La ruta a una hora de Barcelona que es un oasis de paz y tranquilidad: cascadas a 100 metros con vistas espectaculares

Descubrir rutas y senderos en la naturaleza tiene un encanto único que nos conecta, profundamente, con el entorno que nos rodea. Hay algo mágico en adentrarse en un camino desconocido, rodeado de árboles, montañas y riachuelos y sentir como el aire fresco y limpio llena nuestros pulmones mientras exploramos paisajes que parecen sacados de otro mundo.

Cada paso, nos invita a desconectar del ruido de la vida cotidiana y a sumergirnos en la paz que solo el silencio de un bosque o el sonido de un arroyo pueden ofrecer. Lo que, realmente, nos gusta es esa sensación de aventura y libertad que nos devuelve paz a nuestra mente.

El pueblo catalán con nombre vasco que muchos catalanes desconocen: su castillo es Bien de Interés Cultural

La preciosa ruta catalana

Una de las rutas más bonitas para disfrutar en Cataluña es la de Sant Miquel de Fai: cascadas, senderos naturales y hasta monumentos que visitar. A tan solo unos 50 km de la ciudad de Barcelona, en Riells, se encuentra uno de los tesoros ocultos más bonitos del territorio catalán. Está declarado como Bien Cultural de Interés Nacional por la Generalitat de Catalunya en el año 1949. 

A su paso por este sendero, encontraremos un bonito monasterio. La construcción del cual es uno de los mejor conservados y más representativos del gótico catalán. Está rodeado de riscos y la iglesia está construida sobre una capilla del siglo X que se adentra en una cueva. El conjunto monumental cuenta con un pequeño museo y una sala de audiovisuales. Uno de los grandes atractivos del lugar es el impresionante salto de agua que realiza el Río Tenes en ese punto de la montaña.

Monasterio de Sant Miquel de Fai WIKIPEDIA

Un camino de bajada por la montaña te llevará hasta la puerta de entrada y hacia la Plaza de la Abadía. Una de las paredes de esta plaza es la propia ladera de la montaña que le hace de apoyo; además, se puede ver un arroyo con pequeños lagos que reciben el agua del deshielo y de las lluvias que filtran las rocas lentamente. Frente a la plaza se encuentra la Casa del Priorato, que acoge la casa del Prior y las dependencias de los monjes de la época; y un poco más adelante está la fonda que recibía los viajeros que se acercaban al Monasterio.

El nombre catalán de niño de dos letras que no se escucha en el resto de España: en castellano es muy distinto

Desde la terraza del mirador se pueden disfrutar unas inmejorables vistas del valle y de las localidades vecinas de Bigues y Riells. El camino continúa por un pequeño pasillo de piedra (que antiguamente fue el corredor del Claustro) y que lleva directamente a la Iglesia de San Miquel, la única construida debajo de una cueva.

Ruta entre cascadas y montañas

En el valle del Tenes, dentro del Espai Natural dels Cingles de Bertí, una zona montañosa de la cordillera prelitoral catalana donde podrás observar unas impresionantes montañas que pueden ser vistas desde la carretera, y es posible divisar la abadía y la cascada del río Rossinyol.

Para acceder al espacio, se debe cruzar un pequeño puente románico de 1592 que lleva al Pas de la Foradada, una apertura natural en las piedras. Continuando por el camino, se llega al casal prioral, un edificio gótico de planta cuadrada construido entre finales del siglo XVI y principios del XVII, que sirvió como residencia para el prior y a los monjes benedictinos.

Además, a los pies del salto de agua del Rossinyol se encuentra la cueva de Sant Miquel, descubierta en el 1836, una cavidad de 60 metros de longitud formada por toba calcárea. Aunque no está abierta al público, debido a las modificaciones modernas, sigue siendo un lugar de gran interés geológico. También, es un área habitada por murciélagos.

Para descansar, nada mejor que la plaza del Repòs, donde una estatua de bronce de Josep Pla, realizada por Tomàs Atienza, invita a la contemplación. Cerca de allí se encuentra el lago de Les Monges, una balsa de agua formada tras el derrumbe de un convento, según una leyenda local. Además de estas maravillas, los visitantes podrán disfrutar de la cascada del río Tenes, que cae desde una altura de 100 metros desde el risco de El Fitó, y pasar por una galería detrás de la cortina de agua para admirar las formaciones de estalactitas y estalagmitas. ¿A qué estás esperando para descubrirlo?