Mujer profesional en entorno laboral

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MBA: la palanca definitiva para salir del estancamiento profesional

Un Máster en Administración de Empresas supone un revulsivo que puede abrirte a nuevas oportunidades laborales

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Sentir que el trabajo se ha convertido en una repetición constante no es una rareza. Las promociones nunca llegan, el sueldo permanece congelado y los proyectos interesantes siempre acaban en manos ajenas. Esa sensación de falta de motivación e inmovilidad, lejos de ser un caso aislado, tiene reflejo en los datos: el 42% de los empleados en España prevé cambiar de empleo antes de que acabe 2025, en buena parte por la falta de oportunidades internas.

Y no se trata de una tendencia local. El Índice de Confianza Laboral de LinkedIn cayó en junio hasta 23, su nivel más bajo desde la pandemia, con especial desánimo entre los trabajadores de entre 25 y 44 años. En este escenario, el máster MBA reaparece como una vía para la reactivación profesional. La cuestión es si, más allá del prestigio que ofrece un MBA y agrega valor al perfil profesional, puede tener impacto real en el crecimiento profesional.

El estancamiento como fenómeno real

Quedarse anclado en el mismo puesto no es una circunstancia aislada. Es un fenómeno medible que deja huella tanto en las cuentas de las empresas como en la salud mental de los empleados. El absentismo laboral ya roza el 7,2% en España y provoca un coste estimado de 37.000 millones de euros al año, lo que equivale al 3,1% del PIB. Esta factura colectiva revela un malestar creciente, síntoma de falta de compromiso que se manifiesta en bajas médicas, desmotivación crónica y escasa implicación en los objetivos corporativos.

A ese impacto económico se suma una dimensión personal: la pérdida de poder adquisitivo en sectores como telecomunicaciones o construcción se combina con estructuras jerárquicas cada vez más planas. El resultado es un cuello de botella profesional, donde los años de experiencia ya no garantizan un ascenso y la fuga de talento encarece cada rotación.

Por qué no llegan los ascensos

Las razones detrás del estancamiento combinan factores organizativos y carencias individuales. Entre los más comunes:

- Organigramas planos, que reducen al mínimo las posiciones intermedias de liderazgo.

- Déficit de habilidades estratégicas —como finanzas, analítica de datos o liderazgo híbrido— que impide acceder a proyectos transversales.

- Falta de visibilidad interna: sin una red sólida dentro de la empresa, es difícil entrar en el radar de quienes toman decisiones de cambios estratégicos para el desarrollo profesional.

- Brecha tecnológica: la irrupción de la inteligencia artificial y la automatización vuelve obsoletos muchos conocimientos adquiridos hace apenas cinco años.

“Hacía cursos, talleres, leía sobre liderazgo, pero no pasaba nada. Sentía que mi carrera se había convertido en una cinta de correr: mucho esfuerzo, cero avances”, explica un profesional de 38 años en uno de los testimonios recogidos por el portal especializado InfoMBAs, que decidió cursar un máster tras cinco años en el mismo puesto.

¿Qué aporta un MBA para superar el estancamiento profesional?

En situaciones de bloqueo laboral, muchos profesionales recurren al MBA como herramienta para tomar impulso y recuperar visibilidad dentro de la empresa o acceder a nuevas responsabilidades.

Competencias 360º: el plan de estudios de un MBA no se limita a la teoría empresarial. Define el perfil del profesional que las empresas buscan hoy y articula ese objetivo en torno al desarrollo de competencias transversales. Finanzas, estrategia global, liderazgo intercultural, marketing, operaciones o gestión de personas forman parte del núcleo académico habitual.

A esta base se suma un elemento clave: el rol activo del profesorado, que actúa como motor del proceso de enseñanza-aprendizaje. Su experiencia profesional, junto con el enfoque participativo del aula, permite trabajar habilidades interpersonales como comunicación, negociación o planificación estratégica. Ese conjunto de conocimientos técnicos y competencias blandas refuerza la transversalidad del perfil del titulado, preparándolo para asumir puestos de responsabilidad en distintos sectores.

El Corporate Recruiters Survey 2025 lo confirma: resolución de problemas, comunicación asertiva y visión estratégica —tres áreas que refuerzan los programas MBA— lideran el ranking de habilidades más demandadas por los empleadores.

Credibilidad ante reclutadores

El mismo informe revela otro dato relevante: el 90% de las empresas prevé contratar titulados MBA este año, cuatro puntos más que en 2023. Ese aumento de interés también se traduce en cifras. 

La mediana salarial de entrada en Estados Unidos para este tipo de perfiles ronda ya los 125.000 dólares anuales (unos 114.000 euros), casi el doble —o incluso más— que el salario medio de un graduado universitario, según datos del Graduate Management Admission Council (GMAC), la organización responsable del test GMAT y de varios estudios sobre empleabilidad y formación directiva.

