Primer domingo de otoño y manifestación del PP en Madrid contra la amnistía a horas del debate de investidura abocado al fracaso de su líder, Alberto Núñez Feijóo. ¿Otoño caliente? Pues como cada año. En este, la previsión meteorológica a medio plazo indica que será más lluvioso de lo normal y también más cálido, en la línea tropical de los últimos tiempos. En cuanto a la política, la amnistía es la cuestión y el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, parece dispuesto a abordarla sin rodeos, aunque se niegue, de momento, a pronunciar el nombre de la cosa.
El líder socialista apura los plazos y se empeña en ir por partes, de modo que prefiere constatar el fracaso de su adversario antes de concretar y culminar su negociación con el señor prófugo de Waterloo. "Sánchez prepara el colchón político para la amnistía", apunta El País al respecto. El texto es de Carlos E. Cué: "Pedro Sánchez mide mucho sus palabras y limita al máximo sus comparecencias con preguntas. Ha tenido solo dos tras las elecciones. No ha pronunciado ni una vez la palabra "amnistía" pero esta semana se ha visto un giro muy claro: ya empieza a preparar a sus electores para su salto más arriesgado, el carpetazo judicial definitivo del procés con una amnistía de la que aún no hay detalles. En su entorno, se limitan a asegurar que será una norma plenamente constitucional y muy medida, y que será fruto de una negociación en la que tendrá que haber cesiones por las dos partes, también la de Junts, en especial algún tipo de renuncia a la unilateralidad; esto es, la amenaza de otro procés".
Sigue Cué: "Sánchez ya había preparado una especie de placenta argumental en su arranque del curso político el pasado día 4 de septiembre, en un acto en el que dijo que había que "pasar página" del procés y dejar atrás "un pasado de trincheras y barricadas". Pero esta semana ha dado un paso más, dejando claro que la amnistía está sobre la mesa. "Voy a ser coherente con la política de normalización y estabilización de la situación política en Cataluña. Y estoy diciendo mucho", declaró. Ofrecía así el argumento central que justificará la medida: la idea de que esta crisis es política y siempre debió tener una solución política y no judicial. El presidente en funciones no está diciendo que el Supremo hiciera mal su trabajo, según fuentes del Gobierno. Sánchez siempre se ha cuidado de criticar la sentencia. Su frase en la rueda de prensa de Nueva York arrancaba precisamente por ahí: “Nosotros hemos respetado siempre la labor de la justicia”. Aunque enseguida añadía: "Pero también digo que una crisis política nunca tuvo que derivar en una acción judicial y en una judicialización".
Y: "De lo que habla Sánchez, según su entorno, es de que en 2017 nunca se debió llegar tan lejos y tuvo que haberse buscado una solución política, como de hecho intentaron Mariano Rajoy y el propio Carles Puigdemont con la mediación del PNV hasta el último momento, en el que el president decidió declarar la independencia y no convocar elecciones, lo que forzó la aplicación del artículo 155 que Sánchez apoyó. El problema del presidente, admiten varios dirigentes, es que sobre este asunto ha tenido muchos vaivenes, ha pasado de la dureza máxima en 2019, cuando prometía recuperar como delito la convocatoria de referéndum ilegal, a la apuesta actual por la convivencia. Y eso le resta credibilidad".
El PP por su parte traslada la presión contra la amnistía a la calle. Este es el domingo escogido para la manifestación, acto o cosa de partido "abierta a la sociedad" que Feijóo pretende utilizar de trampolín de cara a su comparecencia en el Congreso. "Los barones se organizan para llenar Madrid contra la amnistía y arropar a Feijóo ante la investidura", informa El Mundo. La pieza es de Vicente Coll: "El Partido Popular arrancará su semana en domingo. Y no será cualquier semana: Alberto Núñez Feijóo encara días fundamentales que tendrán como epicentro el debate de investidura que, aunque Génova todavía no da por perdido, activará de nuevo el reloj hacia una hipotética repetición electoral. Como antesala, los populares tomarán este domingo el centro de Madrid en señal de protesta por la hoja de ruta de Pedro Sánchez con el independentismo, marcada por la exigencia de la amnistía, y como prueba de músculo en vísperas de que Feijóo presente ante el Congreso su propuesta de gobernabilidad. El PP plantea el "gran acto" en Felipe II como un ejercicio de unidad que contraste con la marejada interna que vive el PSOE, roto en su seno después de que Felipe González, Alfonso Guerra y el considerado sector histórico del partido -junto al más crítico con Sánchez, personificado en Emiliano García-Page y Javier Lambán- reprocharan esta semana a Ferraz su aproximación al nacionalismo. Una imagen completamente opuesta a la que logrará hoy Génova al juntar sobre un mismo escenario a Feijóo con los ex presidentes José María Aznar y Mariano Rajoy".
