Toni Comín en un acto de Junts durante la campaña para las elecciones europeas, en 2024

Toni Comín en un acto de Junts durante la campaña para las elecciones europeas, en 2024 EUROPA PRESS

Primeras planas

Omertá y vendetta en el "exili" y la vivienda Colau

Las fuerzas vivas del independentismo se ceban contra Comín. Descomposición del Consell de la República. El PSC se harta de las "chapuzas" y de la "herencia" de Colau

En portada: La caída de Comín a los infiernos: de escudero de Puigdemont a renegado por el independentismo

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La extinción del "Procés" arroja material de derribo sobre la playa. A la costa llegan restos dispersos, pedazos inconexos, deshechos orgánicos de eso que los medios públicos de la Generalitat llamaban "exili" mientras se erigían en censores morales y árbitros éticos de la información.

El último juguete roto de todo ese delirio es Toni Comín, alanceado con infinita crueldad por quienes hasta un minuto antes le bailaban el agua, le doraban la píldora y le hacían la pelota creyendo así que obtendrían el favor del sumo pontífice de Waterloo.

La inquina con la que quienes eran los suyos se ceban ahora contra Comín es el ejemplo de los terroríficos ajustes de cuentas entre quienes propagaban las mentiras y quienes las asumían como un acto de fe. A ser posible cobrando. Caen las máscaras y se aprecian los rictus de odio.

Decía Antoni Puigverd en una entrevista en Ara que ha habido un proceso de deshumanización de Carles Puigdemont, al que habrían convertido en una "rata" según el escritor ampurdanés. Cierto. Saturno devora a su hijo. Ellos mismos se entregan al canibalismo. De ellos parten las más abyectas iniquidades contra sus pares.

Portada de Ara (España)

En el caso de Toni Comín, un exasesor de Junts en Bruselas que prefiere mantener el anonimato (todo el mundo sabe quién es en el cada vez más estrecho e inhabitable mundo independentista) apuntala la tumba política del eurodiputado sin escaño con una denuncia por acoso laboral e incluso sexual.

Se habla (en la información que desveló ayer La Vanguardia) de siete años de tormento, de insinuaciones, humillaciones, amenazas. Un infierno. Cabría inferir que en ese ámbito del "exili" regían la omertá y la vendetta, como en las familias sicilianas.

"La caída de Comín a los infiernos: de escudero de Puigdemont a renegado por el independentismo", destaca Crónica Global en su apertura.

Portada de La Vanguardia (España)

El texto es de Alba Carnicé, quien repasa la errática trayectoria de Comín, a quien sólo le falta recalar en los Comuns o en la Aliança Cataluña para recorrer todo el arco político afecto al procesismo y sus derivadas.

Así lo cuenta la autora de la información: "El pasado político de Comín está marcado por su constante búsqueda de un espacio donde consolidar su carrera"."La figura de su padre, Alfonso Comín (activista del PSUC), es esencial para comprender la trayectoria de su hijo. Siempre vinculado a los movimientos cristianos y de izquierdas, Toni Comín empezó su andadura política formando parte del movimiento Ciutadans pel Canvi, creado por Pasqual Maragall".

"Sin embargo, al agotar los dos mandatos permitidos por la formación para no hacer de la poltrona un modus vivendi, pasó a ingresar en el PSC con Miquel Iceta".

"Después de la sentencia del Tribunal Constitucional del 2010 sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña de 2006 fundó su propia plataforma: Socialismo, Cataluña y Libertad, con la que aspiraba a una cuota de poder en el partido. Sin embargo, el PSC no contó con él para ser candidato, y se dio de baja".

Sigue el repaso: "Este cambio marcó el punto de inflexión en su carrera. Desde este espacio se fue acercando al movimiento independentista, hasta buscar cobijo en ERC y ganarse la confianza de Oriol Junqueras".

