Jornada de contradicciones en el PSOE a cuenta del pacto con Junts sobre la inmigración. Los ministros Félix Bolaños, Ángel Víctor Torres y Elma Saiz, titulares de Justicia, Política Territorial y de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, respectivamente, se afanaron durante todo el día en negar que el catalán vaya a ser condición sine qua non para los inmigrantes.
Con el característico ardor propio de políticos de todo signo y condición, los antecitados negaron lo que consta negro sobre blanco en el comunicado del PSOE para justificar el acuerdo, esa "integración lingüística" en alusión al conocimiento y manejo del catalán.
Instalados en sus realidades paralelas, los ministros de Sánchez se encastillaron en sus negativas como si las preguntas que se les hacían fueran la argamasa de los bulos, palabra a la que tan afectos son sus señorías ministeriales.
Bien, pues todo eso se fue por el desagüe cuando compareció el presidente del Gobierno y fue cuestionado sobre el mismo particular. Pedro Sánchez dejó con el orto al aire a sus preclaros colaboradores, en la más pura intemperie, como si fueran unos personajes falsos y de poco o nada fiar.
"Sánchez da la razón a Junts y desmiente a la ministra Saiz: los inmigrantes deberán aprender catalán para obtener papeles", es el titular de El Español respecto al mencionado sainete sobre los inmigrantes y el catalán.
Escribe Cristina Gómez: "Pedro Sánchez ha respaldado este jueves el acuerdo con Junts que delega competencias en materia migratoria a la Generalitat y ha afirmado que los inmigrantes que quieran obtener el permiso de residencia en Cataluña deberán aprender catalán porque así lo establece la Ley de Extranjería".
"Con esta afirmación, hecha desde Bruselas tras el Consejo Europeo, el presidente del Gobierno contradice a su propia ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, quien horas antes había asegurado que el conocimiento de la lengua no sería un requisito para la regularización de extranjeros en Cataluña".
"Sánchez ha defendido que la delegación de competencias a la Generalitat se ajusta a la legalidad vigente y que la Ley de Extranjería ya establece la necesidad de acreditar conocimientos de la lengua del territorio donde se solicita la residencia".
""El catalán es una lengua oficial de España. La delegación de competencias se rige por leyes estatales y por la Ley de Extranjería. La ley dice que hace falta un conocimiento de la lengua que se habla en esos territorios", ha subrayado el presidente".
"Estas declaraciones contrastan con las de la ministra Saiz, quien había intentado rebajar las expectativas de Junts respecto a la aplicación de requisitos lingüísticos en la concesión de permisos de residencia".
""No es un requisito para denegar un permiso, ni expulsar ni prohibir la entrada a una persona a nuestro país", afirmó Saiz en una entrevista en Onda Cero, dejando entrever que el Gobierno no avalaba la posición de los independentistas catalanes en este punto. Sin embargo, las palabras de Sánchez parecen confirmar que el acuerdo permitirá imponer esta exigencia".
Sigue Gómez: "El debate sobre el catalán ha generado tensión entre los socios de Gobierno y también con la oposición. Junts ha insistido en que el conocimiento de la lengua debe ser obligatorio para los inmigrantes que deseen vivir y trabajar en Cataluña".
"La portavoz del partido en el Congreso, Míriam Nogueras, fue tajante y afirmó: "Claro que sí, estamos en Cataluña y en Cataluña hay una lengua oficial, que es el catalán. Igual que si te vas a vivir a Francia, el requisito es aprender francés"".
"Desde el Gobierno, otros ministros como Félix Bolaños o Ángel Víctor Torres han intentado restar importancia a esta condición, calificándola de "aspiración" de Junts que no tiene un reflejo normativo explícito en el acuerdo".
La nota de El Español también alude al control de las fronteras y a la consideración de España como un Estado autonómico: "El presidente también se ha referido a la cesión de competencias a los Mossos d'Esquadra, otro de los puntos incluidos en el pacto. Sánchez ha apoyado esta medida argumentando que la policía autonómica forma parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y que el refuerzo de su autonomía operativa es una muestra del modelo de cogobernanza que defiende su Ejecutivo".
""El Estado somos todos. Los Mossos también son Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, como la Guardia Civil o la Policía Nacional. No veo que haya compartimentos estancos", ha dicho".
Y: "En esta línea, ha defendido la delegación de competencias en materia migratoria como un avance dentro del modelo autonómico. "Si somos un Estado autonómico, somos un Estado autonómico. Eso es lo que estamos haciendo: la famosa cogobernanza y el famoso autogobierno. Creo que es un avance", ha declarado".
Por si no había quedado claro, en Vozpópuli titulan de este modo: "Junts pretende blindar por ley un examen de catalán a los inmigrantes que pidan la residencia".
