Visitar ermitas es una experiencia enriquecedora que nos conecta con la historia, la espiritualidad y la arquitectura religiosa. Estas pequeñas capillas ubicadas, muchas veces en entornos naturales o en lugares apartados, ofrecen un espacio de recogimiento y reflexión para aquellos que las visitan.
Cada ermita cuenta con su propia historia, que muchas veces va ligada a leyendas locales o a eventos religiosos importantes. Estos lugares sagrados suelen ser adornados con imágenes religiosas, frescos y elementos arquitectónicos que reflejan la devoción y el fervor de aquellos que las construyeron.
Un lugar espiritual
Uno de estos lugares sagrados es la Ermita de la Mare de Déu de la Riera, una edificación modernista que fue construida durante los primeros años del siglo XX y reconstruida en 1954. El diseño original era del arquitecto Francesc Berenguer i Mestre -uno de los colaboradores más directos de Antoni Gaudí-. El edificio se ubica sobre un templo primitivo de estilo románico dedicado a San Bartolomé que databa del siglo XII.
Está situada a unos 800 metros al oeste de Les Borges del Camp, en Tarragona, y fue la primera parroquia de la población.
La Mare de Déu de la Riera
Esta bonita iglesia ostenta la Virgen de la Mare de Déu de la Riera y su fiesta se celebra el día 8 de septiembre. El día 7 se baja en procesión, en el pueblo, con una fiesta declarada por la Generalitat de Cataluña como "Fiesta Tradicional de Interés Nacional". Esta imagen, del siglo XIII, es una escultura exenta cortada en madera y policromada. La podemos encuadrar dentro de la imaginería mariana popular de tradición románica tardía, que representa una virgen sentada sobre un escabel -tarima pequeña- y en posición frontal asimétrica.
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