Sant Julià de Cerdanyola

Sant Julià de Cerdanyola Fotografies Catalunya

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El pueblo perfecto para tomarse un respiro está en la provincia de Barcelona: solo una hora lo separa de Andorra

Una escapada rural de un par de días permite relajar el cuerpo y la mente mediante la conexión con la naturaleza

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El día a día de un adulto es muy estresante. Son muchas las preocupaciones que requieren atención. Cada situación tiene sus características, pero todas las personas tienen problemas. Es por ello que, de vez en cuando, es interesante poder desconectar. La rutina es positiva, aunque escapar de ella de forma temporal es un hábito saludable.

Una forma muy buena de hacerlo es dejarse abrazar por la naturaleza. Ambientes tranquilos, sin tráfico; aire puro y comida de proximidad. Para poder hacer estos planes no hace falta salir de Cataluña. La comunidad autónoma tiene pueblos con estas características. El problema es que muchas veces no se piensa en lo propio, sino en lo foráneo.

Cerca de Andorra

Al norte de la provincia de Cataluña, a solo una hora de distancia en coche en Andorra, se encuentra Sant Julià de Cerdanyola. Según los datos del Institut d'Estadística de Catalunya (Idescat), en 2024 tenía 231 habitantes censados. Es decir, escapar de los bullicios y poder caminar sin esquivar personas está asegurado.

Es ideal para aquellos que buscan unos días en un destino tranquilo, auténtico y menos masificado que otros enclaves de montaña más conocidos. Además, la proximidad con otros núcleos rurales, como es el caso de Guardiola de Berguedà, permite que se puedan realizar excursiones por otros municipios en condiciones similares.

¿Por qué visitarlo?

Visitar Sant Julià de Cerdanyola es una oportunidad para desconectar del estrés y conectar con la naturaleza. Rodeado de montañas y silencio, ofrece un entorno donde el tiempo parece detenerse. Sus calles tranquilas y el aire puro del Catllaràs invitan a la calma y al descanso.

Fiesta de la Fia Faia en Bagà y en Sant Julià de Cerdanyola

Fiesta de la Fia Faia en Bagà y en Sant Julià de Cerdanyola Oriol Llauradó – ACT

Además, el pueblo mantiene viva su esencia cultural con tradiciones como la Fia-Faia, imprescindible si la visita tiene lugar el 24 de diciembre, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Su mezcla de autenticidad, paisaje y serenidad lo convierte en un destino perfecto para quienes buscan paz y experiencias genuinas lejos del ruido urbano.

¿Qué ver?

El casco antiguo mantiene intacta la esencia de los pueblos de montaña. Sus calles estrechas y empedradas serpentean entre casas de piedra y balcones llenos de flores, mientras el aire fresco del valle del Catllaràs envuelve cada rincón. Caminar por sus callejones es un viaje en el tiempo, un reencuentro con la sencillez y el ritmo pausado de la vida rural. Desde cualquier punto del pueblo se puede contemplar un paisaje de montañas y bosques que invita a detenerse y respirar profundamente.

Vistas al valle del Catllaràs

Vistas al valle del Catllaràs El Berguedà

En el centro del municipio se alza la iglesia de Sant Julià, un templo románico que da nombre al pueblo y simboliza su historia. Su estructura sobria y su torre campanario se integran perfectamente en el entorno natural, recordando la importancia espiritual y social que tuvo en otras épocas. Desde sus inmediaciones parten varios senderos que conducen a miradores naturales, ermitas escondidas y caminos rurales que permiten descubrir la belleza del Berguedà en su estado más puro.

Recomendaciones

Sant Julià de Cerdanyola se encuentra a una altura aproximada de 954 metros sobre el nivel del mar. Eso lo hace tener buenas vistas y aire limpio, pero también una temperatura baja. La temperatura media en otoño, durante el día, oscila entre los 16º y 11º; por la noche desciende a los 6º-5º. En invierno, enfría hasta los 8-7, mientras que por la noche se alcanzan temperaturas negativas.

Una persona se abriga para combatir el frío

Una persona se abriga para combatir el frío Europa Press

Así pues, es importante, llevar una vestimenta adecuada. Es importante portar ropa de abrigo, así como calzado que sirva para montaña. Además, si las prendas son impermeables y resistentes al frío, mejor todavía.

¿Cómo llegar?

El transporte público es limitado y el trayecto dura unas tres horas y 40 minutos. De hecho, la ruta que propone Google Maps es ir en autobús hasta Guardiola de Berguedà y después caminar más de una hora hasta Sant Julià de Cerdanyola.

La mejor forma de llegar a Sant Julià es utilizando un vehículo propio. En coche, la ruta desde la capital de provincia es de una hora y 40 minutos. Salida de Barcelona por la B-20 o la C-33, según el punto de partida, hasta conectar con la C-16 dirección Manresa. Hay que continuar por la C-16 durante aproximadamente 115 kilómetros pasando por Terrassa, Manresa, Gironella y Berga. Después, se debe tomar la salida 107 hacia Guardiola de Berguedà. Por último, seguir las indicaciones hasta el destino.