Y en el sumario se avanza que "Los de Carles Puigdemont negocian ya con el PSC una ley catalana de inmigración que permita el desarrollo de la delegación de competencias"
El texto es de Joan Guirado: "Junts per Catalunya quiere blindar por ley que los extranjeros que opten a la residencia en esta región conozcan el catalán. El partido de Carles Puigdemont, que esta semana alcanzó un acuerdo con el PSOE para delegar las competencias exclusivas del Estado en la Generalitat, pretende que una futura ley catalana de inmigración que lleva varias semanas trabajando, incluya como requisito un examen que determine el grado de conocimiento de la lengua regional".
"En el partido liderado por Puigdemont, que ha defendido en distintas ocasiones desde que se conoció el acuerdo que el conocimiento del catalán debe ser un requisito imprescindible para otorgar un permiso de residencia a los inmigrantes que lleguen a Cataluña, son conscientes de que más allá de su voluntad existe una evidencia palmaria. Y es que no son ellos, sino la Generalitat del socialista Salvador Illa, la que tendrá que aplicar la delegación de competencias que Sánchez le ha regalado a Cataluña".
"Es por eso que la formación independentista, para dar cumplimiento a su exigencia, esté negociando con los partidos del Parlament, especialmente con el PSC, la aprobación de una ley catalana de inmigración que determine la forma en la que se aplicará la delegación de las competencias".
Continúa el texto: "En Junts hablan de "herramientas parlamentarias a nuestro alcance" para referirse a esta opción, que restaría poder al gobierno autonómico y lo daría al legislativo catalán".
"Una ley en la que se establecería la obligación de realizar una prueba de conocimiento del idioma a través de las Escuelas Oficiales de Idioma de la Generalitat. De no superarla, explican fuentes de Junts, "se denegaría el permiso"".
Y: "Aunque inicialmente será el Govern el que reciba la delegación de las competencias por parte del Gobierno, si antes el PSOE recaba los apoyos suficientes en el Congreso de los Diputados, los de Carles Puigdemont quieren que sean los ayuntamientos los que desarrollen este nuevo marco normativo".
"JxCat se la juega electoralmente con la Aliança Catalana de Sílvia Orriols, con un discurso muy duro en esta cuestión, y con un crecimiento exponencial en todos los sondeos que se han hecho en los últimos meses".
En Podemos y en algunas de las facciones de Sumar como Compromís o Más Madrid no tienen nada claro lo de la cesión de competencias a Junts, partido que consideran de extrema derecha y con postulados como mínimo xenófobos.
De ahí que se hayan apresurado a anticipar sus votos contrarios a la proposición de ley orgánica para la delegación de competencias a la Generalitat de materias tan sensibles como las afectas al control de la inmigración.
Pero en el partido de Puigdemont tienen un as bajo la manga. "Junts presionará a las izquierdas con el SMI y la reducción de la jornada laboral para que respalden la cesión de la inmigración: 'Habrá que pactar'", señala un titular de El Mundo.
La pieza viene con la firma de Víctor Mondelo: "El pulso por la aprobación de la delegación de las competencias de inmigración a Cataluña no ha hecho más que empezar. Por el momento, Junts únicamente ha entrado al choque con Podemos, por su airada negativa a respaldar el acuerdo alcanzado entre el PSOE y la formación que lidera Carles Puigdemont".
"Pero el partido independentista pretende utilizar una baza presumiblemente más efectiva y que también podría atajar las crecientes tentaciones de miembros de Sumar -especialmente de los encuadrados en IU y Más Madrid- de sumarse al boicot que Podemos está promoviendo contra la cesión competencial a Cataluña".
"Consciente del valor de sus votos para aprobar las dos medidas «estrella» de Sumar y de las que también hacen bandera el resto de las izquierdas, Junts presionará con su eventual oposición al aumento del Salario Mínimo Interprofesional y con la rebaja de la jornada laboral hasta 37,5 horas semanales".
De modo que en Junts creen tener pillados por salvas sean las partes a los amigos de Sumar: "«Ellos también nos necesitan», constatan a este diario fuentes de la formación neoconvergente al ser preguntadas al respecto. «Habrá que pactar cosas y, hoy, lo más probable es la reducción de la jornada laboral y el SMI», certifican otras voces del partido de Puigdemont".
Continúa Mondelo: "Ninguna de las dos medidas laborales cuenta por el momento con el beneplácito de Junts, que no tiene su aprobación entre sus prioridades, al considerar que no son medidas que beneficien específicamente a Cataluña, al contrario de las cuentas pendientes que mantiene con el PSOE, y entre las que destacan la oficialidad del catalán en Europa, la «amnistía política» a Puigdemont o la transferencia de partidas presupuestarias no ejecutadas en pasados ejercicios".
Y: "Públicamente, Junts tiene pensado continuar con los argumentos hasta ahora utilizados. Los que se basan en culpar a Podemos y el resto de las izquierdas contrarias a la delegación de competencias de «querer evitar que Cataluña tenga más soberanía», y de reprocharles públicamente alinearse con «la extrema derecha» al querer bloquear el pacto suscrito entre Junts y el PSOE".