"Así las cosas, su vinculación con el independentismo se consolidó. Su maniobra de transfuguismo surtió efecto en 2015, cuando fue elegido diputado del Parlament con la lista de Junts pel Sí, y nombrado conseller de Salud del gobierno de Puigdemont, formando parte de la cuota de ERC".

"Sin embargo, su relación con este partido se deterioró, y terminó alejándose de la formación republicana, acercándose a Junts per Catalunya y a Puigdemont, quien lo convirtió en uno de sus principales aliados".

Y: "Comín se implicó directamente en el proceso independentista y, tras el 1-O, se fugó a Bruselas junto a Puigdemont, y los consellers Clara Ponsatí, Lluís Puig y Meritxell Serret. Todo ello, con una acusación de rebelión, sedición y malversación a sus espaldas".

Hace exactamente siete años, el 31 de enero de 2018, trascendía un mensaje que Puigdemont le había enviado a Comín. Un camarógrafo de Telecinco captó la pantalla del celular de Comín: "Supongo que tienes claro que esto se ha terminado. Volvemos a vivir los últimos días de la Cataluña republicana". "Vosotros seréis consellers (espero y deseo), pero yo ya estoy sacrificado tal y como sugería Tardá".

También le decía Puigdemont a Comín que "no se lo que me queda de vida (¡espero que mucha!), pero la dedicaré a poner en orden estos dos años y a proteger mi reputación. Me han hecho mucho daño con calumnias, rumores, mentiras que he aguantado por un objetivo común. Esto ahora ha caducado y me tocará dedicar mi vida a la defensa propia".

Todo ha cambiado. Ahora es Comín quien habla de calumnias y mentiras, pero el "jurado popular" de la republiqueta ya le ha sentenciado. La última acusación de acoso es tan solo la guinda del pastel.

Respecto a las cuentas del "Consell de la República", esa alegoría de la nada, Nació Digital se explaya en el laberíntico entramado de su financiación.

Del texto de Bernat Surroca: "L'entramat legal i financer del Consell és complex. Ja des del principi, algunes persones que hi van participar trobaven a faltar informació sobre com es finançava l'entitat".

"L'associació belga CatGlobal és l'encarregada de gestionar els comptes del Consell de la República, i és qui té la responsabilitat legal davant de l'administració belga. Catcip, també belga, és la que gestiona la Casa de la República, on viu Puigdemont, que ara ja no és president del Consell".

"El conflicte dels darrers mesos s'explica perquè Comín va facturar despeses a CatGlobal -al Consell- que, segons l'associació i l'auditoria, no estarien justificades. És a dir, no quedarien emmarcades en les despeses que pot fer Comín com a vicepresident del Consell, càrrec voluntari pel qual no cobra un sou".

"Els recursos que reben aquestes associacions a través de donacions, juntament amb les que reben els exiliats, és el que paga l'exili".Líneas después, Surroca señala que "en tots aquests mesos Puigdemont ha mantingut un silenci significatiu. No només no ha donat suport a la candidatura de Comín, amb qui han compartit exili des de 2017 i escó a l'Eurocambra, sinó que tampoc ha sortit a defensar-lo de les acusacions que hi ha hagut contra ell".

La información va más allá: "Un episodi rellevant d'aquests anys del Consell va ser l'acte de Perpinyà, que va congregar més de 100.000 persones a la Catalunya Nord. Els preparatius de l'acte no van ser senzills, com recorda la periodista Júlia Taurinyà, que aleshores era la responsable de la delegació del Consell al territori, per les relacions amb Toni Comín i la seva germana, Betona Comín".

"Durant anys, aquesta ha gestionat com a voluntària l'organització dels actes del Consell i treballa professionalment en la gestió d'esdeveniments. "Volíem que fos un acte transversal, implicar el teixit cultural i associatiu de Catalunya Nord, i presentar-lo a la resta del país", explica Taurinyà a Nació".

