Habla el Extranjero

Habla el Extranjero Simón Sánchez

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¿Era nazi el saludo de Musk?

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Desde The New York Times hasta Le Monde, desde The Observer hasta las redes sociales, pasando por todos los diarios españoles, el mundo entero comenta y se hace cruces del “saludo nazi” de Elon Musk el pasado martes, celebrando la toma de posesión de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos.

Parece inverosímil, pero si realmente el hombre más rico del mundo, el prácticamente responsable de que un salteador de caminos como Donald Trump vuelva a la presidencia del país más poderoso del mundo, saludase en plan Hitler, sería para preocuparse. Hemos estado mirando la secuencia del controvertido gesto, pero antes de exponer nuestras conclusiones, veamos algunas reacciones al mismo, empezando en casa, por la de Yolanda Díaz, la ministra de trabajo y Economía Social y jefa de Sumar, que lo tiene claro:

“Anoche, el planeta entero pudo ver a Elon Musk emulando el saludo nazi en el contexto de la toma de posesión de Donald Trump. Ha sido una imagen muy turbadora, que me ha hecho tomar la decisión en la que he estado meditando durante varios meses…” Y después de acusar al magnate de Tesla de haber transformado su popular red social en un mecanismo de propaganda que usa sus algoritmos para favorecer determinadas ideas (malas) por encima de otras (buenas) (…) y haciendo esto, favoreciendo a la extrema derecha, anunció su decisión: “A partir de ahora, no seguiré usando mi cuenta (en Twitter)”.

El dueño de Twitter, Elon Musk, haciendo un gesto idéntico al saludo nazi

El dueño de Twitter, Elon Musk, haciendo un gesto idéntico al saludo nazi K.C. Alfred / San Diego U-T / ZUMA P / DPA

¡No cabe duda de que Musk debe de estar temblando ante semejante pérdida! Pero ¿exageran los izquierdistas que en todas partes se indignan por el ciertamente llamativo ademán de entusiasmo de Musk? Y ¿hasta qué punto tiene trascendencia real?

En el recuento del hecho y las reacciones internacionales al mismo, el prestigioso Politico señala que en Italia el popular periodista y escritor Roberto Saviano, “famoso por sus cruzadas contra la mafia y, más tarde, contra el gobierno de derecha de Italia, ha lanzado una lluvia de invectivas contra el supremo de Tesla y SpaceX. ‘Que seas maldito’, dijo Saviano. ‘El final de todo esto será violento. Su caída será igual a la de aquellos a quienes históricamente se refiere con este gesto. Musk caerá en manos de aquellos a quienes ahora incita, impulsados ​​por la misma violencia que practica”.

Politico también cita al ministro alemán de Salud, Karl Lauterbach, del Partido Socialdemócrata de centroizquierda: “Tal gesto, dada su ya conocida proximidad a los populistas de derecha de tradición fascista, debe preocupar a todo demócrata”.

– El francés Mediapart, fundado hace pocos años por un ex redactor jefe de Le Monde, y que cuenta entre sus éxitos profesionales la revelación de algunos de los más grandes escándalos políticos en el país vecino, acusa a Musk directamente de dar voz a los nazis: “Musk está claramente obsesionado con el régimen nazi y parece consumido por el antisemitismo. Su toma de posesión de X en 2022 coincidió con una explosión de declaraciones antisemitas en la red y la difusión de teorías conspirativas contra los judíos, sin que él moviera un dedo para frenar aquel estallido de odio. De hecho, todo lo contrario. Musk asume toda la responsabilidad por traer de vuelta a su red a figuras que fueron prohibidas por sus opiniones racistas, incluido el youtuber Nick Fuentes, quien se describe abiertamente como antisemita y supremacista”.

