho menos conocido, que dicen que inspiró a Gaudí para hacer La Pedrera.

No es un lugar cualquiera: este rincón de Cataluña fue durante siglos la puerta de entrada a los Pirineos. Por aquí cruzaba gente por cuestiones de necesidad; ahora lo hacen por amor al arte de Gaudí y al senderismo.

Se trata del Congost de Collegats, un estrecho paso excavado por el río Noguera Pallaresa que fue uno de los pocos accesos naturales entre el llano y el Pirineo. Lo que sigue siendo hoy es una de las formaciones naturales más singulares del norte de Lleida y un espacio donde geografía, historia y paisaje se entrelazan.

Este estrecho tiene una longitud aproximada de cinco kilómetros y se sitúa en el límite entre las comarcas del Pallars Jussà y el Pallars Sobirà, dentro de los términos municipales de Baix Pallars, la Pobla de Segur y Conca de Dalt.

Lugar protegido

Tras pasar por Gerri de la Sal, el Noguera Pallaresa se encaja entre las sierras de Peracalç y Cuberes, esta última integrada en la sierra de Boumort, dando lugar a un desfiladero de paredes verticales y de fuerte impacto visual.

La acción constante del agua sobre la roca calcárea ha dado forma a un relieve abrupto, con cavidades, surgencias y formaciones erosionadas. Por su valor paisajístico y natural, el Congost de Collegats fue incluido en 1992 en el Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN) de la Generalitat de Catalunya.

Una visita inspiradora

Uno de los puntos más conocidos del desfiladero es L’Argenteria, una pared de roca calcárea por la que brota agua de manera constante. El goteo ha modelado la piedra, creando formas irregulares y ondulantes; de ahí la inspiración atribuida a Gaudí.

Más allá de la forma, en invierno, cuando el agua se congela, la roca se cubre de carámbanos que reflejan la luz y generan tonos plateados. Los fotógrafos de naturaleza lo disfrutan especialmente.

Paso del Congost de Collegats

Paso del Congost de Collegats AYUNTAMIENTI DE LA POBLA DE SEGUR

Toda esta singularidad geológica de Collegats no solo atrajo a personas necesitadas y a amantes de la naturaleza. A finales del siglo XIX, el desfiladero fue visitado por Antoni Gaudí, que quedó impresionado por sus formas.

Diversos estudios y testimonios han señalado este paisaje como una de las fuentes de inspiración natural del arquitecto para concebir las fachadas sinuosas de la Casa Milà.

Qué se dice

Aunque Gaudí nunca dejó constancia escrita directa de esta relación, la analogía entre las formas del desfiladero y la arquitectura de La Pedrera ha sido destacada por historiadores y divulgadores del modernismo.

Más allá de su valor natural e inspirador, Collegats tiene, sin quererlo, un valor histórico muy importante. Antes de la apertura de la carretera moderna, el cruce se realizaba por caminos de herradura estrechos y peligrosos, utilizados por comerciantes, arrieros y viajeros.

Paso estrecho

En 1678, el duque de Cardona autorizó a la familia Berenguer, de la Pobla de Segur, a mejorar el paso y a cobrar portazgo, consolidando así el control del tránsito por este punto estratégico, aunque sin mejorar de forma sustancial la dificultad del recorrido.

El Diccionario de Pascual Madoz ya describía en el siglo XIX un paso angosto, tallado en la roca, donde en algunos tramos no podían cruzarse dos caballerías a la vez. No fue hasta 1905 cuando la carretera logró atravesar el estrecho.

Finalmente, a principios de la década de 1990 se construyeron dos túneles que mejoraron la seguridad y la fluidez del tráfico. Los antiguos tramos quedaron cerrados al tránsito rodado y hoy forman parte de itinerarios senderistas.

No todo acaba con las infraestructuras. En la entrada sur del desfiladero se encuentra la Font de la Figuereta, desde donde parte el antiguo camino de herradura que atraviesa Collegats.

Un monasterio medieval

El recorrido pasa cerca del monasterio de Sant Pere de les Maleses, un cenobio excavado parcialmente en la roca y hoy en ruinas, situado en el barranco de Sant Pere, testimonio de la importancia espiritual y estratégica del lugar durante la Edad Media.

El camino bordea también la cueva de la Serpiente, asociada a una leyenda popular que refleja el temor que durante siglos inspiró este paso abrupto y aislado. Tal vez parte de estas historias fue lo que atrajo a Gaudí a visitarlo y, además, lo inspiró.