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Tanto en Barcelona como en el resto de Cataluña y en toda España en general, la educación pública presume de una buena calidad. Aun así, hay padres que optan por llevar a sus hijos a escuelas concertadas o privadas. En cualquier caso, formar a los peques desde edades muy tempranas exige un desembolso de dinero que algunas familias no se pueden permitir.

Con tal de evitar que surjan dificultades económicas en este sentido, es fundamental planificar el ahorro que posteriormente se destinará a la educación de los más pequeños de la casa. Pero, ¿cómo hacerlo? En este artículo, daremos algunas claves importantes con las que los barceloneses lo tendrán fácil a la hora de obtener un buen resultado, es decir, conseguir unos ahorros que en un futuro les serán de gran ayuda para pagar los estudios de sus hijos.

Cálculos de la planificación

En primer lugar, es esencial establecer una meta formativa en lo que respecta al nivel educativo. Y es que el gasto a efectuar poco o nada tiene que ver si comparamos el caso de un niño que solo se formará hasta la Educación Secundaria Obligatoria con el de otro peque que, cuando sea adolescente, completará el Bachiller y cursará un grado universitario.

Por otra parte, también es importante elegir un tipo de educación: pública, concertada o privada. Sin entrar a evaluar la calidad y disponibilidad de cada opción, hay que decir que económicamente hay enormes diferencias que deben ser valoradas para tomar una buena decisión en términos monetarios.

Antes de elegir, conviene tener en cuenta el gasto que supone toda la formación en sí, abarcando, por ejemplo, el material escolar: libros, tablet, uniforme y un largo etcétera. Para que los cálculos que comprenda la planificación sean precisos, a cada año hay que sumar una inflación aproximada del 3,5%. Y es que desde que el peque empiece el parvulario hasta que complete el grado universitario pasarán dos décadas, tiempo más que suficiente para que los precios experimenten una subida considerable. Precisamente, con tal de paliar esa inflación, la rentabilidad de los ahorros resulta de inestimable ayuda. Dicho esto, ha llegado el momento de averiguar cómo obtenerlos.

Planificación de gastos y ahorros

Tras haber hecho los oportunos cálculos y saber aproximadamente cuánto tendrás que gastarte para dar a tus hijos la educación que les será de gran ayuda para su futuro personal y profesional, llega el momento de empezar a obtener los ahorros. A día de hoy son numerosas las vías existentes, pero seguidamente profundizaremos en dos de las que mayor éxito cosechan entre los padres barceloneses, empezando por el plan de ahorros.

Podríamos definir esta especie de herramienta como un producto financiero que ofrecen las entidades bancarias con el claro objetivo de ayudar a sus clientes a ir ahorrando poco a poco. Con el paso del tiempo, la cifra acaba siendo considerable y, a cambio de que los ahorros estén en ese banco, el cliente recibe una rentabilidad que, en los tiempos actuales, es más elevada que hace pocos años debido en gran medida a lo alto que siguen estando los tipos de interés.

Metas y asesoramiento

El plan de ahorros es altamente recomendable para los ciudadanos que tienen un objetivo en mente y quieren hacer lo posible con tal de conseguirlo. En este caso, hablamos de llegar a una cifra en concreto que permita pagar los estudios a los peques.

Conviene destacar que cada entidad bancaria ofrece asesoramiento para establecer un plan de ahorros distinto. De hecho, son capaces de dar forma a un producto cien por cien personalizado, adaptándose así a las necesidades, preferencias e inquietudes de todos los usuarios que optan por este producto financiero al creer que será el mejor para planificar el ahorro para la educación de sus hijos.

Las cuentas de inversión

Aquí no termina la lista de opciones. A la ya mencionada hay que sumar otra que también cuenta con bastante popularidad entre los padres de Barcelona. Nos referimos a las cuentas de inversión, y especialmente a aquellas soluciones cuyo nivel de riesgo es bajo.

Volvemos a estar ante una herramienta que proporcionan los bancos, aunque en este caso su finalidad poco o nada tiene que ver con la de un plan de ahorros. Las cuentas de inversión, como su propio nombre indica, están pensadas para la adquisición de activos, así como la venta de los mismos, independientemente de la categoría a la que pertenezcan (aunque en muchos casos son acciones del IBEX-35).

Aunque hay una gran cantidad de soluciones de inversión, las que más demanda tienen entre los padres barceloneses son sin duda las de nivel 1/6, es decir, las que presentan un riesgo bajo.

Ante el temor de que suceda algo negativo que pueda poner en riesgo sus ahorros invertidos, no sorprende que el riesgo más bajo de todos sea el que atraiga a una mayor cantidad de padres que desean darles a sus hijos la mejor educación posible. Lo cierto es que con cualquiera de estos dos productos financieros se puede garantizar un buen fondo educativo.

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