"No va ser possible, perquè els Comín tenien previst que l'acte l'organitzés l'empresa Events, amb qui Betona ha tingut vincles professionals, i que acostuma a organitzar els actes del Consell. Aquest mateix divendres recordava les escridassades de Comín per aquest assumpte".

""No ens donen arguments ni podem comparar pressupostos; veiem coses fosques de diners i no ens diuen qui paga. L'ANC i Òmnium tampoc ho veuen clar", assegura Taurinyà. Segons ella, tot plegat va ser un "menyspreu" a la Catalunya Nord i va provocar una "divisió" que costarà de recosir".

"L'argument de Comín és que Events, tant en l'acte de Perpinyà com en altres que ha fet pel Consell, és de "solvència contrastada", sempre és qui ha ofert els millors preus i les millors condicions de pagament, a banda que els seus responsables sintonitzen amb les tesis independentistes".

""L'acte de presentació del Consell a Brussel·les el van fer a cost zero", recorda Comín. Finalment, després d'enfrontaments amb els germans Comín, de demanar la intermediació de l'ANC, i davant del silenci de la resta de companys de la delegació, Taurinyà va plegar".

Events, los Comín y la república...

Más asuntos. "El PSC estalla contra las chapuzas de la era Colau y aleja a los comunes del gobierno de Collboni", señala Metrópoli Abierta. En el sumario se añade que "El Ejecutivo socialista reprocha a BComú los desastres en materia de vivienda que han caracterizado sus mandatos en la ciudad, y marca distancias con la formación de Janet Sanz".

Escribe Rubén Pacheco: "El gobierno de Jaume Collboni ha estallado contra los comunes. Las diferencias entre estos grupos han ido in crescendo en los últimos meses. La formación que aspiraba a formar parte del Ejecutivo local trata de materializar, ahora, una oposición con mucha más pena que gloria".

"BComú quedó en evidencia en el pleno municipal del mes de enero. Su líder, Janet Sanz, acusó al gobierno barcelonés de realizar un escaso esfuerzo para evitar el desahucio de Casa Orsola, ante lo que el PSC le recordó que en 2022 la administración de Ada Colau rechazó la compra del edificio".

""Casa Orsola es herencia de lo que ustedes hicieron en el pasado mandato", aseguró la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, tras lo que señaló que el Ejecutivo actual está "todo el día arreglando chapuzas como las de Casa Buenos Aires o Can Raventós"".

Vaya, qué cosas. Colau pudo evitar la peripecia de los vecinos de la Casa Orsola y pasó de todo. Decir esto cuando la señora ejercía como alcaldesa le habría costado una denuncia a quien osara poner en duda la gestión municipal. Qué tiempos aquellos en los que los concejales de Colau y ella misma recurrían a los servicios jurídicos de la ciudad para amenazar a los críticos.

Sigue el texto: "El caso del antiguo hotel Buenos Aires, en Vallvidrera, marca las diferencias de gestión entre comunes y socialistas. La expropiación del inmueble por parte de Ada Colau recibió un varapalo de la Justicia, que tachó la acción de excesiva, al mismo tiempo que se produjeron varias okupaciones que dañaron el edificio".

"El Ejecutivo de Collboni buscó la forma legal de proteger el inmueble y reconvertirlo, a su vez, en un equipamiento municipal. El pasado mes de octubre, el Ayuntamiento aprobó inicialmente una modificación del Plan General Metropolitano (PGM) que hizo posible esta finalidad".

"En el citado pleno de enero, se confirmó esta modificación mediante la aprobación definitiva de la medida, lo que ha desencallado un conflicto que BComú no supo resolver".

Y: "El caso de Can Raventós, en Sarrià, fue otra de las chapuzas más significativas de la era Colau en materia de vivienda. En 2020, el Ayuntamiento aprobó un Plan Espacial Integral y de Mejora Urbana (PEIMU) que daba luz verde al derribo de la masía y sus jardines para levantar 59 pisos de lujo".

