Primeras planas

Un día más en Madrid y Juliana elogia a Vox

La manifestación independentista en Madrid fue inferior a la de las tres derechas, según el arbitraje de la Delegación del Gobierno. Cotarelo llama a la "confrontación"

17 marzo, 2019 10:32

Primera destilación de la prensa del proceso: Victoria independentista a domicilio del Estado represor, goleada de dignidad, coraje, valentía. Ni una papelera lastimada, ni un papel en el suelo. La Assemblea Nacional Catalana (ANC) lo ha vuelto a hacer para asombro del mundo y esta vez en la capital del Reino, en el interior mismo del búnker fascista, en las propias entrañas de la bestia. ¡Qué tíos! 

Guerra de cifras. La Delegación del Gobierno estima en 18.000 las personas que se manifestaron de Neptuno a Cibeles, la organización en 120.000. La prensa de Madrid coincide en que no ha sido para tanto, mientras que la de Barcelona pasa por alto en sus titulares la cuestión numérica, si bien en algunos textos se tacha de "ridículo" el dato de la Delegación del Gobierno en Madrid. 

El criterio de la entidad gubernativa es que ha habido menos independentistas este sábado en Cibeles que derechistas y ultraderechistas el otro domingo en Colón. La intención de la ANC era dar una lección a las tres derechas, pero según el filtro arbitral del Ejecutivo no lo habría logrado ni de lejos. Por otra parte, las lecturas a la baja de la Delegación del Gobierno en la capital pretenderían desincentivar la convocatoria de manifestaciones en Madrid, donde lógicamente prefieren que la gente se manifieste en su casa y ya tienen suficiente con acoger cuatro o cinco clásicos al año. La reiteración de las manifestaciones no impresiona.

Encabezamientos de medios afectos al proceso. "L'independentisme trona a Madrid: 'No passaran!'", exclama El Nacional. "El sobiranisme busca el Madrid republicà. Històrica manifestació a la capital de l’Estat", apunta El Món. "L'independentisme ensenya a Madrid com es manifesta", dice Nació Digital. Dada la naturaleza colosal de los titulares en anteriores exhibiciones independentistas, si bien en campo propio, se atisba una cierta contención descriptiva, la botella medio llena.

En El Món, Quico Sallés alude al barómetro del estrés de las papeleras en el arranque de su crónica: Tarda excepcional a Madrid. El sobiranisme ha ocupat la capital de l’Estat amb la marca de la casa de les grans manifestacions. L’ANC i Òmnium han desplegat tota la seva magistral logística per aturar el centre de Madrid i “no trencar ni una sola paperera”. Una manifestació que ha costat suor i llàgrimes als organitzadors i convocants, que a més de l’habitual treball de puntaires entre entitats catalanes, han assolit implicar a més d’una cinquantena d’entitats espanyoles. L’objectiu del sobiranisme era buscar la complicitat “Madrid republicà” en defensa dels drets fonamentals".

En El Nacional, Marta Lasalas refiere lo accidentado de la presencia del presidente de la Generalitat, Quim Torra, en la manifestación, "chispas" entre la Policía Nacional y la escolta de los Mossos: "El recorregut de la capçalera ha començat en el tram entre la font de Neptú i la Cibeles. Allà s’ha situat una important representants del Govern, encapçalada pel president, Quim Torra, que tan bon punt ha arribat a Madrid s'ha trobat blindat enmig d'un cordó del CNP gairebé impenetrable fins i tot per al seu equip, la qual cosa ha fet saltar espurnes amb els Mossos que l'acompanyaven. Amb Torra, el president del Parlament, Roger Torrent, així com el vicepresident d’Òmnium Cultural i la presidenta de l’ANC, Elisenda Paluzie, a més d'una nombrosa representació de diputats del Parlament i de les Corts, alcaldes i representants de les organitzacions catalanes i espanyoles que han fet costat a la convocatòria".

Artur Mas también estaba y los tíos de la vara, apuntan Joan Serra Carné y Oriol March en Nació Digital: "Alcaldes alçant les vares, manifestants fent voleiar estelades i mostrant pancartes que reclamaven justícia, i dirigents polítics acomboiant les entitats civils. L'independentisme ha ensenyat a Madrid com es manifesta, de forma massiva i sense incidents".

Sin incidentes generalizados. El mismo diario digital apunta que un autobús de la ANC recibió una pedrada a la salida de Madrid mientras que en El Món remiten a cuentas de Twitter donde algunos manifestantes refieren insultos, amenazas y hasta robos de banderas. La Policía Nacional sólo practicó un arresto, la detención de Jordi Alemany miembro del secretariado de la ANC, que fue identificado al tratar de robarle la bandera a un manifestante de signo contrario horas antes del evento cívico-pacífico. Resulta que al identificarle la Policía saltó la alarma de que no se presentó a una cita judicial derivada de sus actividades en Girona durante las celebraciones del primer aniversario del 1-O. 

Así que un día más en Madrid, según la crónica de Enric Juliana en La Vanguardia, que tiene buenas palabras hasta para Vox: "El independentismo recordó que sigue teniendo capacidad de convocatoria y la democracia volvió a funcionar en España. El Ayuntamiento de Madrid y la Delegación del Gobierno hicieron un buen trabajo, encapsulando la manifestación en el eje de la Castellana, con un despliegue de quinientos policías. Pedro Sánchez y Manuela Carmena enviaron a Europa un mensaje de serenidad y tolerancia. Esa será la clave final del 28 de abril: la España viable".

Sigue la pieza: "La derecha también ha dejado pasar la manifestación, aunque algunos no se lo crean. Conviene prestar atención a este punto final. La agresiva verbosidad de la política española en ocasiones impide ver la cautela en los movimientos. Las tres derechas, en fase de insomne competición electoral, podían haber calentado el sábado independentista en Madrid con declaraciones explosivas a lo largo de la semana. Podían haber convocado incluso una contramanifestación en el centro de la ciudad, que habría provocado un auténtico quebradero de cabeza al Gobierno. Ni siquiera Vox ha querido dar ese paso. Un exceso de tensión no interesa a la derecha en estos momentos. No le interesa a nadie. Hubo ayer las declaraciones de rigor –“¡con Casado presidente, esto no volverá a pasar!”–, pero el sábado independentista no fue calentado con antelación".

"Madrid absorbe", titula y concluye Juliana, que acredita quince años de residencia en la capital.

Al margen de la jornada, en Vilaweb presentan una entrevista con Ramón Cotarelo en la que además de echar pestes de Madrid anima a sus nuevos conciudadanos a las barricadas: "Som en una situació en què no ens en sortirem sense una confrontació. El nostre interès és rebaixar la confrontació perquè sigui no violenta, i si n’hi ha, que sigui de l’estat. Però, alhora, el nostre interès és que hi hagi una iniciativa permanent per a assolir el nostre objectiu. Perquè tenir-lo allà i anar esperant… Esperant què? Que hi hagi una reacció de l’estat? No n’hi haurà, si no la provoques. I el joc és que has de provocar-la jugant amb tots els factors".