Vistas de Caldes d'Estrac

Vistas de Caldes d'Estrac ENCICLOPÈDIA CATALANA

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El pueblo de Cataluña cerca de Barcelona que combina mar, montaña y tres torres medievales

Este municipio protegido con edificaciones defensivas está cargado de leyendas que adornan su historia

28 agosto, 2024 11:42

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Hay lugares que necesitan ser protegidos. Al menos, así se veía en el pasado, donde se erigían murallas, castillos y torreones de defensas varios para defender territorios. En una zona como Cataluña, el mar también podría ser una puerta de entrada para la llegada de enemigos, así que no dudaron en erigir torres defensivas para tener controlado la presencia de enemigos.

Una prueba clara de ello se encuentra en un municipio a 20 minutos de Barcelona, al que se puede llegar en media hora en tren y que aún mantiene tres torres de defensa. Un hecho que deja claro cuán preciada era entonces la protección, así como una muestra de como este pueblo ha procurado mantener viva su historia.

Dónde es 

El municipio en cuestión es Caldes d’Estrac, una localidad costera que no sólo tiene unas playas preciosas, sino que está protegida de los vientos fríos gracias a las montañas que la defiende por la retaguardia. Claro que por defensas no es. Esta localidad parece que tenía temor a aquello que venía del mar, sobre todo a los piratas, y no dudaron en poner torres para vigilar sus costas. 

Durante el siglo XVI, las poblaciones costeras catalanas, incluidas Caldetes, tomaron medidas para protegerse de las incursiones de los corsarios turcos. Así comenzó la construcción de las llamas torres de guaita, es decir, torres de vigilancia. Estos edificios no son más que estructuras defensivas diseñadas para vigilar y alertar sobre la llegada de enemigos desde el mar. 

Torre Busquets

Torre Busquets WIKIPEDIA

Cuántas hay

Situado en la costa del Maresme, Caldes d'Estrac, era un objetivo atractivo para los saqueadores del mar. De allí que, como mínimo, tuviera hasta tres torres defensivas que todavía se mantienen en pie. Se trata de la Torre dels Encantats, la Torre Busquets y la Torre de les Heures. Todas ellas de planta circular, con una función defensiva clara en su época, pero también envueltas en leyendas que han perdurado a lo largo de los siglos.

La más obvia de todas es la Torre dels Encantats. Posiblemente originaria del siglo XI, pudo haberse construido a partir de una fortificación existente en ese momento. En el siglo XVI, se le añadió la muralla circular que aún hoy la caracteriza. Durante el siglo XIX, esta torre se utilizó como estación intermedia en la red de telégrafos ópticos, una muestra de su continua adaptación a lo largo de la historia. 

La Torre dels Encantats

El nombre de la Torre dels Encantats proviene de una leyenda local muy arraigada, difundida por J. Salarich, que habla de apariciones fantasmagóricas alrededor de la torre. Sin embargo, no eran fantasmas, sino la escolta de la princesa sarracena Fàtima, que había llegado a Caldes d'Estrac para curarse de una terrible enfermedad, acompañada de su séquito vestido de blanco, que otorgaba a su presencia un aspecto misterioso.

La leyenda cuenta que Fàtima conoció las propiedades curativas de las aguas termales de Caldes gracias a su esclava Elionor, capturada durante una incursión de corsarios en la población. La belleza de Elionor evitó que fuera maltratada por los piratas, y fue entregada como esclava a la princesa Fàtima, quien padecía lepra. 

Leyendas y agradecimientos

Ningún médico encontraba remedio para su enfermedad, hasta que Elionor, ganándose la confianza de la princesa, le recomendó los baños termales de su tierra natal. Fàtima viajó entonces a Caldes d'Estrac, donde se alojó en la torre a las afueras de la villa. El tratamiento resultó exitoso: no solo se curó de su mal, sino que su carácter se volvió más amable y generoso.

Como muestra de agradecimiento, la princesa Fàtima permaneció en Caldes d'Estrac, donde conoció a un ciudadano distinguido llamado Busquets, con quien finalmente se casó. La Torre Busquets, otra de las torres de vigilancia del pueblo, lleva su nombre en honor a esta unión legendaria. Hoy, esta leyenda sigue viva y recuerda las propiedades de las aguas termales que desde tiempos antiguos han atraído a muchos visitantes a Caldes d'Estrac. 

Un personaje popular

En honor a esta historia, Fàtima y Busquets se han convertido en los personajes que representan a los gigantes de la población, perpetuando su memoria en las fiestas locales y en el imaginario colectivo del pueblo.

Junto a la Torre Busquets, se erige la Torre de les Heures. Esta se encuentre justo en el limite del núcleo de la vila Vella, situándose a ambos lados de esta. Se trata de la torre de vigilancia más antigua del municipio, data del siglo XVI, construida con piedra y mortero a la cal y planta cilíndrica

Su nombre viene de la vegetación que la rodea, ya que está rodeada y vestida de hiedras, heures en catalán. La noticia más lejana que se tiene de la Torre verde data de 1549. Fue el mismo alcalde del Estrac quien escribió a los consejeros de Barcelona pidiendo permiso para instalar una panadería que le permitiera costear los gastos ocasionados por la reparación de esta torre de defensa. Un dato curioso y con menos leyenda, pero que también le da cierto atractivo.

Cómo llegar

Para llegar a Caldes d'Estrac desde Barcelona en coche, se debe tomar la carretera C-32 en dirección a Mataró y continuar por esta autopista durante unos 40 kilómetros. La C-32 es una vía rápida que bordea la costa, ofreciendo un trayecto directo y con buenas condiciones de circulación. Tras aproximadamente 35 minutos de viaje, se toma la salida 108 hacia Caldes d'Estrac, desde donde solo restan unos pocos minutos hasta el centro del pueblo, conocido por sus baños termales y su riqueza histórica.

Para quienes prefieran el transporte público, se puede tomar un tren de Rodalies de la línea R1 de Renfe en dirección a Maçanet-Massanes. La estación de Caldes d'Estrac se encuentra a poco más de 50 minutos desde la estación de Barcelona-Plaça de Catalunya, con servicios frecuentes a lo largo del día. La estación de tren está situada a poca distancia del centro del pueblo, facilitando el acceso a pie a los principales puntos de interés.