El pueblo medieval de Girona popular por sus manzanas: con una torre declarada Bien Cultural de Interés Nacional

En la provincia de Girona, uno de los tesoros más dulces y representativos son las manzanas, un producto que ha conquistado tanto las mesas locales como los mercados internacionales. Cultivadas en el Empordà, el Gironès y la Selva, estas frutas encarnan la esencia agrícola y gastronómica de la región.

El equilibrio entre acidez y dulzor, unido a su característica textura crujiente, es fruto de un clima privilegiado y de una tradición frutícola transmitida de generación en generación. Este legado se refleja en cada cosecha, donde la calidad es tan importante como el respeto por la tierra.

Los jubilados evitan destinos catalanes en sus viajes con el Imserso: "La gente no quiere venir"

La manzana de Girona cuenta con la Denominación de Origen Protegida (DOP), un distintivo que certifica su excelencia y la sitúa como referente dentro y fuera de España. Además, el sello Girona Excel·lent, otorgado por la Diputación de Girona, refuerza su prestigio al reconocerla como uno de los mejores productos agroalimentarios de las comarcas gerundenses. Entre los meses de agosto y noviembre, se convierte en la fruta estrella de los mercados y tiendas locales.

El pueblo de las manzanas

Durante la época de recolección, los campos se tiñen de tonos rojizos y dorados que anuncian la llegada del fruto maduro. En este paisaje destaca Palau Sator, un pequeño municipio del Baix Empordà, rodeado de plantaciones que dan vida a un entorno rural de gran belleza.

No es un pueblo: este es el rincón de Tarragona que enamora a la prensa extranjera

El pueblo, apreciado por los amantes de los productos de kilómetro cero, ha sabido combinar su vocación agrícola con una oferta gastronómica de primer nivel. Restaurantes como Mas Pou, Sa Torre o Can Bach elaboran platos donde la manzana es la protagonista, siempre con ingredientes frescos y de proximidad.

Su casco antiguo, perfectamente conservado, recuerda su pasado medieval. Con apenas 305 habitantes, según datos del Idescat, la villa conserva el encanto de las antiguas poblaciones fortificadas que protegían a sus vecinos durante la Edad Media.

El núcleo histórico, rodeado por una muralla, invita a recorrer sus calles empedradas, donde la calle Portal ofrece la entrada más pintoresca al recinto. Entre sus construcciones sobresale la Torre de les Hores, una estructura de veinte metros de altura declarada Bien Nacional de Interés Cultural, que simboliza la historia y la identidad de este rincón gerundense.

La Torre de les Hores

La Torre de les Hores, también conocida como Torre Portal, es un destacado monumento medieval situado en el municipio de Palau‑Sator, en la comarca del Baix Empordà, en Girona.

Esta estructura, que forma parte del antiguo recinto fortificado de la villa, ha sido declarada Bien Cultural de Interés Nacional. Es el elemento mejor conservado de la muralla medieval del núcleo, y todavía hoy sirve de acceso al interior del recinto antiguo. Se trata de un elemento que puede datar en el siglo XIV.

Es una torre de base cuadrada que se eleva sobre un paso cubierto de la calle Major. En la parte interior tiene una bóveda apuntada y una escalera, a la derecha, que conduce a una pequeña terraza donde está ubicada la puerta de acceso a la parte superior.

Torre de les Hores WIKIPEDIA