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¿Estás harto de cortar el césped, regar y gastarte un dineral en el jardín? Te pasas en fin de semana empujando el cortacésped, esquivando charcos de agua y comprando fertilizantes y productos contra las plagas. Y entonces te preguntas: ¿no habrá una forma de tener un jardín verde y bonito sin complicaciones? ¡Claro que sí! El césped artificial es la solución práctica y estética con la que podrás ahorrar dinero y recuperar tu tiempo libre.

¿Qué es el césped artificial y dónde puedes instalarlo?

El césped artificial es una moqueta sintética fabricada con fibras (generalmente de polietileno, polipropileno o nailon) que imitan la apariencia de la hierba natural. Tiene una base perforada que permite drenar el agua cuando llueve.

Pero lo realmente sorprendente es su versatilidad. Se puede instalar sobre la tierra, sí, pero también sobre superficies rígidas como hormigón, baldosas o terrazo.

Hoy en día se utiliza para transformar prácticamente cualquier espacio: jardines, terrazas y áticos, zonas de piscina e incluso oficinas modernas.

¿Por qué el césped artificial supone un ahorro a largo plazo?

Es cierto, la instalación inicial requiere una inversión. Pero si sacas la calculadora, verás que el césped artificial se paga solo con el tiempo.

- Ahorro de agua: un jardín natural puede consumir miles de litros de agua al año; pero el césped artificial solo necesita un "manguerazo" ocasional para limpiarlo.

- Mantenimiento mínimo: olvídate de comprar abonos, fertilizantes, pesticidas o semillas de resiembra cada primavera. El césped sintético solo necesita un cepillado de vez en cuando y un poco de agua y jabón neutro para limpiar las manchas.

- Ahorro de tiempo y esfuerzo: esas dos a tres horas semanales que dedicabas a cuidar el jardín ahora son para ti, para estar con tu familia o simplemente para descansar.

¿Cuánto tardaré en recuperar mi inversión?

Según datos del sector, la amortización de la inversión suele producirse entre el segundo y tercer año, dependiendo del tamaño de la superficie y el consumo de agua de tu zona.

¿Cómo calcular el precio del césped artificial?

Para calcular los precios del césped artificial no necesitas saber física cuántica, pero sí conviene considerar algunos factores:

- Tipo de producto: el grosor, la densidad de las fibras, la calidad del material… pueden influir en el coste final.

- Superficie a cubrir: el césped artificial se compra por metros cuadrados. Eso significa que, cuanto más grande sea tu terraza o jardín, mayor será el desembolso total.

- Preparación del terreno: si vas a instalarlo sobre tierra necesitas limpiar antes el terreno, nivelarlo, colocar una malla antihierbas y posiblemente una capa de grava o arena de sílice para asentar. En superficies previamente pavimentadas (hormigón, baldosas, etc.), la instalación suele ser más sencilla y barata.

- Contratar o no a un instalador profesional: puedes realizar tú mismo la instalación para ahorrarte la mano de obra, pero en este caso debes asegurar bien el drenaje y fijarlo perfectamente al suelo para evitar problemas de encharcamiento y que el césped se desplace con el uso. La otra opción es contratar a un instalador profesional. Esto elevará el precio de tu inversión, pero te garantiza un acabado impecable y una mayor durabilidad.

¿Cómo distinguir un césped artificial de calidad?

No todos los céspedes son iguales. Si ves una oferta sospechosamente barata en un bazar, desconfía. Para que la inversión merezca la pena y dure 15 o 20 años, busca estas características:

- Recuperación de pisada (“efecto memoria”): un buen césped artificial mantiene sus fibras erguidas después de pisarlo o de apoyar muebles sin perder volumen.

- Realismo y textura: fíjate en el "Dtex" (decitex). Un Dtex alto indica una fibra más gruesa y robusta. Además, un buen césped artificial combina fibras de diferentes tonos de verde, beige o marrón para imitar la hierba natural. Si brilla mucho o parece una “alfombra verde plástica”, mala señal.

- Resistencia al desgaste: si vives en un sitio con mucha lluvia, sol… o si tu césped va a tener un uso intensivo (niños, mascotas) conviene elegir un material con buena densidad y tratamiento anti-UV.

- Drenaje: dale la vuelta a la muestra. La base debe tener perforaciones visibles para permitir que se filtre el agua y no se produzcan encharcamientos en días de lluvias intensas. Además, debe estar hecha de materiales resistentes (como látex o poliuretano) que no se pudren con la humedad.

Recuerda que, como con cualquier otro producto, antes de comprar césped artificial conviene consultar reseñas, pedir muestras (si se puede) y preguntar por la garantía. De esta forma estarás seguro de conseguir un ahorro real con tu inversión.

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