No es el Salto del ángel, pero impresiona igual. En Cataluña hay una cascada que impresiona por su altura, la cantidad de agua que cae y, sobre todo, la exuberante naturaleza que le rodea.
No es Sant Miquel del Fai que, por mucho que parezca sacada de El Señor de los Anillos, sólo está rodeada de rocas y cuevas. Se trata de un espectacular salto situado muy cerca de uno de los pueblos más bonitos de Cataluña, Rupit.
Dónde se encuentra
Cerca del Pirineo de Girona se encuentra una impresionante cascada llamada el Salt de Sallent, es decir, el Salto de Sallent. Se trata de una impresionante caída libre de agua que, en épocas de lluvias, sobrecoge por su espectacularidad.
La cascada tiene una altura de 115 metros y cae sobre una piscina natural rodeada de naturaleza. En su caída, el agua impacta con algunas piedras que, con la vegetación que la cubren, parecen salidas de la Rivera Maya mexicana.
Formación de la cascada
A lo largo de los siglos, la erosión del agua ha moldeado este enclave natural, convirtiéndolo en un referente paisajístico y turístico. Muchos excursionistas aprovechan la visita a Rupit para contemplar este rincón natural.
La caída del agua se divide en dos tramos de aproximadamente 50 metros cada uno, generando un paisaje sobrecogedor. Además, tiene carácter casi fronterizo: arca el límite natural entre Collsacabra y las Guillerías, formando parte de un ecosistema rico en flora y fauna.
Salto de agua de Sallent
El puente colgante
La cascada forma parte de la riera de Rupit, que comienza a tomar forma tras cruzar el puente de los Tres Ojos, en el molino del Soler, donde se origina una primera poza. A su paso por el pueblo de Rupit, atraviesa un icónico puente colgante, construido en 1945 y restaurado en 1994.
A lo largo de su recorrido, la riera da lugar a otras cascadas menores, como la cascada del Rodó y la Pomareda, antes de precipitarse en el gran Salto de Sallent. El color del agua con las rocas calcáreas, más el tono de la poza inferior de travertino, ofrecen una imagen bucólica.
Zona de senderistas
Su atractivo ha llegado a un nivel que muchos creadores de contenido se acercan a esta cascada para grabar sus vídeos. Algunos de ellos, se arriesgan demasiado al situarse en algunas de las rocas de la piscina natural que genera la cascada. La vegetación de las piedras y el agua, hacen esta zona muy resbaladiza, por los que siempre se recomienda ir con precaución cuando uno se acerque allí.
No son pocos los que lo hacen. Más allá de influencers, el Salt de Sallent es un destino muy apreciado por senderistas y barranquistas. Su estructura natural ha permitido habilitar líneas de rápeles en la parte derecha de la cascada.
Para los que se quedan con ganas de más, pueden seguir el curso de la riera. Tras el salto, el agua sigue fluyendo hasta la impresionante garganta del Diablo, un cañón natural que conduce las aguas hasta desembocar en el embalse de Susqueda.
Ruta para acceder
En cualquier caso, el acceso al Salto de Sallent es sencillo, especialmente, si se parte desde Rupit. Uno debe cruzar el puente colgante y, tras dejar atrás la iglesia y las casas del pueblo, se sigue una pista que lleva hasta la fuente de Carraguell.
Desde allí, se llega al puente de la Sala, una estructura medieval que conecta el municipio con Cantonigrós. Siguiendo el camino que bordea la riera de Rupit y pasando por la fuente de la Pomareda, en aproximadamente 15 minutos se alcanza el borde del risco, donde se puede contemplar el majestuoso Salto de Sallent en todo su esplendor.
Cómo llegar
En coche, lo más práctico es dirigirse al pueblo. Se tarda una y cuarto en llegar si se parte desde Girona. La vía más recomendable es la C-25. Se va por esta carretera hasta la salida de Santa Coloma de Farners y se continúa por la C-153 hasta Rupit.
Si uno va desde Barcelona, el trayecto ya es de una hora y 45 minutos. Se debe tomar la C-17 en dirección a Vic, luego la C-153 hacia Roda de Ter y finalmente seguir las indicaciones hacia el pueblo.