Hay fotos y vídeos que uno los ve y parecen sacados de otro planeta, en realidad no lo son, y entonces uno piensa que es otro país. Por ejemplo, cuando se ven paisajes helados, uno en seguida piensa en Islandia, Noruega o algún otro páis del norte, pero a veces, estas postales naturales están más cerca de lo que uno cree.
Eso sucede con algunos de los paisajes que tiene Cataluña que, en realidad, no tienen nada que envidiar a los de Islandia. El territorio cuenta con rincones tan mágicos como sorprendentes. Uno de ellos es la Ruta dels 7 Gorgs, un rincón del interior de la provincia de Girona que, en invierno, bien merece la pena visitar.
Esta particular travesía se encuentra en realidad a unos 95 kilómetros de Girona, concretamente en el término municipal de Campdevànol. Desde este pueblo, tan característico del Ripollès, parte un recorrido que combina naturaleza, senderismo y espectaculares piscinas naturales.
Estas pozas, llamados gorgs en catalán, son muy interesantes de visitar en cualquier época del año. Si en verano permiten baños, en invierno, con el frío, ofrecen una imagen única. Muchos quedan completamente congelados e incluso los saltos de agua se paralizan como si fueran estalactitas.
Cómo es la ruta
Para ver esta panorámica no hace falta mucho esfuerzo, ni cansarse con grandes caminatas. El camino para recorrer los 7 Gorgs es en realidad una ruta circular de aproximadamente 9 kilómetros, de una dificultad entre baja y media.
La vista no defrauda. Se vaya cuando se vaya. Conocidos como gorgs, estas pequeñas pozas y cascadas naturales son auténticos oasis escondidos entre los bosques del pre-Pirineo catalán, alimentados por el Torrent de la Cabana y rodeados de un paisaje único.
Los 7 Gorgs
El recorrido comienza en el área de descanso de la Font del Querol, cerca de Campdevànol, donde el sendero está perfectamente señalizado y numerado. La primera parada es el Gorg de la Cabana, uno de los más espectaculares, aunque con un acceso algo complicado debido a su desnivel pronunciado, pero las cuerdas instaladas facilitan el descenso.
Poco después se encuentra el Gorg de la Tosca, más accesible y rodeado de una vegetación exuberante, que invita a disfrutar de la tranquilidad del entorno. Siguiendo el camino llegamos al Gorg de l’Olla, más pequeño que los anteriores, pero igualmente encantador por su ambiente íntimo y el sonido relajante del agua.
El sendero continúa hacia el Gorg de la Bauma, uno de los más impresionantes en invierno por las grandes estalactitas que decoran su salto de agua, creando una escena de cuento de hielo. Los siguientes puntos del recorrido, el Gorg del Forat y el Gorg del Petit Colomer, aunque más pequeños, destacan por su belleza discreta y su entorno boscoso que invita a la calma.
Finalmente, el Gorg del Colomer cierra la ruta con una espectacular poza de gran tamaño y fácil acceso, ideal para relajarse después de la caminata. Este último gorg es especialmente popular en verano por su amplitud y su agua fresca, perfecta para un chapuzón. Durante el recorrido es posible hacer una pausa en la explanada cercana al último gorg, donde un pequeño chiringuito ofrece bebidas y snacks para reponer fuerzas antes de regresar.
Cuánto cuesta
La ruta, que suele completarse en unas tres o cuatro horas dependiendo de las paradas, es una experiencia para todos los públicos, aunque en invierno el terreno puede estar resbaladizo y es recomendable ir con cuidado. En cualquier caso es gratuito.
No sucede lo mismo durante la temporada alta. En los meses de mayor afluencia, como verano o festivos, es necesario pagar un ticket de acceso, pero quienes madrugan antes de las 9:00 pueden disfrutarla gratuitamente. Todo para salvaguardar este espacio natural.
Cómo llegar
Para llegar hasta allí desde Barcelona se debe ir en coche. La C-17 es la vía más rápida para llegar. Se va en dirección a Vic y se sigue hasta Ripoll. Una vez allí, se continúa por la misma vía en dirección a Campdevànol.
Antes de entrar al núcleo urbano de Campdevànol, se debe girar hacia el área de descanso de la Font del Querol, que se encuentra señalizada. El trayecto total tiene una duración aproximada de una hora y 40 minutos. Allí hay aparcamientos habilitados cerca del inicio de la Ruta dels 7 Gorgs, pero son de pago.