Quien busca un abogado experto en negligencias médicas necesita, sobre todo, poder confiar en él
En el bufete Aitana Sánchez Abogados en Barcelona, aconsejan la elección de profesionales especializados capaces de identificar si realmente se está ante un caso de mala praxis sanitaria
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Quizás porque habitualmente no se precisa buscar un abogado experto en negligencias médicas, la mayoría de la población conoce el trabajo de estos profesionales por figuras de ficción o grandes titulares. Lejos de la espectacularidad del cine o de las sentencias que ocupan los medios de comunicación, el trabajo de la mayoría de estos especialistas es silencioso y dilatado en el tiempo. Mientras algunos bufetes reservan perfiles para estos casos de mala praxis, otros dirigen su firma íntegramente a esta área para ofrecer plena especialización, lo que le confiere una experiencia vital a la hora de saber si la reclamación tiene algún futuro.
Definición de negligencia médica
La expresión “mala praxis médica” o “negligencia médica” se refiere al error sanitario cometido por acción u omisión en la obtención de un diagnóstico o el incumplimiento de protocolos. Entre los casos más comunes se destacan partos mal asistidos —procedimiento en el que se acumulan algunas sentencias millonarias—, retraso en la asistencia, fallos en intervenciones quirúrgicas y defectos en el consentimiento informado. En 2023, según informes oficiales del Ministerio de Sanidad y de estudios realizados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en España se registraron aproximadamente 12,071 reclamaciones por presunta mala praxis médica, de las cuales 602 resultaron en fallecimientos. El dato equivale a unas 33 reclamaciones diarias y entre las causas más frecuentes se destacan errores en intervenciones quirúrgicas, negligencias en embarazos y partos, altas precipitadas, fallos de diagnóstico y pérdida de oportunidad terapéutica.
Reclamar negligencia médica: ¿por dónde empezar?
Cuando los clientes deciden emprender acciones judiciales o extrajudiciales, lo primero que deben hacer es revisar la trayectoria del bufete elegido. Un abogado especializado en este tipo de casos podrá abordar sus inquietudes con la sinceridad y ética necesarias, pues es importante saber si realmente se está ante un error médico tipificado y, si así es el caso, entender las particularidades de estos procesos atendiendo a cada detalle. “Es importante prescindir de profesionales generalistas”, subraya la abogada Aitana Sánchez Jiménez-Pajarero, responsable del bufete que lleva su nombre en Barcelona, “ya que, si el abogado no tiene experiencia en este tipo de litigios, corre el riesgo de no detectar ciertos errores o problemas comunes que pueden comprometer el éxito del caso”.
“En nuestro país existe una gran tendencia a quejarnos informalmente pero no una cultura de reclamación contra las demoras en el diagnóstico o cualquier otra mala actuación por parte de los profesionales de la salud”, puntualizan desde su despacho.
Especialización ante la complejidad
La especialización en este campo también se refleja en la capacidad del abogado para explicar los pormenores del procedimiento en términos sencillos. Los expertos en negligencias médicas destacan la importancia de establecer relaciones asertivas con sus clientes, basadas en la empatía y la honestidad, para comunicar claramente los tiempos y las dificultades de cada etapa del proceso.
La complejidad de los términos científicos y la interpretación de la historia clínica pueden desmotivar a las personas que deciden embarcarse en una reclamación por negligencia médica, pero “si el letrado es capaz de explicar de una forma directa, clara y transparente cada uno de los pasos a seguir, los clientes se sentirán mucho más seguros y podrán disipar gran parte de sus miedos”, apunta Sánchez.
La comunicación juega, por tanto, un papel crucial desde el primer momento. Una vez estudiado el expediente, el paciente y su familia tienen derecho a saber qué esperar en cada fase del procedimiento y, en este sentido, es importante tratarlos con respeto y “consensuar con ellos las estrategias de defensa, porque a veces puede ser necesario ajustar las expectativas y tomar decisiones difíciles”. Para Sánchez, en una situación tan delicada, la franqueza es lo más importante porque “Quien busca un abogado experto en negligencias médicas necesita, sobre todo, poder confiar en él”.
Ciudadanos versus entidades sanitarias
Una de las particularidades de los casos de negligencia médica es la desigualdad de condiciones entre las partes. “Desde mi perspectiva”, señala la abogada Aitana Sánchez, “la gran diferencia entre un particular y los organismos a los que se enfrenta radica en que el primero dispone de recursos limitados para defender su verdad, mientras que la administración y las aseguradoras cuenta con recursos prácticamente ilimitados, pudiendo contratar a múltiples especialistas sin preocuparse por los costes”.
En la defensa de los pacientes y sus familias, los expertos en negligencias médicas deben luchar por indemnizaciones lo suficientemente amplias como para cubrir tratamientos médicos futuros, cuidados y ayudas de terceras personas, así como adecuaciones de vivienda. “Estos casos requieren la intervención de numerosos informes periciales y deben ser tratados con la máxima precisión, ya que el futuro de esta persona depende completamente de la indemnización que se obtenga”, explica. Los peritos o médicos independientes que realizan estos estudios técnicos permiten determinar la viabilidad de un caso y, una vez emprendida la acción legal, ayudan al abogado a configurar sus argumentos y defenderlos ante un tribunal.
Aunque el proceso es complejo, lograr una sentencia que reconozca la mala praxis brinda una profunda satisfacción a los profesionales involucrados. “Desde una perspectiva intelectual, representa un desafío formidable, ya que requiere el estudio de disciplinas variadas donde convergen el Derecho y la Medicina”, comenta la abogada Sánchez Jiménez-Pajarero.
Por otra parte, “el hecho de que los pacientes vean indemnizadas sus secuelas y obtengan una compensación no deja de ser la prueba más visible de que vivimos en un sistema donde se respeta la justicia. Y desde un punto de vista más global, estos litigios ayudan a prevenir futuros errores y pueden mejorar los estándares de calidad de ciertos protocolos médicos, beneficiándonos a todos como sociedad”, concluye.
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