En sintonía con él, Jonathan Endirckx llama a las izquierdas a una mayor combatividad contra las derechas, desde su tribuna en el bruselense izquierdista De Morgen (La mañana): “Desde que se hizo cargo de Twitter en 2022 y lo convirtió en X, Musk ha estado difundiendo teorías de conspiración antisemitas, nazis y racistas, a las que deliberadamente da rienda suelta. Es importante tener esto en cuenta para entender por qué Musk hizo el saludo nazi y, sobre todo, para justificar su identificación como simpatizante nazi sin comillas ni otros signos de cobarde moderación. (…) La época de tratar a los populistas de derecha en nuestros propios países y en el extranjero con guantes de seda debe terminar en nuestros medios de comunicación en 2025”.

Elon Musk, apoyando a Donald Trump, en octubre de 2024

Elon Musk, apoyando a Donald Trump, en octubre de 2024 Jen Golbeck EUROPA PRESS

El prestigioso semanario berlinés Der Freitag (sindicado con el británico The Guardian y propiedad de uno de los mayores accionistas de Der Spiegel), ve en el gesto un signo del pacto de unión entre “los cazadores de beneficios y la extrema derecha”: “El gesto de Musk es inquietante, pero éste no es el verdadero problema… ¿De qué sorprenderse? El hombre más rico del mundo ha identificado a los extremistas de derecha como aliados ideales. Los jefes de las grandes corporaciones y los herederos de enormes fortunas están haciendo cola para expandir finalmente su poder económico y político sin importar las consecuencias. Todo lo que se interponga en el camino de las ganancias es eliminado por los voluntarios que ayudan y de repente creen que están en el lado ganador. Quizás realmente esté surgiendo algo nuevo para los payasos de Ultra-Elon y MAGA, los misóginos evangélicos y los racistas de gatillo fácil. Una edad de oro en la que se podrá humillar, herir y matar impunemente a todos los más débiles. Pero son aquellos que se benefician directamente de la situación ahora que se han eliminado las normas laborales y de protección del medio ambiente los que ganan dinero”.

Otros analistas, como el periodista ruso especializado en verificación de datos, Ilya Ver, encuentran otros referentes históricos para matizar del sentido del controvertido saludo: “Este gesto es confusamente similar al llamado 'saludo romano' (que no tiene nada que ver con la antigua Roma), que fue adoptado en una versión algo simplificada (sin el gesto obligatorio de llevar la mano al corazón) primero en la Italia fascista y en luego en la Alemania nazi como saludo oficial. Además, es casi idéntico a un saludo a la bandera estadounidense, el 'Bellamy Salute', que apareció en los EEUU en 1892, incluso antes que en Italia, y fue especialmente popular entre las organizaciones scouts hasta 1942. Fue abolido por el Congreso de los EEUU porque era indistinguible del saludo nazi... Cualquier otra cosa es una cuestión de interpretación y juicio”.

The New York Times recoge voces y opiniones de tono similar, y también la respuesta del magnate en su propia red social: “Francamente, [sus críticos] necesitan trucos sucios mejores. El ataque de 'todos son Hitler' está muy cansado".

Musk ha recibido el apoyo de la Liga Antidifamación, una asociación que lucha contra el antisemitismo en Estados Unidos desde la década de 1910: "Nuestra política está inflamada y las redes sociales sólo aumentan la ansiedad. Parece que Elon Musk hizo un gesto desafortunado en un momento de entusiasmo, no un saludo nazi, pero nuevamente, apreciamos que la gente esté nerviosa. En este momento, todas las partes deberían darse un poco de gracia, tal vez incluso el beneficio de la duda, y tomar un respiro. Esperemos que podamos sanar y trabajar hacia la unidad en los meses y años venideros".

Hemos estado repasando cuidadosamente el gesto de Musk, un gesto, diríamos, de calculada espontaneidad, significativo, sobre todo, porque lo repitió. Había ahí algo ciertamente chirriante, quizá una travesura de autista o de voluntarioso gilipollas. Nos inclinamos a creerle a él… y también a sus detractores.