Limpieza de incendios: pasos y tratamientos especializados

Limpieza de incendios: pasos y tratamientos especializados

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Limpieza de incendios: pasos y tratamientos especializados

Ante un suceso de este calibre es fundamental recurrir a profesionales cualificados que cuentan con los conocimientos técnicos necesarios para realizar una óptima restauración

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Un incendio es un acontecimiento devastador y peligroso, sin embargo, hay que tener en cuenta que no solo entraña peligro durante su fase activa. Muchas personas son conscientes del riesgo de ser alcanzado por las llamas o la amenaza que puede suponer sufrir una intoxicación por inhalación de humo, pero la fase siguiente es igual de importante, puesto que un incendio deja a su paso una estela de humo, hollín y diversos residuos tóxicos que exponen la seguridad del lugar.

Es aquí cuando entra en juego la limpieza y restauración del sitio, y para ello es necesario contar con profesionales que conozcan los pasos a seguir en este proceso. Los limpiadores cualificados poseen los conocimientos técnicos requeridos y cuentan además con los productos especializados, puesto que tras un incendio el trabajo no se reduce solo a recoger escombros o eliminar manchas, sino que deben de asegurarse de que el entorno es seguro y está libre el ambiente de contaminantes peligrosos.

Eliminación de residuos 

Uno de los primeros pasos a seguir cuando se ha producido un incendio es la limpieza de los residuos. Por ejemplo, el hollín es una sustancia muy corrosiva que se adhiere a las superficies como las paredes, el mobiliario o los techos, hecho que dificulta bastante su eliminación total. Para esta limpieza de incendios los profesionales utilizan, generalmente, aspiradoras con filtros HEPA, debido a que atrapan estas finas partículas sin darles oportunidad de que se vuelvan a dispersar por el aire. También, emplean esponjas secas con las que consiguen absorber los restos sin el riesgo de extender la suciedad. 

Hay otras soluciones que neutralizan los ácidos presentes en el hollín, con lo que al emplearlas los especialistas evitan que se produzcan daños mayores. Otra de las técnicas usadas tras un incendio es la limpieza con chorro de vapor, que es altamente efectiva para eliminar los residuos sin producir deterioro en superficies delicadas. 

Control de olores y purificación del aire

Una de las consecuencias más difíciles de combatir en una limpieza post incendios es el olor persistente que impregna las estructuras, las paredes y los tejidos. Con los generadores de ozono los especialistas buscan erradicar este problema. Estos generadores se encargan de descomponer las moléculas autoras de ese mal olor. Otra de las técnicas empleadas por el personal de limpieza es la nebulización en frío que consiste en dispersar productos neutralizantes y el uso de filtros de carbón activo, con lo que logran purificar el aire, eliminando así los compuestos orgánicos que lo contaminan tras el incendio. En los supuestos más extremos, utilizan selladores especiales tanto para techos como para paredes, con los que se encapsulan los residuos del humo consiguiendo, de este modo, que no se liberen con el paso del tiempo. 

Limpieza de superficies

Para la restauración posterior a un incendio, uno de los pasos fundamentales es la limpieza de las superficies. Aquí entra en juego el material afectado, ya que dependiendo de este se emplea una técnica diferente. En el supuesto de que la estructura a limpiar sea de hormigón o de ladrillo, se utiliza, entre otros, el bicarbonato de sodio. Sin embargo, el hielo seco resulta una solución perfecta cuando se busca la desaparición de residuos sin producir humedad adicional. Los selladores de paredes y techos también se emplean para evitar que las manchas y los olores vuelvan a aparecer. 

Para las superficies más frágiles, como podrían ser los suelos de parqué o los muebles de madera, las empresas profesionales de limpieza emplean productos especializados con lo que aseguran a sus clientes una limpieza total de la zona afectada sin poner en peligro la integridad del material.

Importancia de una empresa especializada

Debido a la complejidad de este proceso de limpieza es imprescindible acudir a una empresa especializada en este ámbito, puesto que los limpiadores profesionales, además de realizar una limpieza visible del lugar, avalan que el ambiente esté libre de sustancias tóxicas y sea un entorno seguro.

Otro factor a tener en cuenta, es que los especialistas cuentan con equipos de protección adecuados para realizar estas tareas, con lo que los afectados no pondrán en riesgo su salud. También, cuentan con un gran conocimiento en este ámbito. Esto, junto a su dilatada experiencia ante este tipo de situaciones propician que el proceso se agilice muchísimo y se eviten daños secundarios, como pueden ser la corrosión de metales o el debilitamiento de las estructuras. 

Además, tienen a su disposición la tecnología más avanzada con lo que podrán realizar un buen diagnóstico para evaluar la calidad del aire y así detectar si está contaminado por partículas no detectables por el ojo humano.

El proceso de restauración

En primer lugar, las empresas especializadas realizan una evaluación exhaustiva sobre los daños en las superficies; tanto en sistemas eléctricos como en las estructuras. Por otro lado, comprueban la calidad del aire. Tras estos diagnósticos determinan la técnica de restauración y limpieza más acertada para dicha situación. Además, en el caso de que existan zonas de peligro que requieran refuerzos estructurales, las solventan antes de empezar la limpieza asegurando el lugar.

La ventilación del espacio y la extracción de los humos residuales son pasos fundamentales antes de iniciar la limpieza, puesto que con ellos se evita que en el entorno se acumulen gases peligrosos, mejorando la seguridad del lugar. 

El siguiente paso a realizar por los profesionales es la limpieza de los materiales deteriorados que no pueden ser reformados. Aquí, el personal cualificado hará una evaluación sobre si estructuras, revestimientos o mobiliario pueden ser recuperados. En caso contrario se procede con su eliminación.

A continuación, los profesionales emplean las técnicas y productos adecuados para eliminar todos los residuos tóxicos, los olores incrustados en las superficies y los restos de hollín. Concluida la limpieza se procede a la restauración de las superficies y estructuras afectadas. Esto puede llevar a la aplicación de pinturas especiales o el uso de tratamientos sellantes.

Por último, las empresas especializadas certifican la calidad con la realización de pruebas que aseguren que el lugar está libre de residuos tóxicos y es seguro para sus ocupantes.

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