El increíble puente de piedra escondido en Barcelona: suspendido a más de 10 metros de altura
Esta joya natural mide 27 metros de largo, de los cuales 13,2m corresponden al tramo donde el vacío se abre a ambos lados
23 septiembre, 2024 09:38Noticias relacionadas
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La naturaleza es extraordinaria. Una frase tan tópica como real. Sólo hace falta ver el increíble puente colgante de piedra que se encuentra oculto en Barcelona. No en la ciudad, obviamente, sino a apenas una hora.
Se encuentra en la comarca del Bages, no muy lejos del pequeño pueblo de El Pont de Vilomara. Allí, a pocos metros, está este tesoro natural conocido como el Pont de les Arnaules o Pont Foradat. Lo curioso es que pese a su belleza singular, esta maravilla geológica sigue siendo un destino desconocido para muchos fuera de la comarca, lo que lo convierte en una auténtica joya a descubrir.
Cómo es el puente
Lo que hace único al Pont Foradat es su forma, una franja de roca suspendida en el aire que ha quedado separada de la vertiente por la acción de un torrente esporádico, formando este singular puente de piedra que se extiende entre ambas orillas del valle.
El puente, de roca caliza numulítica, mide un total de 27 metros de longitud, de los cuales 13,2 metros corresponden al tramo donde el vacío se abre a ambos lados. Su anchura varía entre 2,7 metros y un mínimo de tan solo 85 centímetros, y está suspendido a 10,7 metros sobre el suelo.
Las vistas que hay desde allí impresionan. Eso y su escasa seguridad. A pesar de su gran tamaño, cruzarlo implica un riesgo. No hay seguridad alguna, no está intervenido por la mano del hombre, por lo que no es apto para aquellos que sufran de vértigo.
Aun así, la ruta hasta llegar allí bien merece la pena. Se pasa por una joya del patrimonio arquitectónico de Cataluña, un bosque de gran belleza y un entorno que ayuda a conectar con la naturaleza para pequeños y grandes.
Un sendero fácil
Para llegar hasta este impresionante puente natural, el recorrido parte del pequeño pueblo de El Pont de Vilomara. La ruta es corta y accesible, con solo 2 kilómetros de ida y vuelta desde el aparcamiento hasta el Pont de les Arnaules, lo que la convierte en una opción ideal para una caminata relajada.
La mayor parte del recorrido transcurre por una amplia pista de tierra, sin complicaciones técnicas, aunque es importante tener precaución al cruzar el propio puente, ya que, como se ha dicho, carece de barandillas o protecciones, y el precipicio es considerable.
Un patrimonio en el camino
El recorrido comienza cruzando otro de los puntos destacados de la excursión: el puente gótico de Vilomara, una obra incluida en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña. Este puente de 130 metros de longitud se extiende sobre el río y ofrece una vista espectacular de sus arcos de piedra.
Tras cruzar el puente, la ruta continúa por una carretera asfaltada antes de convertirse en un camino de tierra, siguiendo las marcas amarillas y blancas que señalan el sendero hacia el Pont de les Arnaules, además de algunos carteles informativos.
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El tramo más exigente de la caminata llega cuando el sendero empieza a ganar altura, con una subida de unos 10 minutos entre piedras. Sin embargo, el esfuerzo se ve recompensado al alcanzar el cruce que da acceso al puente.
Desde aquí, el Pont de les Arnaules aparece a lo lejos, destacándose sobre el paisaje, y tras unos metros más de caminata, los visitantes pueden admirar de cerca esta increíble formación geológica.
Un puente especial
La roca caliza, resistente al desgaste, ha permitido que el puente perdure, creando un espectáculo natural que pocos esperan encontrar tan cerca de la civilización. Su ubicación remota y su acceso relativamente sencillo lo convierten en un destino ideal para quienes buscan una experiencia de naturaleza sin las multitudes habituales de otros lugares turísticos.
Después de disfrutar de las vistas y la tranquilidad del lugar, la ruta de regreso sigue el mismo camino de ida, permitiendo a los excursionistas volver a cruzar el puente gótico de Vilomara y apreciar con más calma su estructura medieval. Este recorrido, aunque breve, ofrece una combinación perfecta de historia y naturaleza, con la oportunidad de explorar tanto una obra arquitectónica de siglos pasados como una formación geológica única en su tipo.
Cómo llegar
Para llegar al Pont de Vilomara desde Barcelona en coche, se debe tomar la autopista C-58 en dirección a Terrassa/Manresa. Continuando por la C-58, hay que seguir las indicaciones hacia la carretera C-16 en dirección a Manresa. Tras pasar Terrassa, se debe continuar por la C-16 hasta llegar a la salida 41, que indica Sant Vicenç de Castellet y El Pont de Vilomara. Una vez fuera de la autopista, hay que seguir las señales que conducen al Pont de Vilomara, situado a unos 10 minutos en coche desde la salida de la C-16.
Otra alternativa es tomar la autopista AP-7 hacia Girona y desviarse en la salida de Martorell para conectar con la C-16, que lleva directamente hacia la comarca del Bages. Desde allí, se sigue el mismo trayecto por la C-16 hasta la salida 41 y se continúa siguiendo las indicaciones hacia el Pont de Vilomara. El trayecto desde Barcelona dura aproximadamente una hora, dependiendo del tráfico.