El trabajo de José Luís Mulero Plata ha llenado un vacío formativo que existía en España, donde hasta ahora no había un programa formalizado que abordara las necesidades específicas de la comunidad musulmana en el sector funerario. Este temario representa un avance hacia la integración y el respeto por la diversidad cultural y religiosa en España, asegurando que todas las personas, independientemente de su religión, reciban un trato digno y respetuoso en sus últimos momentos.
Además, el proyecto de José Luis Mulero no solo contribuye a una mejor atención a la comunidad musulmana, sino que también refuerza el compromiso del sector funerario con la profesionalización y la formación continua, adaptándose a las nuevas realidades sociales y demográficas del país.
Las tradiciones funerarias musulmanas
El proceso funerario en la tradición islámica es profundamente ritual y se basa en los principios de simplicidad, pureza y respeto hacia el cuerpo del fallecido. Estas prácticas están diseñadas para honrar la vida del difunto de acuerdo con las enseñanzas del islam y, por lo tanto, cualquier desviación de estas normas puede ser vista como una falta de respeto. Para garantizar que los funerales musulmanes se realicen de acuerdo con las creencias de la comunidad, es crucial que los agentes funerarios tengan una formación adecuada a la hora de manipular el cadáver.
Uno de los aspectos más destacados de un funeral islámico es el Ghusl, o lavado ritual del cuerpo. Este proceso debe realizarse con gran cuidado y por personas del mismo género que el fallecido. Solo en casos especiales, como entre cónyuges, se permite que una persona del sexo opuesto realice el Ghusl. Este lavado es una manifestación de pureza y respeto, donde el cuerpo es limpiado tres veces de manera simbólica. El Ghusl en la tradición islámica representa que el cuerpo, aunque ha dejado de tener vida, sigue siendo sagrado y merece el mismo respeto que en vida.
Una vez realizado el lavado, el cuerpo se envuelve en una tela blanca, llamada kafan, que simboliza la igualdad y pureza ante Dios. A diferencia de otras tradiciones, el islam prefiere la sencillez y la modestia; el cuerpo no debe ser decorado con ropas o accesorios innecesarios. Esta práctica refleja un principio clave del islam: la muerte nos iguala a todos, independientemente de nuestra posición social o riqueza.
Los tiempos a seguir
El islam exige que el entierro se realice lo antes posible, idealmente dentro de las 24 horas posteriores al fallecimiento, siempre y cuando la legislación lo permita. Durante el Salat al-Janazah, o la oración funeraria, se pide por el alma del difunto, buscando misericordia y perdón. El cuerpo se entierra directamente en la tierra, orientado hacia La Meca, la ciudad más sagrada del islam. A diferencia de las costumbres occidentales, no se utilizan ataúdes lujosos ni se practica la cremación, que está estrictamente prohibida.
El luto también es una parte esencial del proceso funerario musulmán. Para los familiares cercanos, como el cónyuge, hijos o padres, puede extenderse hasta 40 días. Durante este tiempo, se evitan las visitas sociales y las celebraciones, ya que es un período de reflexión y oración.
La creciente comunidad musulmana en España
El desarrollo de este programa formativo por parte de José Luis Mulero Plata cobra aún más importancia al observar el crecimiento de la población musulmana en España. Según estimaciones recientes, en España hay más de 2 millones de musulmanes, lo que representa aproximadamente el 4% de la población total. Esta comunidad ha crecido notablemente en las últimas décadas, incluyendo no solo a inmigrantes de países árabes o del norte de África, sino también a musulmanes españoles de segunda o tercera generación, así como conversos al islam.
Ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla tienen una significativa presencia de población musulmana. Esta diversidad ha creado una necesidad creciente de servicios funerarios que respeten las costumbres islámicas, aumentando la demanda de formación específica para los agentes funerarios en todo el país.
La innovación en la formación funeraria
El temario desarrollado por José Luis Mulero Plata no solo aborda las tradiciones y prácticas musulmanas en torno a la muerte, sino que también ofrece formación práctica a los profesionales funerarios musulmanes sobre cómo llevar a cabo estas tareas con sensibilidad cultural y precisión religiosa. Los contenidos de la Formación los detallamos a continuación:
- Prácticas funerarias islámicas: enseñanzas detalladas sobre el Ghusl, el Kafan, las oraciones fúnebres y las normas de entierro.
- Normas legales y sanitarias: formación sobre cómo cumplir con las normativas españolas de salud y seguridad mientras se respetan las costumbres islámicas.
- Comunicación con la comunidad musulmana: cómo tratar con las familias musulmanas de manera respetuosa, con especial énfasis en la empatía y la comprensión de sus necesidades emocionales y religiosas durante un momento tan delicado.
Este enfoque integral asegura que los agentes funerarios no solo adquieran el conocimiento técnico necesario para llevar a cabo los ritos islámicos correctamente, sino que también desarrollen habilidades interpersonales para tratar con las familias de manera respetuosa y empática.
El Proyecto de José Luis Mulero Plata
El trabajo de José Luis Mulero Plata ha llenado un vacío formativo en España, donde hasta ahora no había un programa formalizado que abordara las necesidades específicas de la comunidad musulmana en el sector funerario. Este temario representa un avance hacia la integración y el respeto por la diversidad cultural y religiosa en España, asegurando que todas las personas, independientemente de su religión, reciban un trato digno y respetuoso en sus últimos momentos.
Además, el proyecto de José Luis Mulero no solo contribuye a una mejor atención a la comunidad musulmana, sino que también refuerza el compromiso del sector funerario con la profesionalización y la formación continua, adaptándose a las nuevas realidades sociales y demográficas del país.
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Noticia original publicada por el Cierre Digital