Cuando uno piensa en unas termas se le suele venir a la cabeza un balneario. Una especie de Caldea en medio de la montaña donde, obviamente, se paga por entrar. Y más si es en Cataluña.
Pero como todo el mundo sabe, eso es un tópico, un prejuicio, una idea preconcebida. Lo de las termas en formato de balneario y lo de que los catalanes cobramos por todos. Un claro ejemplo, es este espacio natural que se encuentra en medio de Gandesa del que vamos a hablar.
Una 'fuente caliente'
En medio de las montañas de las sierras de la Mola i el Crestall, se encuentra un lugar abierto a la naturaleza cuyo nombre no deja lugar a dudas. Hablamos de la Fontcalda. Un espacio natural donde las aguas brotan, como bien dice el nombre, calda, caliente.
Ricas en sulfato, magnesio y otros minerales, estas aguas son conocidas por sus propiedades terapéuticas. Ideales para problemas reumáticos y de piel, son centenares las personas que se acercan allí a lo largo del año para darse un chapuzón.
Cómo son
La erosión y la orografía del lugar hacen que estas aguas queden retenidas en diversas piscinas naturales en medio de un paisaje montañoso. Un lugar único que muchos senderistas vienen a explorar sabiendo que, al final del camino, van a poderse dar un baño reponedor.
Lo sorprendente para muchos es que sea gratis, pero ¿cómo se pone coto a unas aguas que emanan en medio de la naturaleza? Imposible. Por eso, este balneario es completamente gratuito, por sorprendente que parezca.
Mucho más que un balneario gratuito
Pero si un baño calentito y gratis no fuera suficiente, sobre todo en invierno, el entorno que ofrece este punto de Gandesa lo hace idílico. Los visitantes, además de bañarse, pueden recorrer el trazado de sus aguas y descubrir los diferentes saltos que hay en el recorrido o pasearse por los caminos de estas sierras en las que se encuentra.
Al entorno y los baños termales se le añade el restaurante que se encuentra en la zona y el área de merenderos y barbacoas para sus visitantes. No en vano, familias y amantes del senderismo se acercan a este lugar para disfrutar de sus aguas y de todo lo que le rodea. Entre toda esta vegetación, saltos de agua, caminos y conocimiento del medio. Al lado de estas termas se erige un santuario del siglo XV con una particular historia.
La leyenda de la virgen
Cuenta la leyenda, que eran esos tiempos cuando un pastor del pueblo cercano del Prat de Compte se topó con la imagen de una virgen cerca del río Caneletas, allí al lado. No dudó en bajarla al pueblo, pero, misteriosamente, al cabo de poco, se esfumaba y aparecía allí dónde la encontró.
Por más veces que el pastor insistiera en llevarse la virgen al pueblo, la figura volvía a su sitio original. Ante la imposibilidad de hacer nada con ella, el pueblo y toda la comunidad de Gandesa, enterada de lo sucedido, decidió erigir esta ermita que todavía resiste con la virgen frente a las aguas termales.
Cómo llegar
Quien quiera conocer esta ermita, bañarse en las aguas termales o pasear por este rincón de Cataluña, deber acercarse con vehículo privado. Se encuentra tan sólo a 24 minutos en coche desde Gandesa. El visitante debe tomar la carretera C-43 y recorrer cerca de 12 kilómetros hasta llegar a la zona, que está señalizada. Hay espacio para los vehículos y bajar hasta la zona de las aguas está perfectamente indicado y condicionado para el turismo.
Desde Barcelona se tarda un poco más. Dos horas y media. Uno debe tomar la C-32 hasta la salida de Reus y seguir la N-420 hasta Gandesa.