El sector de la construcción vive una digitalización sin precedentes. El desarrollo y la popularización de nuevas tecnologías y flujos de trabajo, como el BIM, junto con la presión por mejorar la eficiencia, controlar costes y adaptarse a las nuevas exigencias fiscales exige a los responsables de estas compañías incorporar nuevas soluciones para agilizar sus procesos, pero también para cumplir con una fiscalidad cada vez más exigente.
Por ello, los sistemas ERP son cada vez más utilizados en el sector de la construcción y de la promoción. No en vano, son plataformas capaces de unificar tanto la gestión operativa como la fiscal, permitiendo trabajar de manera ágil, transparente y ajustada a la normativa. Con ellos, una compañía puede utilizar un programa de control de obras con el que coordinar recursos, materiales y subcontratas, a la vez que cumple con las obligaciones de la facturación electrónica que entrará en vigor de forma obligatoria en 2026.
Automatización, trazabilidad y seguridad documental son solo algunas de las ventajas que tiene utilizar un ERP. El objetivo: conseguir que constructoras y promotoras sean más competitivas, rentables mediante la reducción de errores humanos.
Un cambio en la gestión de obras
Todavía en muchas empresas de construcción, los presupuestos, albaranes y certificaciones se gestionan de manera manual o en hojas de cálculo. Y, las tareas de documentación que se hacen de este modo, como la redacción de informes o el registro de avances de una obra, llegan a consumir hasta el 20% del tiempo productivo de los trabajadores.
Un tiempo invertido que, sin embargo, no supone menos errores. Todo lo contrario. Esta forma de trabajar aumenta el riesgo de desviaciones de costes y problemas en cuanto a la trazabilidad de la información. Para solventar estos problemas, es necesario el uso de un programa de control de obras integrado en un sistema ERP. Es lo que va a corregir esta ineficiencia al centralizar la información y facilitar la conexión entre el área técnica y la económica.
En este sentido, soluciones especializadas, como las de Cegid Sigrid proporcionan una visión única de la obra desde su inicio hasta la entrega final. En concreto, permiten gestionar certificaciones, comparar presupuestos con costes reales y emitir facturas directamente desde el mismo entorno. Así, cada proyecto deja de ser una serie de documentos dispersos para convertirse en una unidad de trabajo trazable y verificable.
De este modo, uno de los beneficios más valorados por los profesionales que utilizan estos programas recae en la agilidad, ya que tanto los técnicos como los profesionales de los departamentos financieros pueden acceder a los mismos datos en tiempo real, detectar desviaciones y corregirlas antes de que sean un sobrecoste. Algo esencial en un sector como el de la construcción, donde los márgenes son cada vez más estrechos.
Verifactu: una nueva era para la facturación del sector
Pero, además, mientras las empresas optimizan sus operaciones con el uso de un programa de control de obras, el horizonte fiscal también plantea nuevos desafíos. En concreto, la puesta en marcha verifactu, el sistema de facturación electrónica de la Agencia Tributaria que será obligatorio en 2026.
En concreto, Hacienda requerirá que todos los programas de facturación de empresas y autónomos estén adaptados a este sistema, una red telemática que certificará la autenticidad y trazabilidad de cada factura. Para ello, según recoge el Real Decreto 1007/2023, los softwares de facturación a generar y registrar automáticamente un fichero firmado y protegido, garantizando que no pueden ser alterados ni eliminadas sin dejar rastro.
En la práctica, este nuevo sistema, añadirá un nuevo nivel de transparencia y de control. Cada factura será un registro verificable por la Administración, por lo que las empresas de construcción deberán apostar por un software preparado para cumplir con las nuevas obligaciones como el de Cegid.
Con este programa, las compañías del sector podrán generar, firmar y remitir facturas compatibles con el estándar fiscal de la AEAT de una forma automática y ágil. Una nueva ayuda para un sector donde las empresas se caracterizan por trabajar con un alto volumen de presupuestos y facturas. Con un ERP que trabaje de forma coordinada, los profesionales de la organización podrán integrar en un único flujo de trabajo la gestión operativa y las obligaciones fiscales, convirtiendo lo complejo en sencillo.
Todas estas nuevas obligaciones y la necesidad de ser más eficientes hacen que el futuro de la construcción pase por la digitalización para integrar la gestión de proyectos, la facturación y la fiscalidad. Anticiparse a los cambios que van a llegar y apostar por soluciones tecnológicas es la mejor decisión para evitar problemas regulatorios, pero también para que el sector sea más competitivo y transparente.
--
Contenido patrocinado
