El lugar natural de Cataluña perfecto para una excursión en otoño, según National Geographic: "Paisaje rojizo entre bosques de pinos verdes"

Durante esta estación, nos encanta salir a explorar entornos donde el aire se vuelve más fresco y los árboles se tiñen de tonos dorados, rojizos y cobrizos. Caminar entre hojas crujientes, sentir el viento suave y observar como la luz del sol se filtra entre las ramas nos llena de calma y energía renovada. Es una época perfecta para desconectar del ruido y reconectar con lo esencial.

También, disfrutamos descubriendo rincones tranquilos junto a ríos o montañas, donde el paisaje cambia cada día y el silencio solo se interrumpe por el canto de algún ave o el murmullo del agua. Nos inspira contemplar la naturaleza en su transformación, percibir como todo se prepara para el descanso invernal y ser parte de ese ritmo pausado que invita a reflexionar y agradecer.

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El lugar otoñal

En el artículo de National Geographic, 'Las siete maravillas naturales de España perfectas para una excursión de noviembre' nos da una serie de lugares mágicos a los que poder ir en estas fechas, y uno de ellos está en Tarragona.

En la comarca del Baix Penedès, en los viñedos de Aiguaviva, hay un sitio donde los campos no se tiñen de tonos ocres, amarillos o naranjas; sino de un rojo intenso. Este espectáculo, muy llamativo, atrae a muchos fotógrafos y visitantes, que pueden disfrutar del paisaje rojizo entre bosques de pinos verdes, caminos para hacer senderismo y pequeños pueblos con encanto.

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El motivo de este color tan característico está en el tipo de uva que se cultiva allí: la garnacha. En la época otoñal, las hojas de estas vides pierden la clorofila (la sustancia que les da el color verde) y aparecen otros pigmentos llamados antocianinas, que son los responsables de los tonos rojos. Este fenómeno no ocurre solo en Aiguaviva, sino también en lugares cercanos como el Pla de Manlleu, Aiguamúrcia y Querol, aunque estos últimos ya pertenecen a la comarca del Alt Penedès.

Uva garnacha WIKIPEDIA

Uva garnacha

La uva garnacha es una de las variedades más antiguas y emblemáticas del Mediterráneo. Su origen se sitúa en Aragón, desde donde se expandió hacia el resto de España, el sur de Francia y, finalmente, a otros países como Italia o Australia. Se caracteriza por su adaptación al clima cálido y seco, su vigor natural y su capacidad para producir vinos de alta graduación alcohólica con intensos aromas a frutas rojas y especias. Aunque durante décadas fue considerada una variedad rústica y de producción masiva, hoy vive una nueva etapa de reconocimiento gracias a los viñedos viejos y a un manejo más cuidadoso en campo y bodega.

En Cataluña, la garnacha ocupa un lugar esencial dentro de las denominaciones de origen más prestigiosas, especialmente en el Priorat, Terra Alta, Montsant y Empordà. En el Priorat, donde crece sobre suelos de pizarra (licorella), produce vinos potentes y concentrados, de profundo carácter mineral. En Terra Alta, la garnacha blanca se ha convertido en un símbolo de identidad, ofreciendo blancos estructurados, aromáticos y con gran capacidad de envejecimiento. Por su parte, en Montsant y Empordà, las versiones tintas muestran una expresión más fresca y frutal, con notas mediterráneas de hierbas y tierra seca que reflejan la diversidad de microclimas catalanes.