En cuanto a la previsión de asistencia, este reporte: "Desde Castilla-La Mancha, por ejemplo, la previsión es que acudan más de 2.000 personas a través de los medios que pone el partido. En Aragón, unas 500. Andalucía, a través de sus equipos provinciales, fletará unos 50 autocares. Castilla y León pondrá, por su parte, 30. De la ciudad de Valencia partirán otros tres, pero a nivel autonómico serán varios autobuses más. Y así desde cualquier punto de la geografía nacional".
Para La Vanguardia, el asunto central de este domingo es que "El transfuguismo planea sobre el debate de investidura de Feijóo". Hay una cierta inquietud a que se produzca un "tamayazo" mientras el PP apela a la "responsabilidad" de los diputados socialistas para que impidan que Sánchez pacte con los independentistas. El texto en el diario barcelonés viene con la firma de Luis B. García: "El llamamiento del PP a la rebelión de los diputados socialistas incómodos con las negociaciones de su partido con los partidos independentistas para la investidura de Pedro Sánchez, a cambio de una amnistía a los implicados en el procés, tiene visos de mantenerse hasta el mismo debate de investidura al que se someterá Alberto Núñez Feijóo a partir de este martes. Ayer, con motivo de la renovación de la cúpula directiva de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el PP volvió a lanzar esta apelación, que fue replicada por los socialistas con acusaciones de promoción del "transfuguismo" y la "corrupción". Fue la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, quien al ser preguntada sobre si contemplan lograr los cuatro votos que le faltan a Feijóo para ser investido entre las filas del PSOE, señaló que "todavía hay tiempo para que el PSOE lleve a cabo un debate interno, si es que Pedro Sánchez se lo permite". Gamarra reprochó el sometimiento del PSOE a Sánchez, que le permite imponer "una serie de cuestiones que parece que son inamovibles”, si bien "nada es inamovible" y "todavía pueden reflexionar”, animó".
En medio de tan animado contexto, El Español da cuenta de una encuesta con estos resultados: PP, 149 (37%); PSOE, 119 (30,9%); Vox, 28 (11,6%); Sumar, 26 (10,8%); Otros, 28 (9,7%). El titular es que "El PP subiría 12 escaños si hubiera elecciones anticipadas y podría sumar con un Vox a la baja".
También muestra un sondeo Vozpópuli, en su caso sobre la situación política. "La mitad de votantes del PSOE rechazan la amnistía de Sánchez y quieren elecciones", es el titular de la pieza, que viene con este sumario: "El 49,2% prefiere una nueva llamada a las urnas antes que ceder a la exigencia de Puigdemont mientras que el 32,8% es partidario de hacer desaparecer la responsabilidad de los líderes del procés, según la encuesta de Hamalgama Metrica". El texto arranca así: "El 49,2% de los votantes del PSOE prefiere una repetición de las elecciones antes que ceder a la amnistía que exige el expresidente catalán Carles Puigdemont para investir a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.
Mientras que el 32,8% es partidario de hacer desaparecer la responsabilidad de los líderes del procés, según la encuesta de Hamalgama Métrica para Vozpópuli. Lo cierto es que la mayoría de electores (70,6%) de las cuatro principales fuerzas políticas -PP, PSOE, Vox y Sumar- prefiere una nueva llamada a las urnas. Solo el 19,2% está a favor de la palabra que el presidente en funciones elude pronunciar".
Y: "Entre quienes más aceptación tiene la amnistía es entre los votantes de Sumar (62,5%). Por el contrario, la totalidad de los electores de Vox (100%) y del PP (98,5%) la rechazan. No deja de ser llamativo que sea la generación del baby boom -los nacidos entre 1957 y 1977- quienes descarten mayoritariamente la aplicación de la amnistía, que solo apoya el 13,2% frente al 79,9% que opta por volver a votar. Entre quienes tienen entre 18 y 29 años, el 32,5% opta por satisfacer las demandas secesionistas y el 47,5% por elegir diputados y senadores de nuevo".