"Fue el año pasado cuando la Justicia tumbó esa posibilidad al superar, el proyecto, los límites edificatorios de la parcela afectada".

"Para descartar la posibilidad de contar con una nueva iniciativa de características similares, el gobierno de Collboni estudia la compra de Can Raventós para reconvertirla en un equipamiento municipal rodeado de zona verde".

Pero lo mejor de todo fueron los 8.000 pisos sociales que prometió Colau y que duermen el sueño de los justos.

Del plano municipal al autonómico. "Illa anuncia un plan económico de 18.500 millones: “Que en España nadie tenga miedo de que Cataluña despliegue todo su potencial”", apunta El País.

Portada de El País (España)

La idea es que "El ‘president’ se compromete a la “movilización de recursos más importante desde 2010″ para atrapar a Madrid y debilitar el ideario económico del independentismo", según reza el sumario.

Escribe Marc Rovira: "El president Salvador Illa sostiene que los años del procés actuaron como una sobredosis de bromuro para el dinamismo de la economía catalana. Para revertir la falta de brío, el Govern ha anunciado una inversión de 18.500 millones de euros en un paquete de medidas que tienen que desplegar 200 actuaciones identificadas como fundamentales para revitalizar servicios, infraestructuras, formación y competitividad".

"Illa pretende dejar atrás lo que recurrentemente ha identificado como “década perdida” para dar paso a un quinquenio vitamínico. El plan está pensado para desbaratar el mantra independentista que afirma que no puede existir una Cataluña próspera dentro de España y, además, subyace la voluntad de resituar a Cataluña a la misma altura que Madrid, que pasa por ser la comunidad con mayor peso en el PIB del país (19,6%), por delante de la aportación catalana: 18,81%".

"El president ha hecho alusión al déficit de infraestructuras que arrastra el territorio y a la necesidad de reajustar el modelo de financiación, pero se ha preocupado de dejar claro que el crecimiento catalán no tiene que ir en contra de nadie: “Que en España nadie tenga miedo de que Cataluña despliegue todo su potencial”, ha dicho, y ha repetido que su apuesta es la de la prosperidad compartida".

Y: "El acto de este viernes en Barcelona ha contado con la presencia de todos los consellers del Govern, y ha convocado a una granada representación de la sociedad civil y a personalidades del mundo empresarial".

"Dos nombres, vinculados a la actualidad, han acaparado miradas en el coqueto anfiteatro de la Escuela Industrial: Marc Murtra, recientemente nombrado presidente de Telefónica, y Josep Oliu, presidente del Banco Sabadell, en una de sus primeras apariciones públicas tras oficializarse el regreso de la sede social de la entidad bancaria a Cataluña".

Portada de La Razón (España)

Mientras tanto y en Madrid, "Puigdemont negocia decidir a quién se expulsa de Cataluña", asegura La Razón.

El texto alude al encuentro ayer en la capital de España entre el secretario general de Junts, Jordi Turull, y el del PSOE, Santos Cerdán.

Escribe Carmen Morodo: "El acuerdo sobre la cesión de la inmigración a la Generalitat debe asumir que sea esta la que tome todas las decisiones en la resolución de los expedientes de expulsión, la presencia de los Mossos en puertos, aeropuertos y pasos fronterizos, y el control también de la expedición del NIE (Número de Identidad de Extranjero)".

"Aquí estaban hace semanas, sobre la base del compromiso socialista de que era posible avanzar por esta línea de exigencia del partido de Carles Puigdemont, y aquí vuelven a estar. A pesar de que el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, y otros niveles técnicos, advirtieran de que el acuerdo comprometido era imposible de ejecutar, aunque solo fuera por respeto a lo que manda la normativa de Bruselas".