"De puertas adentro, la amenaza de bloqueo al SMI y la reducción de la jornada laboral se contempla como herramienta de negociación".
Lo que viene siendo ese degradante espectáculo de la política. Otro ejemplo manifiesto de la baja estofa del sector "público" es la reacción de Jordi Turull al regreso a Barcelona de parte del conglomerado de La Caixa.
"JxCat considera la vuelta de la sede de La Caixa a Cataluña la rectificación de un error", destaca un titular de Crónica Global.
"Aunque reacciona 24 horas después del resto de las instituciones del país, Turull trata de ponerse una medalla por el regreso", amplia el sumario.
La información arranca así: "Un día después de que se conociera la noticia de la vuelta de la Fundación Bancaria de La Caixa y de Criteria a Barcelona, el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha interpretado que se trata de la “rectificación de un error"".
"Una decisión que ha celebrado y que ha dicho que espera que tenga continuidad con el regreso también de la sede social de CaixaBank, ahora situada en València".
""Rectificar es de sabios", ha dicho desde Palma de Mallorca Turull, que ha hecho una valoración "positiva" de la "rectificación de este error" cometido en 2017".
""Esperamos que esta rectificación vaya acompañada de que CaixaBank también vuelva", ha comentado el dirigente de Junts".
Pues nada, señor Fainé, que no vuelva a pasar.
La pieza sigue: "A la vez que trataba de ponerse una medalla, Turull ha restado importancia al anuncio recordando el acuerdo sellado entre el PSOE y Junts en Bruselas para garantizar la investidura de Pedro Sánchez".
Y: "En aquel pacto se aludía a la conveniencia de trabajar para que "aquellas empresas que fueron invitadas o presionadas para marcharse de Cataluña pudieran volver cuanto antes", ha remarcado".
O sea que mérito de Junts. No tienen enmienda.
Se acabó el Mobile. Vuelve a haber mesas libres en los restaurantes. "El Mobile World Congress iguala su récord prepandemia y reúne a 109.000 asistentes", apunta El País.
En el sumario se añade que "El congreso, celebrado esta semana en Barcelona, recupera todo el músculo con 2.900 empresas expositoras".
Escribe Josep Catà Figuls: "El Mobile World Congress (MWC) ya puede decir que ha superado completamente el socavón que supuso la pandemia de covid-19. En una nota para hacer balance de la edición que termina este jueves, la patronal de la industria del móvil, GSMA, ha explicado que ha reunido, desde el lunes, a 109.000 congresistas, un 7,9% más que el año pasado y la misma cifra que logró en 2019, el año anterior a la crisis sanitaria".
"El congreso, en el que han participado 2.900 empresas expositoras, patrocinadores y socios, ha ocupado todos los pabellones de las instalaciones de Fira de Barcelona en L’Hospitalet de Llobregat —y uno de los pabellones de la Fira en Montjuïc también, donde se ha celebrado el salón hermano Talent Arena, organizado por la Mobile World Capital—, y ya espera la ampliación de la Fira con el nuevo Hall Zero, que añadirá 60.000 metros cuadrados más en 2027. El año que viene, el MWC se celebrará del 2 al 5 de marzo".
"La organización ha calificado la edición celebrada esta semana como “una semana transformadora”. El director general de Fira de Barcelona, Constantí Serrallonga, también ha celebrado el “rotundo éxito” del congreso: “No podría haber ido mejor”, ha dicho en una atención a los medios de comunicación tras la clausura".
"“De nuevo, ha sido un privilegio para Barcelona, la Fira y el país poder celebrar este evento en nuestra casa”, ha expresado sobre una cita empresarial que estará en la capital catalana hasta 2030 como mínimo".
Líneas después, la nota retrata el tipo de asistentes al certamen: "Los 109.000 asistentes (el 27% de ellos, mujeres), provenientes de 205 países y territorios, representan un avance con respecto a los 101.000 que vinieron el año pasado. Su presencia ha estimulado también a varios sectores económicos de la ciudad, en especial la hostelería, la restauración y el transporte".
Y: "El 56% de estos asistentes ya no forman parte estrictamente de la industria de los teléfonos móviles, sino que vienen de industrias adyacentes, lo que demuestra una vez más que el MWC es un congreso que ya no está centrado solo en los aparatos de telefonía".
"Otro de los datos que destaca la organización es que la mitad de los congresistas eran directivos de empresa, y el 21% eran altos ejecutivos, reforzando la idea de que el MWC es un lugar donde se viene a hacer negocios".
7 de marzo, santoral: Felicidad y Perpetua, Eubulio, Ardón Esmaragdo, Pablo el Simple, Pablo de Prusa, Juan Bautista Nam Chong-sam, Leónidas Fëdorov, Gaudioso y Teresa Margarita Redi.