Así las cosas, en el foro se cuece un nuevo partido. "Tras UPyD y Ciudadanos nace Nexo, plataforma y futuro partido para los "huérfanos" del centro", anuncia El Diario. Escribe Carmen Moraga: "De las cenizas de Ciudadanos, que se alimentó y creció de los rescoldos de UPyD, nace Nexo, otro partido de centro. La cita para su puesta de largo fue en Madrid, en la Fundación Amberes, y sirvió para presentar lo que sus promotores han llamado una “plataforma de ideas” con la que pretenden impulsar un nuevo proyecto político "reformista y progresista", que no se identifica "ni con la izquierda ni con la derecha" y que quiere huir de las etiquetas de “rojos o azules”. Sus 38 fundadores, entre los que se encuentran el exportavoz parlamentario de Ciudadanos, Edmundo Bal, y el procurador de las Cortes de Castilla y León, Francisco Igea, avanzan que Nexo –que acaban de registrar en el Ministerio del Interior como asociación– aspira a convertirse más adelante en un nuevo partido que ocupe el “centro” político, en el que se refugien los “indignados” que se sienten "huérfanos" de ese espacio. Sobre todo después de la decisión tomada por el antiguo partido de Albert Rivera de no concurrir a las recientes elecciones del 23J, que fue precisamente el detonante que les llevó a dar este paso".
Sigue la nota: "Minutos antes de las 12 del mediodía de este sábado, la sala donde estaba programado el acto ya estaba llena con cerca de un centenar de personas que acudieron a la llamada de los exdirigentes de Ciudadanos. La sorpresa, deslizada la víspera por Bal en una entrevista con elDiario.es, fue ver allí al exdirigente de la llamada 'vieja guardia del PSOE José Luis Corcuera, al que acompañaba otra ex de su partido, la aún eurodiputada del grupo parlamentario de Ciudadanos en Bruselas Soraya Rodríguez, fichada por Rivera en su día como “independiente” y a la que le quedan todavía ocho meses de permanencia en su escaño, uno de los mejor remunerados en la política institucional. Ambos querían mostrar con su presencia su apoyo al nuevo proyecto, pero al menos Corcuera no formará parte de él".
La cuestión lingüística. El catalán, ese idioma que según el día hablan más de diez millones de personas y que a la vez retrocede imparable, es objeto de preocupación en El Món, que titula: "Alerta por la carencia de profesores de catalán por la mala situación de la lengua". En el subtítulo se añade que "Con el curso empezado faltan sesenta vacantes para cubrir y los lingüistas alertan de que Educación “se ha cargado el principio de especialidad” para salir del paso". La nota es de Ivet Núñez: "Si el año pasado faltaban profesores de informática –y este año faltan de secundaria y FP, entre 300 y 500 segundos las fuentes, de varias disciplinas–, este año vuelven a faltar docentes de catalán. La dificultad para encontrar profesores de catalán para cubrir todas las vacantes es habitual y tiene raíces en la difícil situación de la lengua y la falta de prestigio de la profesión docente. La consejera de Educación, Anna Simó, ha admitido que está costando mucho llenar las cuarenta y tres plazas de profesores de catalán que quedan por cubrir una vez iniciado el curso y que el Govern está estudiando permitir que los que hay hagan horas extras para cubrir las vacantes".
Continúa la pieza: "Las causas de esta carencia de profesores de catalán son diversas y tienen que ver con la mala situación de la lengua en general. Según el lingüista Gerard Furest la falta de profesores también tiene que ver con la “subordinación de la lengua” en el ámbito social y con el uso que se hace de la lengua en los institutos, tanto por parte de los alumnos como de los profesores. “La falta de profesores de catalán formados afecta a los usos de la lengua en los centros, porque no solo se trata de hacer las clases en catalán, sino de mantenerlo en los pasillos, utilizarlo con los alumnos, saber encontrar materiales en catalán, recomendar películas y cuentas de TikTok en catalán…”, explica Furest. Esto, asegura, es “prestigiar la lengua”, pero no se puede hacer si no hay profesores de catalán suficientes que mantengan la lengua en todos los contextos".
24 de septiembre, santoral: Nuestra Señora de las Mercedes, Anatolio de Milán, Antonio González, Gerardo Sagredo, Isarno de Marsella, Lupo de Lyon, Pacífico de San Severino y Rústico de Auvernia.
ResponderResponder a todosReenviar
|