Retorno de la inversión

Una encuesta global elaborada por GMAC señala que el 100 % de los antiguos alumnos recupera la inversión en menos de cuatro años, y muchos lo hacen antes si optan por formatos online o part-time, que permiten mantener los ingresos durante los estudios. 

Además, nueve de cada diez graduados califican su experiencia como “buena” o “excelente, lo que indica que los beneficios del MBA no se limitan al aspecto económico, sino que tienen impacto también en dimensiones personales y profesionales, como el cambio de rol, la proyección internacional o el desarrollo individual.

Contactos profesionales

El MBA también funciona como acelerador de 30 % de los egresados del IESE y reúnen a perfiles muy heterogéneos: expertos técnicos, responsables de área, empresarios o consultores, que no solo enriquecen el aprendizaje,  sino que aportan visiones sectoriales, experiencias de gestión y contactos valiosos para el futuro laboral.

Esa red informal —que se extiende durante y después del programa— es, para muchos, uno de los activos más transformadores de la experiencia formativa.

¿Qué programas MBA destacan en España?

Las escuelas de negocios españolas afianzan su posición en la élite internacional. En el Global MBA Ranking 2025 del Financial Times, el IESE alcanza el tercer puesto mundial y lidera el ranking europeo. Esade figura en el octavo lugar, seguida de IE Business School (18) y EADA (100). El panorama se repite en el ámbito regional: según el QS Global MBA Rankings 2025 – Europa, IE Business School entra en el top cinco, IESE se mantiene entre los diez primeros y Esade escala al top 15. Una triple presencia que consolida la proyección internacional del sello MBA Made in Spain.

Además de los MBAs de estas escuelas, el mercado español ofrece un abanico cada vez más amplio de programas presenciales, híbridos y online, adaptados a perfiles diversos. El reto está en elegir el formato que mejor encaje con el objetivo: dar un giro de carrera, asumir funciones de dirección o lanzar una idea de negocio, 

El ranking MBA en España 2025 muestra el mapa con detalle con cada uno de los protagonistas, donde destacan programas con estancias internacionales, formación en liderazgo responsable y contenidos alineados con las últimas tendencias en gestión empresarial y sostenibilidad.

Datos de transformación profesional de los MBA

Los datos respaldan la promesa de los MBA como impulsores de movilidad y mejora laboral. El 94 % de la última promoción del IESE encontró trabajo en menos de tres meses, y casi un tercio logró un triple salto profesional: sector, función y país. En consultoría, firmas como McKinsey o Bain valoran especialmente la exposición internacional del candidato MBA; en el sector energético, Iberdrola y Naturgy buscan perfiles capaces de traducir la sostenibilidad en resultados de negocio sostenibles en el tiempo.

Y no se trata solo de historias puntuales. El 30 % de los egresados del IESEy el 25 % de Esade cambiaron de industria tras completar el programa, según los últimos informes de empleo de estas escuelas de negocios. En perfiles senior procedentes del ámbito de la ingeniería o de las finanzas, el salto fue acompañado de un incremento salarial medio del 35 %. Estos datos refuerzan una idea clave: el MBA conecta la experiencia previa con nuevas competencias, y valida ante el mercado la capacidad de liderar en entornos complejos o desconocidos.

MBA como palanca para el cambio profesional

Gastar varios miles de euros en un MBA, por sí solo, no se convierte en una solución mágica, pero sí es una forma realista de actualizar competencias y redefinir una trayectoria estancada. En síntesis, y según los testimonios de graduados que pueden consultarse en webs de escuelas de negocios o plataformas como InfoMBAs, dar el paso de estudiar un MBA, por lo general, suele traducirse en:

- Adquirir habilidades que el puesto actual no exige, pero el mercado sí.

- Transformar la visión empresarial y desarrollar capacidades directivas clave para el crecimiento profesional.

- Ganar visibilidad en nuevos sectores o regiones a través de una red internacional de contactos.

- Validar la ambición profesional con un título que actúa como aval ante headhunters y comités internos.

Cuando la vida profesional se estanca y el ánimo flaquea, apostar por una formación exigente como un MBA ofrece algo tangible: reorientación laboral respaldada por datos de empleabilidad y mejora salarial casi inmediata. Convertir la frustración en un proyecto formativo riguroso es, en esencia, pasar del “quiero avanzar” al “estoy avanzando”. Para muchos profesionales, estudiar un posgrado no ha sido una meta académica ni una moda pasajera, sino el impulso necesario para construir una trayectoria profesional más sólida y visionaria.

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