Blanes / Wikipedia

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Viajes

Este es el pueblo medieval donde nació la nueva promesa de 16 años del FC Barcelona: playas de aguas cristalinas y más de 1.000 años de historia

Actualmente, es uno de los principales destinos turísticos de la Costa Brava, aunque durante años fue un pequeño y tranquilo pueblo de pescadores

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Michał Żuk es una de las joyas de la masía. El joven de tan solo 16 años apunta a un futuro prometedor. Se trata de “uno de los mayores talentos de España que no para de brillar en La Roja y también en el Barça”, asegura en TikTok el periodista Sergio Gallardo.

El futbolista, de padres polacos, nació en Blanes y es un “centrocampista diestro que puede jugar tanto de 6 como de 8 y de 10”. Desde bien pequeño, se ha podido ver cómo ha destacado sobre los demás, teniendo el dominio del balón. A su corta edad, ya es campeón del último Mundial de clubes con el juvenil azulgrana y es habitual en la sub-17 de España.

Blanes, ubicado en la provincia de Girona, concretamente en la comarca de la Selva, es conocido como el "Portal de la Costa Brava". Esta villa ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin olvidar los orígenes, convirtiéndose en una ciudad dinámica y moderna.

Según recoge el portal web Eric Boats Blanes, uno de los momentos clave de la historia medieval de Blanes fue la construcción del Castillo de Sant Joan en el siglo XIII. Este castillo, ubicado en lo alto de una colina, tenía una función defensiva y permitía controlar el territorio circundante.

Desde su torre, se podían avistar posibles ataques de piratas o ejércitos enemigos que llegaran por mar. Hoy en día, la torre del castillo sigue en pie y es un atractivo turístico desde el que se obtienen vistas panorámicas de toda la Costa Brava.

Esta ciudad tiene vida, gracias a la gran oferta de actividades culturales, lúdicas, gastronómicas y deportivas que la mantiene “activa los 365 días del año”. Asimismo, la diversidad de las fiestas de Blanes es una representación de la riqueza de su cultura, volcada a la celebración del Carnaval, el Corpus, de la fiesta de los Copatrons, Navidad, Reyes, Semana Santa…

Todas ellas se viven a su manera, con un toque de mar y con la influencia de las entidades y asociaciones que colaboran, convirtiéndolas en algo todavía más auténtico. Actualmente, es uno de los principales destinos turísticos de la Costa Brava, aunque durante años fue un pequeño y tranquilo pueblo de pescadores.

Según, recoge Turismo Blanes, este municipio ha sido galardonado con la certificación Destino de Turismo Familiar, otorgada por la Agencia Catalana de Turismo. Durante las vacaciones, las familias con niños disfrutarán de una oferta de alojamiento y restauración adaptada y numerosas propuestas de entretenimiento y ocio.

Además, cuenta con playas de aguas cristalina que te invitan a darte un baño o hacer un recorrido en barco para descubrir los acantilados y sus calas escondidas, algunas accesibles solo en barca.

Una gastronomía impecable

La oferta de restauración en Blanes es amplia, excelente y variada, con una gastronomía profundamente ligada a su carácter marinero, pero que también combina exquisitos productos de la montaña y la huerta, maridados con vinos y cavas de la tierra.

La cocina local ha evolucionado a partir de las recetas que elaboraban los pescadores en sus barcas durante las jornadas de pesca. Los platos más representativos que siguen formando parte de las cartas de los restaurantes son el suquet (un guiso de pescado que varía según la captura diaria), el cim i tomba y la fideuá, que en la zona se denomina rossejat de fideus.

Si visita Blanes en junio, puede degustar estas especialidades durante las Jornadas Gastronómicas “Suquet de peix de Sa Palomera de Blanes”. Además, entre los productos marinos destaca la prestigiosa gamba de Blanes, y en tierra, la “mongeta del ganxet” (judía del ganxet), que es el único producto local con Denominación de Origen Protegida (DOP).

Para comer o adquirir productos, Blanes ofrece múltiples opciones. Puede disfrutar de una sabrosa comida mediterránea frente al mar en los restaurantes situados en Cala Sant Francesc (también conocida como Cala Bona) y Cala Treumal. Dado que Blanes es un Destino de Turismo Familiar certificado, los restaurantes están preparados con menús infantiles, baberos y sillas adaptadas para las familias.

Si busca ingredientes frescos, puede acudir al puerto pesquero, donde las pescaderías de la Plaza dels Dies Feiners venden el pescado fresco del día procedente de la lonja. El mercado de frutas y verduras en el Passeig de Dintre ofrece productos de proximidad de la huerta, de lunes a sábado.

Finalmente, Blanes cuenta con tiendas de especialidades, como las carnicerías tradicionales Cal Burguet y Can Queldra, la Pastelería Orench que elabora los bombones Las Carboneras, y bodegas que producen el vino afrutado “Blanc de Vela”. La cervecera artesana Popaire, cuyo nombre proviene de la tradición pesquera, organiza visitas y catas de cerveza en su cervecería.