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¿Alguna vez te has imaginado sumergirte en tu piscina en pleno octubre, sin temerle al frío, a las hojas acumuladas o a las visitas sorpresa de algún insecto flotante? Pues, gracias a las cubiertas de piscina, esto ha dejado de ser un lujo inaccesible propio solo de las casas de los más pudientes: ahora cualquiera puede disfrutar de esta herramienta para mantener tu piscina impecable, accesible y segura durante todo el año.

¿No terminas de creértelo? Aquí te contamos por qué merece la pena hacer esta inversión (y cómo puede que hasta tu perro te lo agradezca).

Cubiertas de piscina, una solución a la medida de tus necesidades

Las cubiertas de piscinas son estructuras diseñadas para proteger y cubrir la superficie de la piscina, ofreciendo ventajas como climatización, seguridad y limpieza del agua. Se instalan mediante un proceso que puede variar según el tipo de cubierta, ya sea fija, telescópica o desmontable

Generalmente, la instalación implica la fijación de los rieles o sistemas de anclaje en el perímetro de la piscina, sobre los cuales se montan los paneles o módulos de la cubierta. Estas cubiertas suelen estar fabricadas con materiales resistentes y duraderos como policarbonato, aluminio y, en algunos casos, vidrio templado, lo que garantiza su capacidad para soportar diversas condiciones climáticas y el uso continuado. Vamos a detallas los seis principales beneficios de contar con una piscina cubierta.

1.  Seguridad para los más curiosos

La seguridad es uno de los puntos más relevantes cuando se tiene una piscina en casa, especialmente si hay niños pequeños, personas mayores con problemas de visión o movilidad, o animales que pueden acercarse sin entender el peligro que representa el agua.

Los cerramientos para piscinas garantizan que tu piscina sea accesible solo cuando tú lo decidas. Así, puedes evitar sustos y mantener a tu familia segura.

2. Protección UV: cuida tu piel y la de tu familia

Sabemos que el sol es un arma de doble filo: lo adoras, pero te preocupa el daño que pueda causar en tu piel. Las cubiertas de piscina actúan como un escudo protector que reduce la exposición a los rayos ultravioleta, protegiendo la piel de quienes más quieres y dándote tranquilidad.

Esto es especialmente importante para los niños y los ancianos, cuyos delicados sistemas inmunes y pieles más sensibles pueden agradecer una cubierta más de lo que tú imaginas.

3. Climatización: una piscina en la que siempre es verano

¿Mantener el a una temperatura agradable sin importar si afuera llueve, truena o nieva durante todo el año? Un auténtico sueño hecho realidad, si me preguntan. Las cubiertas de piscina con sistemas de climatización ayudan a regular la temperatura del agua, convirtiendo cualquier chapuzón en una experiencia placentera, sin la necesidad de patalear de frío al principio.

Con estas cubiertas, lo único que tendrás que decidir es si quieres nadar estilo libre o mariposa, porque la temperatura no será un problema.

4. Olvídate de la red y la aspiradora

¿Sabes qué es peor que querer darte un chapuzón y encontrar la piscina llena de hojas, insectos y alguna pelota que ni siquiera es tuya? Exacto, nada. Con un cerramiento para piscinas, ese problema se elimina por completo.

Gracias a la protección constante que impide la entrada de agentes externos, el agua se mantiene limpia y lista para que te zambullas a la primera sin preocuparte por limpiar previamente. Eso sí, si un día echas de menos pescar hojas como pasatiempo, siempre te queda el jardín.

Piscina con la cubierta desplegada

5. Mantenimiento sencillo y ahorro de tiempo

Tener cosas bonitas y caras siempre es un lujo bienvenido, pero mantenerlas limpias y en buen estado puede ser un verdadero suplicio. Sin embargo, con una cubierta de piscina, los costes y el tiempo dedicados al mantenimiento se reducen drásticamente.

Y si hay algo que a todos nos sobra, definitivamente no es tiempo. Además, al tener el agua cubierta y protegida, la necesidad de productos químicos se reduce, lo que significa que también cuidas el medio ambiente y tu bolsillo.

6. Disfruta del agua cuando tú quieras, no cuando ella quiera

¿Cuántas veces has planeado darte un baño solo para ver que el agua está un poco turbia? Con una piscina cubierta, eso es historia.

La limpieza constante que ofrece la cubierta mantiene el agua en perfectas condiciones todo el año, así que la próxima vez que te entre la nostalgia de verano en pleno febrero, solo tendrás que ponerte el bañador y... ¡Al agua patos!

Instala tu cubierta o cerramiento para piscina con Cubriland

Invertir en cubrir tu piscina te permitirá disfrutar al máximo de ella durante todo el año y con menos preocupaciones: protección solar, seguridad para tus seres queridos, o más limpieza.

¿Qué más puedes pedir? Así que ya sabes: la próxima vez que estés pensando en hacer mejoras en casa, contacta con Cubriland y dale a tu piscina la cubierta que se merece. Al fin y al cabo, si hasta tu mascota va a poder dormir tranquila cerca de la piscina, sabrás que has hecho lo correcto.

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