"Después de verse con el agua al cuello con el decreto ómnibus, una especie de cuestión de confianza si se hubieran negado a introducir los cambios exigidos por Junts y hubieran perdido la votación, los socialistas vuelven a la línea de salida, el punto en el que Junts explicaba que el pacto, sobre la base de sus condiciones, estaba prácticamente hecho a falta, tan solo, de algunos flecos".

"Santos Cerdán y Turull siguen mano a mano buscando cerrar el acuerdo. Ayer almorzaron en Madrid para intentar reconducir las relaciones y evitar este rosario de sobresaltos y choques que las caracterizan".

Hay que insistir en que quien gobierna en la Genrealitat es el PSC y que el traspaso de las competencias de inmigración es una trampa para elefantes de Junts, que pretende dos cosas: imputar al PSC todos los problemas de la inmigración y frenar a Aliança Catalana, que amenaza con quedarse con el electorado convergente de la Cataluña interior.

En este caso también quedan muy lejos los tiempos del "Volem Acollir". Al respecto, una información de Óscar Benítez en Vozpópuli señala: "La inquietud ante el crecimiento de la inmigración ha calado entre la sociedad catalana. Así lo demostró el último barómetro del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEO) —el "CIS catalán"— que indicó que el 60% de los catalanes consideraban que en la actualidad había "demasiada" población inmigrante en Cataluña".

"Además, casi la mitad, un 45%, juzgaba que a las autoridades habían "perdido el control" en la gestión de la llegada de las personas procedentes del extranjero. Un clima social que, al menos en el plano de las palabras, choca con el que reinaba a comienzos de 2017, cuando, en pleno 'procés', miles de personas se manifestaban en Barcelona bajo el lema "Volem acollir. Obrim fronteres!" (Queremos acoger. Abramos fronteras)".

Continúa el texto de Benítez: "Pero, si durante esos días, el secesionismo deseaba proyectar la imagen de una Cataluña "abierta" al mundo, en la actualidad su lenguaje y sus formas han variado sustancialmente —actitud extensible en buena medida al resto de la sociedad catalana—".

"¿Qué ha ocurrido desde entonces? Uno de los acontecimientos que suelen apuntarse es el atentado yihadista de Las Ramblas ese mismo verano que, aunque en el momento no pareció indisponer a la población contra el origen de sus autores, sí propició la eclosión de una fuerza ultra en plena expansión, Aliança Catalana —que, como es sabido, combina el rechazo a España con un discurso hostil con la inmigración, conectando así con amplias capas de la Cataluña interior—".

La pieza explica también que "algunas voces han advertido de la querencia del nacionalismo catalán en las últimas décadas por priorizar la inmigración marroquí sobre la sudamericana —que, al expresarse en español, amenazaría el proyecto de sustitución lingüística emprendido por el movimiento—. Ya en 2014, el PP en Cataluña reprochó a CiU esta predilección, que atribuyó a su fijación con no perjudicar la "construcción nacional"".

"Una teoría que el propio Jordi Pujol, considerado el arquitecto de la Cataluña moderna, pareció validar en una conversación mantenida en 2008 con el histórico dirigente de ERC Heribert Barrera —cuya beligerancia verbal contra los extranjeros le granjeó diversas polémicas—".

"En la charla, recogida en el libro 'Toc d'Alerta', de Salvador Cot, Barrera señala: "Lo que complica bastante las cosas es que es más difícil integrar a un latinoamericano que un andaluz". A lo que Pujol responde: "Eso seguro. Y más que a un marroquí pues, religión aparte, a los latinoamericanos les cuesta entender la catalanidad"".
Verde y con asas, blanco y en botella y negro sobre blanco.

1 de febrero, santoral: Trifón, Severo de Rávena, Pablo de Trois-Châteaux, Brígida de Kildare, Urso, Agripano de Le Puy, Sigeberto III, rey, Raimundo, abad, Juan de Saint-Malo, Viridiana de Castelfiorentino y Enrique Morse.